ANUARIO 2022 | Una denuncia realizada por el bailarín, educador popular y psicólogo Gastón Onetto contra un profesional que quiso someterlo a una cura para la homosexualidad, logró un dictamen sin precedentes en el país.
El bailarín, educador popular y psicólogo realizó hace dos años una denuncia en el Tribunal de Ética del Colegio de Psicólogos de Santa Fe contra el profesional que quiso someterlo a una cura para la homosexualidad, acompañado por la abogada Paula Spina.
El 28 de junio, el Colegio emitió una resolución que establece que cualquier tipo de terapia para la 'cura gay' debe entenderse como la representación de un “acto discriminatorio y vejatorio”. También determina la capacitación en materia de género, diversidad sexual y derechos humanos para los profesionales matriculados en ese ámbito y la realización de campañas de difusión acerca de las llamadas “terapias de conversión” para detectar, prevenir, sancionar y erradicar las prácticas incluidas en los Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género (ECOSIG).
"Esta es una temática completamente invisibilizada, mucha gente cree que es algo que pasa lejos. Pero esto pasó en Santa Fe hace 15 años y no sé si no sigue pasando porque hay circuitos a los que es muy difícil llegar, espacios más vinculados a lo religioso donde nadie se atreve a contarlo", nos explicó Onetto. En Argentina no hay leyes específicas que protejan a la población de las ECOSIG, sino lo que se dice legislación indirecta, como por ejemplo en la Ley Antidiscriminación o de Salud Mental.
Después del fallo, el 8 de julio estrenó “La cura. Memorias invertidas” en la Sala Marechal del Teatro Municipal “1° de Mayo”. La puesta comenzó siendo una escena: Le Marique, la imagen de un culo en el aire, libre y sensual. Creció en su construcción estética junto a un equipo artístico que fue también red de contención.
Nacida de la experiencia de su creador, es una obra creada desde la oscuridad, que pone luz sobre aquello que denuncia, no sólo en el sentido de visibilizar, sino que permite que el personaje viva su propia liberación. Que abrace su identidad y la viva plenamente, conectándose con su cuerpo en una danza de puro placer, con el despliegue del virtuosismo escénico de Onetto.
Sobrevivir a las “terapias de conversión” a través del arte, el amor y la denuncia