Casi un siglo después de la matanza cientos de hombres, mujeres, niños y ancianos de las comunidades mocoví, qom y vilela, en abril comenzó un juicio por la verdad histórica para esclarecer lo ocurrido y establecer una reparación. En mayo la justicia federal de Chaco consideró que se trató de crímenes de lesa humanidad cometidos en el marco de un genocidio de los pueblos originarios.