ANUARIO 2022 | El gobierno central no se hace cargo de la violencia en Rosario, que alcanzó su récord histórico de homicidios.
Pasan los años, pasan los gobiernos y Rosario sigue desangrándose. La ciudad del sur provincial alcanzó en 2022 su récord histórico de homicidios. De enero a noviembre, hubo 371 crímenes en la provincia de Santa Fe. De ese total, 263 fueron en el departamento Rosario y 63 en La Capital. Fuera de los dos grandes conglomerados urbanos la realidad es muy distinta: en el mismo lapso hubo 45 crímenes en los otros 17 departamentos de la provincia.
Si bien en de noviembre de 2022 hubo un descenso importante de la cantidad de víctimas fatales a nivel provincia, comparado con octubre (de 41 bajaron a 20), las cifras desde julio en adelante siempre estuvieron por encima de los 30 casos.
Las estadísticas de 2022 repiten una tendencia que se mantiene firme desde hace más de una década: nueve de cada diez asesinatos ocurrieron en los departamentos Rosario y La Capital.
En torno a la violencia letal, que deja huellas profundas en la sociedad y contribuye a un clima enrarecido donde los discursos de “mano dura” ganan cada vez más terreno, la política sigue dando muestras de ineficacia. El gobierno provincial de “la paz y el orden” no logró mejorar ningún indicador; por el contrario, los sucesivos cambios en las cúpulas del Ministerio de Seguridad, donde este año asumió Rubén Rimoldi en reemplazo de Jorge Lagna, dejan a la vista que no hay una hoja de ruta clara para abordar un problema cada vez más complejo.
El gobierno de Omar Perotti ya tuvo tres ministros de Seguridad en tres años. Los tres con perfiles y equipos de trabajo muy distintos entre sí: empezó Marcelo Sain, lo siguió Lagna y ahora el cargo lo ocupa Rimoldi. De aquella ambiciosa reforma en materia de seguridad democrática que ensayó Sain apenas asumió, ya no queda ningún vestigio.
La situación es dramática y el gobierno nacional no colabora. Se suceden las promesas de envío de fuerzas federales para “trabajar en conjunto”, pero en los hechos nada de eso se pudo verificar. En su última visita a Rosario, Aníbal Fernández hizo una verdadera exhibición de impotencia política: “Hace 20 años que esto sucede, no quieran achacárselo a un gobierno federal, cuando es la provincia de Santa Fe la que debería haberlo resuelto. La culpa es de todos los gobiernos anteriores”.