Según los últimos datos del Indec, en noviembre hubo una mejora del poder adquisitivo, aunque no se terminó de recuperar la merma del año. ¿Cuánto llevamos perdido desde 2015?
Según el Indec, la inflación clavó un 85,3% acumulado a noviembre, mientras que los salarios privados subieron lo mismo, los públicos un 82,5% y los no registrados un 64,5%. Así, en lo que va 2022, a noviembre el salario privado registrado empató la inflación, mientras que el público registra una pérdida de poder adquisitivo del 1,5% y el no registrado se hunde, con una merma del poder de compra del 11,2% en once meses.
En particular, noviembre fue uno de los mejores meses, sobre todo por la caída de la inflación que se registró (4,9%, la cifra más baja desde febrero), en comparación con una suba de 7,3% en los salarios privados, 5,7% en los públicos y 6,4% en los no registrados.
Todo lo que se perdió
Desde que llegó Macri al poder, los trabajadores privados registrados llevan perdido el 18,8% de su poder adquisitivo y los públicos el 25,6%. Durante la gestión de Alberto Fernández el poder adquisitivo no cayó con la misma brutalidad que durante la gestión de Mauricio Macri, pero siguió en su camino descendente. Es fácticamente imposible recuperar el daño que se inició con la llegada del macrismo.
Que el porcentaje no confunda. Una caída del 25% del poder adquisitivo de un salario registrado equivale a no cobrar el aguinaldo y perder dos sueldos y un poco más en el año. Es muchísimo.
La caída no es pareja. Durante el macrismo el poder adquisitivo se recuperó notablemente en las proximidades de la elección de 2017, que el oficialismo ganó, aunque nunca llegó a los niveles de 2015 (su "mayor" logro fue que los salarios privados quedaran 2,7% abajo de 2015). La mayor pérdida del poder adquisitivo se produce entre 2017 y 2019. La caída es abrupta.
La gestión de Macri terminó con una caída del 20,8% del poder adquisitivo de los privados registrados y de 23,6% de los públicos.
Actualmente, la mayor pérdida de poder adquisitivo durante la gestión de Fernández se observa en quienes tienen salarios no registrados, que acusaron el impacto de la segunda ola del coronavirus. Los no registrados perdieron el 13,4% de su poder adquisitivo desde 2019 y los públicos registran una pérdida del 3,4%. Los privados llevan una (imperceptible) recuperación de 0,2% desde diciembre de 2019.
Pese a que ahora los no registrados son los que peor la pasan, son los trabajadores públicos los que más poder adquisitivo perdieron durante más tiempo, sobre todo desde junio de 2020.
Un gobierno que llegó al poder prometiendo mayor consumo al menos debería terminar con un evidente porcentaje positivo de crecimiento del salario real. Sobre todo en el sector público, que es donde parece que se aplicó el mayor ajuste.