La placa es para rescatar la figura y el legado de José “Pepe” Serra en la Casa del Obrero Estudiante. Es una de las iniciativas en el marco de los 450 años de la ciudad de Santa Fe.
La ciudad de Santa Fe ya luce su primera “Marca de la memoria”. Se instaló el pasado viernes, en la Casa del Obrero Estudiante (COE), para señalizar el legado que José “Pepe” Serra le dejó a la capital provincial. La iniciativa forma parte de la primera actividad oficial de un programa municipal que busca mantener viva la memoria colectiva relacionada con personajes y sucesos que dejaron su huella en las calles pero también en las y los santafesinos.
A cargo de la dirección de Derechos Humanos e Integración municipal, e inscripta en las iniciativas por los 450 años de Santa Fe Capital, la marca consiste en la colocación de una placa que incluye un código QR para acceder a más información, a la cual se puede acceder mediante el siguiente link. En este caso, refiere a quién fue Serra, un docente y sacerdote integrante del Movimiento Tercermundista que dedicó su vida a la educación popular y la militancia social.
El director de Derechos Humanos e Integración, Publio Molinas, indicó que la Municipalidad decidió “destacar la figura de Pepe para reivindicar el movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo que en Santa Fe tuvo muchos representantes”. Además, sumó la idea de hacerlo en las puertas de la COE “que es un lugar emblemático donde transitó parte de la vida José Serra, y que hasta el día de hoy tiene una importancia social enorme en nuestra ciudad”.
El enorme valor de “Pepe”
De la actividad participaron funcionarios municipales, concejales, legisladores provinciales y referentes sociales de la ciudad, muchos de los cuales compartieron parte de su camino con Serra. Es el caso de Henry Trevignani, uno de los fundadores de la Casa del Obrero Estudiante, quien recordó que la creación del espacio estuvo a cargo de “un grupo de jóvenes que veníamos del interior, propiciando encontrar las universidades y así iniciamos esta convivencia que se transformó en lo que hoy es la Casa”.
“Nosotros la arrancamos porque pensábamos que la convivencia en las pensiones no nos daba el albergue que queríamos. Entonces, encontrarnos acá era como compartir una nueva historia, reeditando la vida con nuestras familias que habíamos dejado en el interior y con las cuales comunicarse no era tan fácil como ahora”, relató.
Según dijo, al inicio “éramos 10 o 12 estudiantes, arreglándonos como podíamos. No teníamos nada así que lo único que hicimos fue alquilar la casa y nutrirla de todo lo necesario para la vida”.
Por su parte, el presidente de la Fundación COE Norberto Raselli, informó que desde su creación, en 1956, cerca de 3 mil estudiantes de todo el país y extranjeros pasaron por la Casa. “Vinieron a ampararse aquí porque muchos de nosotros no conocíamos Santa Fe y debíamos trabajar y estudiar en esta ciudad, porque eran los requisitos exigidos. Nos sentíamos juntos y contenidos”, mencionó.
Del mismo modo, destacó la figura de José “Pepe” Serra en este contexto, quien “transitaba estos lugares, era un compañero que nos asistía y al que valoramos enormemente”.