Cada 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales en conmemoración a la Convención celebrada en la ciudad iraní de Ramsar, en 1971. La fundación Wetlands International LAC, dedicada a la conservación y restauración de estos ecosistemas, advierte que más del 35% de los humedales del mundo desaparecieron en los últimos 50 años.
"Llevamos más de 10 años pidiendo una ley -en Argentina- que proteja a nuestros humedales y un inventario que permita conocerlos mejor. Si cuidamos nuestros humedales vamos a estar mejor preparados para afrontar los eventos extremos que nos plantea el cambio climático global", señalaron desde la fundación Wetlands International LAC dedicada a la conservación y restauración de los humedales, en el marco de la campaña por el Día Mundial de los Humedales, que se conmemora este jueves.
Y definieron a los humedales como los ecosistemas "más diversos, valiosos y productivos de nuestro planeta", porque capturan y almacenan carbono, purifican el agua dulce, son el hogar del 40% de la biodiversidad del planeta, brindan el soporte para los medios de vida de muchas comunidades y ayudan a reducir los impactos del cambio climático.
Sin embargo, "más del 35% de los humedales del mundo han desaparecido en los últimos 50 años", precisaron.
En la Argentina, los humedales ocupan el 21,5% del territorio y se ven afectados por "diversas actividades humanas como la contaminación minera, la construcción de grandes obras de infraestructura y urbanizaciones, el avance de la frontera agropecuaria, el uso de cargas ganaderas inadecuadas y el resultante sobrepastoreo y la explotación hídrica", detallaron.
Los incendios en el Delta y las sequías "sin precedentes" en provincias como Santa Fe y Córdoba también "son consecuencia de un mal manejo de los humedales, lo que afecta el ciclo del agua", añadieron.
Llevará más de 300 años restaurar los humedales del río Paraná
Por otra parte, el director del Instituto Nacional de Limnología (INALI) del CONICET-UNL, Pablo Collins, explicó que "la provincia de Santa Fe cuenta con tres sitios (Jaaukanigás, Humedales de la Laguna de Melincué y Delta del Paraná), con más de 700.000 hectáreas comprometidas internacionalmente para realizar un manejo sostenible y responsable. Esta valiosa superficie muestra un destino y un camino en el que aún falta mucho para recorrer".
"Nos encontramos en un momento clave para entender qué es un humedal, y si bien se pueden encontrar diferentes definiciones, algunas más técnicas y otras con un tinte más político, en definitiva la definición siempre refiere a sitios con un elemento común denominador: el agua", señaló el especialista.
En ese sentido, indicó las diversas funciones que tiene el agua: "Permite que comunidades biológicas, especies de plantas, algas, animales invertebrados y vertebrados como aves y mamíferos se desarrollen y eleven la riqueza y diversidad de una zona de manera significativa. Por otra parte, esos mismos humedales brindan al hombre un sin números de beneficios y servicios que van desde uno tan importante como el recreativo y el sosiego mental, al que representa el productivo, que provee de alimentos y agua para el hombre, los animales y riego a cultivos. Además, también existen otros servicios más invisibles al ojo humano, como aquellos que permiten transformar contaminantes, captar excesos de nutrientes y carbono, proveer agua en tiempos de sequía y reunir los excesos de volúmenes en tiempos húmedos".
De esta enumeración se desprende la necesidad de proteger a estar áreas naturales. Collins indica que: "Todos estos servicios son logrados gracias a los humedales que albergan un sin número de especies, desde bacterias y demás organismos microscópicos, hasta plantas y algas que captan energía del sol y proveen de oxígeno; invertebrados, peces y carismáticas especies de anfibios, reptiles, aves y diversos mamíferos que tanto maravillan a los observadores".
Para finalizar, el especialista señala: "En este tiempo, en el que estos sistemas se encuentran vulnerados y estresados, la sociedad juega un papel relevante para su conservación y mantenimiento en el tiempo. El cuidado, el uso de estos sistemas y las actividades económicas que el hombre realiza, deben estar encarados con la responsabilidad de un ciudadano que reconoce los beneficios de los humedales y las obligaciones que ello trae hacia las generaciones futuras".