En el acto por los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner recordó la política económica de sus gobiernos y la relación con el FMI. Además llamó a renovar el pacto democrático. Repudió a la Corte Suprema y a "los economistas" que abogan por un Estado reducido.
Cristina Fernández de Kirchner habló a la militancia en el marco del acto por los 20 años de la asunción del ex presidente Néstor Kirchner. Allí se dirigió a la militancia, realizó un repaso de los gobiernos kirchneristas, recordó las privatizaciones y la deuda contraída externa contraída por Cambiemos para responder a los "economistas" que hablan de achicar el Estado. También apuntó como la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a la que llamó "camarilla indigna". Y manifestó: "Me odian y me proscriben porque nunca voy a ser de ellos"
En el palco la acompañaron Wado de Pedro, Máximo Kirchner, Sergio Massa, Axel Kicillof y Alicia Kirchner. El presidente Alberto Fernández no estuvo en la Plaza de Mayo pero la única oradora del acto hizo referencia al actual gobierno: "Dije que iba a haber crecimiento después de la pandemia, pero que cuiden los precios o al crecimiento se lo iban a llevar cuatro vivos. Fue lo que pasó: se lo están llevando cuatro vivos. Pero este gobierno es infinitamente mejor que lo que hubiera sido otro gobierno de Mauricio Macri".
El acto contó con una importante participación sindical con la presencia de la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina (CTA), lAsociación de Trabajadores del Estado (ATE), Asociación Bancaria, SMATA, Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Unión Tranviarios Automotor (UTA), SUTERH, Federación Gráfica Bonaerense (FGB), Sindicato Químico Pilar, gremio de Aeronáuticos, Federación de Docentes de las Universidades (Fedun), Sindicato de Obreros Curtidores, Asociación Argentina de Trabajadores de las Comunicaciones (AATRAC), Utedyc, S.T.I.H.M.P.R.A, Conadu, Fetraes, entre otros.
También estuvieron las organizaciones Barrios de Pie, Los Irrompibles, Movimiento Lealtad, Movimiento Popular Nuestra América, Movimiento Popular La Dignidad; y múltiples organismos de derechos humanos como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Nietos, entre otros.
Y se hicieron presentes agrupaciones políticas como La Cámpora, Encuentro Peronista, Movimiento Evita, La Néstor Kirchner, Muchachos Peronistas, Agrupación 20 de noviembre 'La 20', Agrupación Perón Vuelve, entre otras.
Aquí, los fragmentos sobresalientes de su discurso:
"Es necesario que llevemos a todos los rincones de la patria, en cada escuela, barrio, comercio, calle, que cuando él llegó era así de chiquito el Estado y la deuda era así de grande.
Ese país que recibió aquel presidente patagónico de apenas 22% de votos, que sigue viviendo en el corazón del pueblo, ese país que recibió venía de una gran crisis en 2001.
Néstor recibió la deuda soberana defaulteada más grande de la historia y la reestructuró contra viento y marea logrando la quita de capitales e intereses más importante de la historia.
En estos tiempos en que se habla tanto del Estado, de un Estado que no moleste, cuando Néstor llegó después de la crisis de 2001 el Estado era así de chiquitito y la deuda externa así de grande.
YPF, Aerolíneas, el Correo habían sido privatizados. Cuando él llegó se jubilaban unos pocos. Los recursos de los trabajadores habían sido regalados a las AFJP. El 60% de los jubilados eran pagados por el Estado Nacional. Toda la gente había quedado a la intemperie.
Durante su estatización, el Estado pagaba los sueldos de Aerolíneas Argentinas y el combustible de los aviones. Tuvimos que importar energía con YPF privatizada. Si todo estaba en los privados y en manos de los buenos administradores, ¿por qué debíamos tanta plata? Porque privatizaron la deuda en 1982 y la aumentaron en los 90 para sostener la dolarización.
A la Patria hay que tomarla sin beneficio de inventario. Hay que amarla completa.
No tendremos el título de economistas. Néstor era un simple abogado, como yo. Pero fuimos los kukas los que pagamos 100 mil millones de deuda. La deuda que pagó Néstor era la que había sido estatizada por la dictadura. Pero además, junto con Lula, pagó la deuda con el FMI. Es ahí cuando Argentina y su gobierno votado en las urnas recupera el control de su economía y comienza un proceso de industrialización y la construcción de una red social de inclusión para una sociedad devastada.
No es pecado pagar buenos salarios, es de buenos cristianos. Aquellos gobiernos terminaron con el mejor salario de Latinoamérica y la mayor participación de los trabajadores en el PIB, más del 51%.
Muchos dicen que mi segundo gobierno no fue tan bueno. Creo que fue porque cuando más ganaron los trabajadores y cuando más guita ahorró la gente.
Acá nos quieren imponer que el mercado todo lo resuelve. Las argentinas y argentinos necesitamos algo diferente. No podemos seguir atados a los precios internacionales, a que llueva o a que salga el sol. Necesitamos una articulación público privada para agregar valor. Esa es la discusión que están esperando los argentinos y no las boludeces que se dicen todos los días en los medios de comunicación.
No puedo olvidar la plaza de la calabaza: la del 9 de diciembre de 2015, cuando nos despedimos pero no para siempre. Y no me despedí. Para una militante política de mi generación fue un orgullo haber podido decirles a los argentinos, después de tres períodos de gobierno, que les dejábamos un país mucho mejor que el que recibimos.
Cuando volvimos en 2019 recibimos una Argentina endeudada, era el país que más deuda extranjera había tomado. El FMI les dio 45 mil millones de dólares para que puedan ganar las elecciones. Y ni así pudieron ganarlas. Entregaron un país endeudado, con dos dígitos de desocupación y 200 mil millones menos de PBI. Eso dejaron lo que hoy quieren volver a conducir el país.
Dije que iba a haber crecimiento después de la pandemia, pero dije que cuiden los precios porque si no al crecimiento se lo iban a llevar cuatro vivos. Fue lo que pasó: se lo están llevando cuatro vivos. Pero este gobierno es infinitamente mejor que lo que hubiera sido otro gobierno de Mauricio Macri.
Me odian, me persiguen y me proscriben porque nunca voy a ser de ellos. Yo soy del pueblo y de ahí no me muevo.
Hay que construir profundidad de la organización. Una sola persona no puede, tiene que haber cuadros que tomen la posta y lleven adelante el programa de gobierno que Argentina necesita.
El del FMI fue un préstamo político y política tiene que ser también la solución. En todo caso que lo aten a un porcentaje de importaciones pero que dejen de querer dirigir la política y clausurar la industrialización del país para que sigamos siendo exportadores de materias primas.
Litio: no digo que los autos eléctricos los hagan acá, pero al menos hacé la batería hermano, si te estás llevando todo de acá. A veces escucho a algunos dirigentes alegrarse por las exigencias que pone Bolivia para el litio porque las empresas se van a venir acá. ¡Qué vocación de colonia!
Hay que renovar el pacto democrático. Se los digo como parte de una generación que fue devorada en la vorágine de la violencia política, con hijos que no los pueden ir a llorar a una tumba. No puede haber un argentino de bien que no se oponga a esas prácticas horribles.
Es necesaria la renovación de ese pacto democrático y devolverle al país un Poder Judicial que se evaporó en las tramoyas de una camarilla indigna.
Contra todos los defectos que pueda tener alguien que ocupa el Poder Ejecutivo o Legislativo, la ciudadanía tiene una garantía que es el voto. Tenemos que repensar el diseño institucional argentino y terminar con la rémora monárquica de personas que son designadas de por vida. Eso no es democracia.
Ante la deuda externa, se hacen los otarios como perro que volteó la olla y después hablan de republicanismo. Es hora de que respetemos la Constitución y se investigue la deuda. Que los poderes no estén al servicio de las corporaciones".
Mirá el discurso completo: