Las conversaciones filtradas de los integrantes del cónclave de Lago Escondido revelan todo tipo de trampas, aprietes e ilegalidades impulsadas por magistrados judiciales, con un brazo ejecutor en la Ciudad de Buenos Aires y las ratas de inteligencia y con la dirección de los dueños del Grupo Clarín.
Tal como publicó Página/12, el 13 de octubre se produjo una reunión en la estancia de Lago Escondido del magnate Joe Lewis en la que participaron magistrados judiciales, políticos, agentes de inteligencia y dos de los más altos directivos del Grupo Clarín. El encuentro había sido corroborado por registros aeronáuticos –viajaron en chárter privado–, pero no fue sino hasta ayer 4 de diciembre que se supo, a través de una filtración de chats a la que accedieron Tiempo Argentino y El Cohete a la Luna, que no sólo habían participado el CEO de Clarin, Jorge Rendo, y el director de Asuntos Legales e Institucionales de Telecom, Pablo Casey, sino que, además, los altos mandos de Clarín le habían pagado la jarana a los funcionarios del PRO.
La escena es una obscena exhibición del lawfare: todos conversan sobre cómo fraguar y ocultar con facturas truchas que ese encuentro fue financiado por el grupo Clarín. También, discuten cómo apretar periodistas para que se difunda la noticia, cómo apretar funcionarios judiciales de Bariloche –donde se abrió una causa, de cuyo trámite todo el tiempo tuvieron noticias de primera mano–, cómo victimizarse respecto de la situación y cómo armarle causas judiciales a quienes habían dando a conocer la documentación aeroportuaria donde aparecían todos escrachados, menos los organizadores de Clarín.
Además de los organizadores, Rendo y Casey, del encuentro los jueces Julián Ercolini, Pablo Cayssials, Pablo Yadarola y Carlos Mahiques; el jefe de los fiscales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Juan Bautista Mahiques; el ministro de Justicia y Seguridad de Horacio Rodríguez Larreta, Marcelo D’Alessandro; el consultor campañas digitales, Tomás Reinke; un ex agente de la AFI, Leo Bergroth.
El gobierno denunciará al grupo de Lago Escondido: Clarín y jueces y políticos PRO
Es decir: un político encumbrado de PRO, junto a servilletas, figuras judiciales y la directiva del Grupo Clarín. Entre otros antecedentes, por nombrar algunos y recuperando la reseña de El Cohete a la Luna:
• Cayssials es el que anuló la adecuación obligatoria del Grupo Clarín a la ley de medios; permitió al ex jefe de gabinete Marcos Peña Braun utilizar la base de datos de la Anses para sus comunicaciones publicitarias; declaró inconstitucional la gratuidad universitaria y el ingreso irrestricto y convalidó el aumento del 300% en las tarifas del agua; le ordenó a la AFIP que se abstuviera de aplicar la resolución 4838 porque violaría el secreto profesional de abogados y contadores, al obligarlos a informar las maniobras de supuesta elusión o evasión fiscal de sus clientes. Fue uno de los jueces del fuero contencioso administrativo que ordenaron al Banco Central la venta de dólares al precio oficial para importaciones que el Poder Ejecutivo no había autorizado.
• Yadarola trabaja con organismos del gobierno de los Estados Unidos. En 2018, por ejemplo, secuestró armas de alto calibre que llegaban al país por correo, con etiquetas de ropa deportiva. El dato fue provisto a su juzgado por Homeland Security.
• Ercolini atribuyó al Grupo Indalo una venta simulada de sus empresas y detuvo a sus accionistas Cristóbal López y Fabián De Sousa. La esposa de Ercolini fue secretaria del ex ministro de Justicia Germán Garavano. También procesó a CFK en tres causas, una de ellas es la que tiene veredicto el martes 6 de diciembre, Vialidad. Fue uno de los que sostuvo que desde 2003 hasta 2015, Cristina formó parte de una Asociación Ilícita. En 2016 sobreseyó Héctor Magnetto, a Bartolomé Mitre y Ernestina Herrera en la causa por Papel Prensa, porque no encontró que la venta de las acciones en 1976 haya sido parte de delitos de lesa humanidad.
En nombre de la República
Esta fiesta de la independencia de los poderes no sólo quedó registrada en documentos aeroportuarios, sino que el celular de Marcelo D’Alessandro fue hackeado, y luego se publicaron las conversaciones de dos grupos armados con el sólo fin de ocultar la reunión en Lago Escondido.
Sólo con la impunidad propia de los abogados, es destacable como en sucesivas ocasiones llaman "la verdad" al escenario que ellos mismos arman presentando facturas truchas por doquier para ocultar que Clarín pagó tanto el vuelo como la estadía en la estancia y las actividades realizadas.
Los chats parecen verídicos por una serie de rasgos:
• Hay audios y se pueden escuchar, las voces coinciden con quienes hablan
• Hay un detalle muy preciso de contactos realizados, los cuales se pueden cotejar
• Hay narraciones de vida cotidiana que se pueden chequear (viajes, actividad en gimnasios)
• Hay una foto desde el lugar
Estas son las principales escenas planteadas en el grupo, en orden cronológico. Las conversaciones sucedieron entre el 17 de octubre (cuando salió el artículo de Página/12) y el 28 de noviembre. Se pueden consultar los chats completos aquí y aquí.
Los interesados operan para que no se sepa nada. Se destaca el sarcasmo de Rendo en referencia a lo sucedido.
El ministro de Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires habla de mandarle un patrullero y hacerlo mierda a José Alejandro Glinski, Director Nacional de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Casey, del Grupo Clarín, pide información para escracharlo. Rendo ríe.
Presumiblemente el periodista de La Nación, Hernán Capiello, toma contacto para chequear la información publicada por Página/12. D’Alessandro le pide intercesión a Rendo, Rendo le saca la chapa. Habla de Fernán (¿Saguier?) y José (¿Del Río?) de La Nación, visitantes de Lago Escondido, como intercesores.
Acá viene la larga secuencia de las facturas truchas. Para ocultar que el viaje fue organizado por Pablo Casey, como Casey admite en varias ocasiones, generan facturas truchas para el servicio traslado y para lago escondido. Hay referencias a "Nico" o "Gran Huemul", que luego se repiten, y que se trataría de Nicolás Van Ditmar, gerente de Lago Escondido.
Esta parte de la conversación por las facturas truchas se destaca por la participación de Jorge Rendo, que otra vez saca la chapa. Lo importante es que no se sepa que estuvo él o Casey.
Sigue la conversación, como si se tratara de dividir las cuentas de un asado entre un grupo de torpes borrachos.
En el medio, D'Alessandro plantea la estrategia de victimización y juguetea con los asesinatos de mapuches. La próxima se destaca por cómo Casey enuncia su responsabilidad en la organización del viaje.
Y sigue el debate por cómo emitir mejor las facturas truchas... Ya resolvieron lo del avión, ahora queda truchar la estadía en Lago Escondido.
Solucionada la truchada, pasan al escarmiento. El primer objetivo es José Alejandro Glinski, de la PSA. Todos le quieren dar: política, judicial y mediáticamente.
Rendo y Casey son los más preocupados por la situación. Rendo teme por las cámaras de seguridad, Casey pide que se borren las fotos.
En el camino, se destacan las apretadas a la periodista Paz Rodríguez Niell,quien hoy ratificó todo lo sucedido. También, la muy poco velada amenaza de ex agente de la AFI, Leo Bergroth, hacia Raúl Kollman.
Por último, la conversación deriva en cómo contener la causa judicial abierta en Bariloche. Los magistrados contactan a la fiscal subrogante, María Cándida Etchepare, quien ofrece sus oficios para que la causa vaya a Comodoro Py y coordina todas sus acciones con el grupo.
Una sola cosa se pierde en este hilo de capturas: el tono arrogante de los audios de esta banda de poderosos privilegiados impunes.