En los Tribunales de Santa Fe esta mañana se dio a conocer la sentencia que condena a Javier Sen por el femicidio de Daniela Cejas, en enero de 2020. Los jueces Nicolás Falkenberg, Pablo Ruiz Steiger y Leandro Lazzarini lo condenaron a prisión perpetua.
El femicida de Daniela Cejas fue condenado a prisión perpetua hoy, tras una semana de juicio oral y público, dando lugar al pedido que habían formulado la fiscalía y la querella. Javier Sen recibió una pena de prisión perpetua. Por el juicio pasaron aproximadamente 40 testigos.
Los jueces Nicolás Falkenberg, Pablo Ruiz Steiger y Leandro Lazzarini condenaron a Sen por homicidio calificado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre en contra de una mujer, mediando violencia de género (femicidio).
El femicidio fue cometido entre las 21 y las 23 del sábado 18 de enero de 2020 en la sede de una asociación civil Generar, conocida como "Nuestra Casa", ubicada en 4 de Enero al 6600, de la que Cejas era su vicepresidenta. Su cuerpo fue hallado el domingo 19 por su ex esposo. Sen la había matado con golpes de puño, para luego asfixiarla, según se constató en el juicio.
“Además de ser vicepresidenta (de la asociación Generar), Daniela estaba comprometida profesionalmente como coordinadora del equipo interdisciplinario de profesionales de Nuestra Casa”, decía el comunicado emitido en aquel entonces por la institución, dedicada al trabajo con mujeres en situación de violencia.
En diálogo con LT9, la fiscal Ana Laura Gioria señaló que "se llegó a Sen por el aporte de muchos testigos del círculo más íntimo de Daniela que nos informaban que ella estaba transitando una separación en buenos términos con su esposo, seguían viviendo bajo el mismo techo pero ella estaba decidida a vivir en otra casa con sus hijas".
Sen y Daniela Cejas mantenían una relación y solían encontrarse los sábados en el lugar donde ocurrieron los hechos, según se pudo establecer a lo largo de la causa. "Lo calificamos como cínico y perverso porque se acercó a los seres queridos de Daniela demostrando dolor e incomodándolos. Nadie lo registraba, y hasta asistió a las marchas pidiendo Justicia", explicó Gioria.
"El delito fue cometido en un claro contexto de violencia de género", sostuvo la Fiscalía y agregó que "tal como lo planteamos en las distintas instancias del proceso, el acusado y la víctima mantenían una relación desigual de poder basada en el control permanente que él ejercía sobre ella".