ANUARIO 2022 | La historia de un caso emblemático sobre la nula perspectiva de género y la ignorancia manifiesta de las leyes en sectores del Poder Judicial, con un mensaje claro después de la destitución del juez Rodolfo Mingarini: a las víctimas se las defiende.
El 3 de junio de 2021, cuando los feminismos del país volvían a las calles a gritar Ni Una Menos, salía a la luz el video de una audiencia de medidas cautelares celebrada pocos días antes, donde el juez Rodolfo Mingarini ponía en duda la violación de una mujer porque su agresor usó preservativo mientras la ultrajaba. El repudio fue total y el caso tomó trascendencia nacional.
El 17 de mayo de 2022 Mingarini fue destituido por una decisión unánime del Tribunal de Enjuiciamiento de Magistrados de la provincia. El proceso se había iniciado el 8 de julio de 2021, con la denuncia del procurador General de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Barraguirre, según lo establece la Ley de Enjuiciamiento de Jueces. Antes, 20 diputadas provinciales de distintos espacios políticos habían presentado una denuncia conjunta ante la Procuración General.
El fallo de la destitución dio cuenta de una actitud sistemática del ahora ex magistrado: la de desoír el testimonio de mujeres, niños y niñas víctimas de abusos sexuales, y desmerecer las pruebas presentadas por la Fiscalía, apartándose así de la normativa provincial y nacional, y de las convenciones y tratados constitucionales en la materia.
Mingarini no fue destituido por sus resoluciones procesales, sino por los razonamientos que lo llevaron a esas resoluciones. El tribunal de enjuiciamiento no cuestionó que dejara libre al abusador del profiláctico, pero sí dejó en claro que sus argumentos para hacerlo lo encuadran en “la cultura de la violación”.
La ignorancia manifiesta de las leyes y su nula perspectiva de género fueron la clave para su remoción. El mensaje y el invaluable precedente que dejó este fallo es que a las víctimas se las contiene, se las defiende, y, fundamentalmente, se las escucha.
Eso solo due una jugarreta de una de las fiscales del MPA. Un juez que pregunta, que interpone diferentes escenarios y justo se filtra a la prensa el extracto donde dice que no comprende como hace para ponerse un profilactico para ultrajarla. El sospechozo tiene una incapacidad en su mano donde le faltan 4 dedos. Esa fue el plantiamiento. Eso no lo filtraron a la prensa. Fue solo un ardid, sucio ardid, para ensuciar y adoctrinar al resto de los jueces o que actuan bajo miedo, intereses propios o por convicción. No existe el derecho a la presuncion de inocencia. ES UNA CACERIA DE BRUJAS QUE ESTAN DESTRUYENDO VIDA POR RENCOR O DESPECHO