A menos de un mes del cierre de listas, se perfilan los contendientes para las elecciones provinciales. La irrupción de Poletti. Las dudas en torno a Losada, Javkin y Lewandowski. Y las nuevas alianzas de centroizquierda.
En la segunda quincena de abril se definirá buena parte de la estrategia de los principales espacios políticos de Santa Fe de cara a las elecciones provinciales de 2023. El sábado 22 sesionarán, en paralelo, los congresos provinciales del PJ y del socialismo. En ambos casos, el motivo central será definir la política de alianzas para las elecciones. Dos semanas después, el 7 de mayo, vence el plazo para la inscripción de alianzas ante la Justicia Electoral, mientras que el 12 de mayo será el cierre de listas. A partir de allí, se pondrá en marcha la campaña.
Si bien las principales definiciones ya se conocen –el socialismo integrará a nivel provincial el “frente de frentes” opositor al peronismo y el espacio político del gobernador Omar Perotti buscará despegarse todo lo posible de la gestión nacional–, todavía restan algunas decisiones importantes que incidirán en el armado de las coaliciones electorales.
En las ciudades más grandes puede haber sorpresas. La irrupción del ex director del hospital Cullen, Juan Pablo Poletti, como potencial precandidato a intendente en Santa Fe puso en dudas la estrategia de Emilio Jatón, que por estos días estira las definiciones sobre su futuro electoral: ¿participará de una gran interna dentro del frente de frentes contra Poletti y Adriana Molina o buscará su reelección por afuera de esa coalición?
En tanto, en Rosario se cocina un acuerdo político inédito que tiene por objetivo desbancar al ex Frente Progresista de la intendencia de esa ciudad. Ese armado -estrictamente local y sin incidencia en el plano provincial– buscará reunir a los espacios de centroizquierda como Ciudad Futura y el Frente Social y Popular con sectores del PJ enfrentados al gobierno de Perotti, entre ellos Unidad Ciudadana y el Movimiento Evita.
La combinación del sistema de primarias abiertas simultáneas y obligatorias con la boleta única como instrumento electoral habilita todo tipo de ensayos, como ya ocurrió en comicios anteriores, ya que los candidatos provinciales no necesariamente traccionarán a favor de los locales y viceversa.
Nombre en danza en el PJ
El diputado nacional Roberto Mirabella recorre la provincia en busca de instalar su precandidatura a gobernador como principal referencia de Hacemos Santa Fe, el espacio político que lidera el gobernador Perotti.
Otros tres legisladores –el diputado provincial Leandro Busatto y los diputados nacionales Marcos Cleri y Eduardo Toniolli– asoman como contendientes de Mirabella en la interna del oficialismo, donde aún persiste una incógnita que podría reordenar todas las estrategias: ¿será precandidato a gobernador el actual senador nacional Marcelo Lewandowski?
Mientras se definen los nombres propios, el peronismo santafesino reunirá a su Congreso Provincial el próximo 22 de abril para definir la política de alianzas para las elecciones generales. Buscan repetir la estrategia de 2019, que le permitió al PJ recuperar el gobierno de la provincia después de 12 años: unidad en la diversidad, como definió en su momento el presidente del partido Ricardo Olivera.
En términos políticos, la principal duda a resolver será el posicionamiento del PJ santafesino respecto al gobierno nacional, que llega golpeado a las elecciones y con la imagen del presidente Alberto Fernández en su piso histórico. Desde Hacemos Santa Fe pretenden “provincializar” la campaña para no tener que cargar con el sayo de la gestión nacional. Los rivales internos de Perotti, identificados con el kirchnerismo, apuntan a todo lo contrario. Esa discusión ocupará el centro del debate durante el próximo Congreso partidario.
Dudas en el frente de frentes
En el principal sector de la oposición, el frente de frentes, hay tres precandidatos lanzados –el diputado provincial de la Maximiliano Pullaro, el senador nacional Dionisio Scarpin y la legisladora “celeste” Betina Florito, alineada a nivel nacional con Miguel Ángel Pichetto– y otros tres que aún no se definieron: la senadora Carolina Losada, el intendente de Rosario Pablo Javkin y la diputada socialista Clara García.
A principios de abril hubo una reunión importante en la ciudad de Vera donde confluyeron todos los sectores que componen el frente de frentes, con la excepción de los radicales que responden a Pullaro. Ese encuentro fue leído como la puesta en escena del hipotético lanzamiento de la precandidatura de Losada, una dirigente recién llegada a la política que mide alto en todas las encuestas.
De confirmarse la postulación de Losada, Scarpin bajará su precandidatura y se reeditará la interna de 2021 entre la ex periodista de América TV y el ex ministro de Seguridad de Santa Fe. No pasó inadvertida la foto que se tomaron en Rosario el ex presidente Mauricio Macri y el referente del PRO en la provincia, Federico Angelini, con la senadora nacional. Losada-Angelini asomo como una posible fórmula de peso para disputarle a Pullaro la centralidad dentro del espacio opositor.
A la espera de una definición por parte de Losada, las diez fuerzas que integrarán el frente de frentes –la UCR, el PRO, el Partido Socialista, Creo, Encuentro Republicano Federal, UNO, Unir, la Ucedé, el PDP y el GEN– presentarán oficialmente la coalición en un acto convocado para el martes 25 de abril en Cayastá. Allí –como en Vera– buscarán mostrar una foto de unidad con potencial electoral, un mensaje claro hacia la ciudadanía de que la oposición está en condiciones de ganarle la provincia al peronismo.
Alianzas de centroizquierda
Días atrás se presentó formalmente el Frente Amplio por la Soberanía, un espacio de centroizquierda conformado por los partidos Soberanía Popular (Carlos del Frade), Pares (Verónica Venas), Bases-PS (Eduardo Di Pollina), Partido del Trabajo y del Pueblo (Mercedes Meier), Alfonsinismo Auténtico (Fabián Palo Oliver), Libres del Sur (Gabriela Sosa) y SI (Alicia Gutiérrez).
Allí confluyen los sectores del Frene Progresista (Pares, SI, Libres del Sur y Bases) que no quieren saber nada con el acuerdo sellado con Juntos por el Cambio y los partidos de centroizquierda que desde hace ocho años cuentan con representación parlamentaria, aunque no tallan en la disputa por la gobernación.
El Frente Amplio por la Soberanía buscará conformar una lista potente para la categoría de diputados provinciales, una arena que también disputarán los sectores religiosos que en 2019 –jalonados por la candidatura de Amalia Granata– se convirtieron en tercera fuerza en la provincia de Santa Fe.
Sin anclaje provincial, se cocinan otras dos alianzas con perfil similar en las dos ciudades más grandes de la bota.
En Rosario, el PJ está decidido a dar pelea por la intendencia –la última vez que ganó en esa categoría fue en 1973– y para lograrlo se puso en marcha una compleja arquitectura electoral en la que buscarán coincidir los vectores progresistas del peronismo que gravitan fuerte en la ciudad del sur –Unidad Ciudadana y el Movimiento Evita– con fuerzas locales como Ciudad Futura. “Movimiento de movimientos”, tal como definió el concejal Juan Monteverde, de Ciudad Futura, quien imagina una interna potente contra el peronista Roberto Sukerman. En 2019, Sukerman quedó muy cerca de la intendencia, pero no logró doblegar a Pablo Javkin. Ahora, con el desgaste de la gestión y la crisis en seguridad, están convencidos de que llegó el momento de un cambio de color político en Rosario.
Algo parecido ocurre en la ciudad de Santa Fe, donde Unidad Ciudada y Fuerza Común –la pata local de Soberanía Popular– ensayan una alianza electoral bajo el nombre Encuentro en la Ciudad. Sus referentes son el concejal Federico Fulini (Unidad Ciudadana) y Pablo Landó (Fuerza Común). “Este espacio busca llevar adelante la construcción de un frente político y electoral que amplíe la base de representación de sectores y expresiones sociales con el firme objetivo de transformar la realidad santafesina actual”, señalaron en un reciente comunicado.