El proyecto, promovido por el oficialismo, fue aprobado este martes por la Cámara de Diputados y ahora debe volver al Senado para su sanción definitiva. Masivo paro y movilización en Montevideo contra la reforma. "Paramos para no perder derechos", fue la consigna de la movilización.
En la noche de este martes 25 se terminó de aprobar en la Cámara de Diputados uruguaya el proyecto de reforma de la seguridad social impulsado por el gobierno de Luis Lacalle Pou. Ahora, la normativa debe volver a la Cámara de Senadores –probablemente en una sesión extraordinaria, este jueves- para que exclusivamente apruebe los cambios que se realizaron en Diputados, dado que la iniciativa ya fue aprobada por ese cuerpo.
La reforma modifica la edad promedio actual para el retiro, hoy en los 60 años, y -de aprobarse- quedará fijada en 61 años para los nacidos en 1973, aumentando en forma escalonada un año para finalizar en los 65 años para los nacidos a partir de 1977.
La jornada estuvo marcada por un paro general de 24 horas convocado por el Plenario Intersindical de Trabajadores - Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT). Se trata de la tercera huelga general contra el proyecto de reforma jubilatoria del Gobierno y afectó al transporte, el servicio de taxis, la salud pública y privada, la actividad bancaria, la educación en todos los niveles y el trabajo en las municipalidades.
"Paramos para no perder derechos" fue la consigna de la movilización a la que los trabajadores llegaron caminando, en bicicleta y en los transportes que procuraron las organizaciones.
Gustavo González, representante de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam), dijo que la comparación que hizo el presidente Luis Lacalle Pou de la reforma jubilatoria sobre leche cortada con agua, pero leche al fin, es la muestra de que en el Parlamento se vota "una estafa".
"Nunca un cheto, nunca un burgués, va a poder utilizar correctamente un proverbio popular", afirmó, y sostuvo que en su barrio "cuando el lechero cortaba la leche con agua estaba estafando a la clientela".
En efecto, el presidente uruguayo se refirió a la necesidad de aprobar la normativa a pesar de los cambios introducidos. "Es una buena reforma. Nosotros teníamos un litro de leche, se le fue echando agua, agua, agua, pero sigue siendo leche. Cuando sea agua no se tiene reforma”, indicó el mandatario.
"Acá, en este acto, está el conjunto de los explotados de este país, que levantan el país a diario. Es en ese marco que tenemos que dar la pelea", apuntó González.
Por su parte, Sergio Sommaruga, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep), afirmó que "hoy el mundo del trabajo está parando para decirle al pequeño mundo de los privilegiados que cuando se quiere poner de rodillas a quienes con su trabajo ponen en pie a este país, este pueblo se moviliza, protesta, lucha, tiene dignidad y conciencia de clase y sale a la calle a luchar".
"La reforma jubilatoria que para muchos se convirtió en una oportunidad lamentable para el toma y daca (...) se termina transando entre gallos y medias noches por leyes para liberar a los genocidas de su prisión", agregó en referencia a los comentarios respecto de que el gobierno y Cabildo Abierto negociaron la aprobación de una ley a cambio de la otra.
Para Sommaruga "esta reforma jubilatoria no es ni justa, ni democrática, ni mucho menos solidaria, pero además es socialmente ineficiente".
Voces a favor y en contra
En la sesión del lunes, donde se trató el articulado en particular antes de la votación general, desde la coalición de gobierno destacaron que "la reforma es necesaria", al tiempo que subrayaron el "espíritu democrático" con el que se trató la iniciativa.
Según declaraciones recogidas por el periódico local El País, el diputado Pedro Jisdonian afirmó que la ley colaborará con "la infancia, la educación, los cuidados, las mujeres, las discapacidades, la vejez y la libertad del trabajo".
En contrapartida, la representante de la oposición Ana Olivera hizo hincapié en los aportes del Frente Amplio (FA) en la comisión de expertos. Aunque se reconoció la necesidad de una reforma, los legisladores opositores sostuvieron que la iniciativa que se debate "no es lo que el país necesita en este momento".
RT @llamerosolo: RT @luisbtelesur: #URUGUAY: Así suena el descontento popular por la polémica reforma al sistema de pensiones y jubilaciones impulsada por el Gobierno, que extiende de 60 a 65 años el retiro por jubilación.¿Escuchará Lacalle Pou el sonido… pic.twitter.com/bhA3XGQ3Vo
— 𝔭𝔯𝔬𝔡𝔲𝔠𝔱𝔬𝔯𝔢𝔰 ˢⁱⁿ ᶠⁱˡᵗʳᵒˢ 🥇 🆗 (@productoresUY) April 26, 2023
En una conferencia de prensa del Frente Amplio, el diputado Gonzalo Civila subrayó que el proyecto tendrá "un impacto muy negativo sobre la mayoría de la sociedad uruguaya", y destacó que la votación se dio en el marco de una "gran movilización", en la puerta de Palacio, de "un conjunto de organizaciones sociales que expresan a amplios sectores de nuestro pueblo, que durante todo el debate de esta reforma jubilatoria han venido planteando su oposición al proyecto, cuya esencia es exigirle a la gente más requisitos para poder acceder a una jubilación o a una pensión".
De los 307 artículos que tiene el proyecto, el FA apoyó una veintena –completos o parcialmente–. Civila subrayó que el corazón de la iniciativa la oposición no la acompañó, pero los artículos que votaron fueron, sobre todo, "en el marco de los planteos" que les hicieron organizaciones sociales.
Entre los que votó el FA están el artículo 18 (sobre la aplicación de oficio del cálculo más beneficioso) y el 45, que establece que, para las madres, el período de años considerado para calcular el promedio previsto por el proyecto –20– "podrá reducirse a razón de hasta dos años continuos por cada hijo".
Con información de Télam, El País y La Diaria