Anuario 2022 | En mayo se terminó de autorizar el primer evento transgénico de trigo del mundo, el HB4, desarrollado por la Universidad Nacional del Litoral y la empresa Bioceres. Miles de científicos y organizaciones socioambientales se oponen a su cultivo por el impacto en la salud y el ambiente.
Argentina es el primer país del mundo en aprobar el trigo transgénico. La autorización se completó en mayo, luego de que Brasil -principal importador del cereal argentino- autorizara la harina, no la semilla. El trigo HB4, desarrollado por el equipo de Raquel Chan en la Universidad Nacional del Litoral, es resistente al glufosinato de amonio, un herbicida cinco veces más tóxico que el glifosato. A pesar de promocionarlo como tolerante a la sequía, Bioceres, la empresa que lo comercializa, reconoció que la planta podría “aguantar” sin agua unos 15 días, pero no la falta de lluvia durante meses.
Miles de científicos y organizaciones sociales se oponen al transgénico por sus efectos perjudiciales para la salud y el ambiente. Tampoco lo quieren las cámaras exportadoras, que pidieron prohibir el hb4 ante el riesgo de que contamine las cargas de trigo convencional y las exportaciones sean rechazadas.
En junio, el fiscal Federal Fabián Canda pidió por segunda vez que se suspenda el trigo hb4 en todo el país debido a serias irregularidades en su aprobación. En julio, su uso y liberación fueron prohibidos en la provincia de Buenos Aires por orden del juez Néstor Adrián Salas, aunque la medida todavía no está firme.