ANUARIO 2022 | El rechazo al texto de la nueva Constitución se impuso en las urnas. El país busca consensos para tener otra Carta Magna.
Las pretensiones de cambio que inició en las calles de Santiago de Chile en 2019 y la esperanza de una nueva era con la elección de Gabriel Boric como presidente encontraron un escollo en la votación del plebiscito que, en septiembre, debía aprobar o rechazar el texto propuesto para la nueva constitución del país. El “Rechazo” ganó por 61,9% frente al 38,1% del “Apruebo”.
Cerca de 13 millones de chilenos y chilenas, más que nunca antes en la historia, concurrieron a votar. Por primera vez lo hicieron las personas privadas de su libertad. Más de 50 mil residentes en el extranjero apoyaron mayoritariamente el “Apruebo” (60,92% frente al 39,08%).
Tras las elecciones —las primeras obligatorias en diez años— el presidente Gabriel Boric manifestó que “el esfuerzo realizado no será en vano, porque así es como mejor avanzan los países, aprendiendo de las experiencias y volviendo sobre sus huellas para buscar nuevas rutas”.
Luego de los comicios, el mandatario comenzó el diálogo con los diferentes actores del arco político para redactar otro texto que reemplace la Carta Magna vigente, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet. También realizó cambios en su gabinete, un gesto que mostró que, más allá de la Constitución, el gobierno progresista electo en 2021 estaba midiendo sus fuerzas.