La salud mental, el acceso a la educación sexual integral, que haya condiciones dignas para estudiar y la situación económica del país. Las juventudes mencionan sus preocupaciones y quieren ser escuchadas.
Mientras suena el timbre y un profesor dicta una nota en el cuaderno de comunicaciones a un grupo de alumnos sentados en el patio, Facundo Blanco sonríe y habla con entusiasmo. Cuenta que tiene la edad que acaba de admitir la provincia de Santa Fe para votar –16 años– y que participa del centro de estudiantes de su escuela, el Liceo Argentino de Navegación Fluvial “Nuestra Señora de Guadalupe”. Mientras se presenta, afirma: “Quienes no están de acuerdo con que votemos, quizás tengan miedo de perder su puesto. Por ejemplo, los diputados son gente grande y no nos tienen en cuenta en la agenda política”.
Entre los temas que le interesan, sostiene la falta de espacios para hacer deportes. Sus pares de otras escuelas agregan: salud, educación, ambiente, economía. Para todos y todas, el denominador común es la preocupación por el futuro.
Brunella Albornoz es vicepresidenta del centro de estudiantes de la Escuela N° 262 República Argentina. Afirma que en su escuela las chicas y los chicos están muy interesados en la salud mental y en la educación sexual integral. Y admite: “Yo nunca vi a un político hablar de esto”. Pero, sostiene, es un tema recurrente entre sus compañeros. “Sobre la salud mental, siento que quieren información. Hay muchos chicos que están muy mal, que tienen problemas en su casa, que no están a gusto con lo que sienten o con lo que les pasa y no tienen con quien hablarlo”, ejemplifica.
Noelia Camusso está de acuerdo con que la salud mental es una prioridad. “Desde que estamos en pandemia, el suicidio es una de las causas de muertes más comunes en jóvenes”. La militante sintetiza: “Se matan por tanto estrés, pero de eso no se habla. Te dicen que es sólo una etapa, que ya va a pasar”.
Por su parte, Irina Gariboglio Zóttico agrega dos temas a la agenda política actual de los jóvenes, que no siempre está plasmada en las plataformas electorales: la participación política y la educación sexual. “Por otra parte, nadie nos enseña a votar, nadie hace un simulacro de votación para que sepamos. Compañeros de otras escuelas que participan de la Federación cuentan que tienen compañeras del primer y segundo año que tienen sus primeras situaciones sexuales y no saben cómo actuar, no saben cómo protegerse”, asegura.
En cuanto a la educación sexual integral, su compañera de escuela Brunella, dice que lo que falta es información. “Hay algunos que están más informados y pueden explicarles a otros, pero a veces se llega con información errónea”. Mientras las chicas comentan el impacto de la falta de una política educativa en la materia, la ley de educación sexual integral en la provincia de Santa Fe sigue demorada en la Legislatura.
Sobre el futuro, Brunella comenta que no muchos chicos pueden acceder a la educación porque no tienen cómo pagar sus apuntes, su material para la escuela.
Noelia e Irina forman parte de la Federación de Centros de Estudiantes de Santa Fe, que nuclea a estudiantes de toda la provincia. Por esa participación, Noelia es delegada de su zona y tiene la tarea de formar centros de estudiantes allí donde no los hay, de acuerdo a la Ley Nacional de Centros de Estudiantes. La normativa establece la obligatoriedad de que cada establecimiento escolar de nivel medio cuente con un espacio de participación estudiantil.
“Somos 50 delegados en toda la provincia que vamos formando centros de estudiantes para que todas las escuelas tengan. En mi caso, tengo un compañero con el que dividimos tareas. La semana pasada tuvimos una reunión con una lista para poder tirarle tips y esas cosas. Una vez que la lista es elegida, seguimos en contacto para que puedan sostener reuniones y presentar proyectos”.
En ese marco de intercambio de experiencias, se llevó a cabo —en marzo pasado, en la localidad de Moisés Ville— el Encuentro Provincial de Jóvenes Protagonistas, impulsado por el Ministerio de Educación. Durante tres días, las y los estudiantes trabajaron en diferentes ejes relativos a los derechos humanos. “Allí escuché, por parte de distintos compañeros, la necesidad de que todos tengamos condiciones buenas y salubres para poder ir a estudiar”, señala Noelia.
Y pone un ejemplo: “En una escuela que formé lista, me contaban que cuando llueve fuerte se llueve todo dentro del aula”. La estudiante reflexiona: “El Ministerio de Educación tendría que asegurar que tengamos las condiciones para estudiar, porque al fin y al cabo vamos a ser el futuro del país. Hay una frase que me gusta que dice ‘Si los jóvenes hacen patria, la patria se hace joven’. Pienso que tiene mucha razón, porque al fin y al cabo estamos estudiando para poder sacar el país adelante”.
En Venado Tuerto, Santino Arduini opina: “Está a la vista que la educación pública se está viniendo abajo. Muchas veces se dice que los jóvenes somos el futuro y no: los jóvenes somos el presente y proyectamos nuestro futuro. Pero para eso tenemos que tener las herramientas necesarias”.
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Al respecto, alude a la inestabilidad económica del país: “Hoy se trabaja muchas horas diarias y no es para tirar manteca al techo, es para sobrevivir. Si nos preguntan qué queremos los jóvenes hoy, es no trabajar demasiadas horas para que después la plata no alcance, que se valore el trabajo y mayormente el estudio”.
Desde Reconquista, Ana Agüero se expresa en el mismo sentido. “Las medidas que se toman en cuanto a la educación, a la cultura o al deporte me afectan directamente. Por eso me parece importante poder elegir”. La estudiante expresa además la necesidad de que haya una perspectiva ambiental en las políticas: “Cerca de donde vivo estuvieron quemando las islas”, dice y subraya la importancia de medidas que frenen los incendios intencionales de los humedales.
Los testimonios provenientes de distintos puntos de la provincia van en el sentido de un estudio publicado en 2022 por Unicef y CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento). El mismo revela que, en Argentina, los temas que más preocupan a jóvenes de entre 12 y 24 años es la calidad educativa (30%), la salud mental (26%) y la pobreza (18%). La encuesta de Unicef y CIPPEC también refiere a la violencia de género y el acoso, la formación laboral, el cuidado del medio ambiente y la crisis climática.
Quienes estudian hoy en las escuelas secundarias de la provincia son hijas e hijos de la crisis de 2001 y de los intentos posteriores por recomponer los lazos sociales y económicos. Se trata de una generación que lleva tras sí varios años de desarticulación del trabajo formal, un mal que arrastramos desde la dictadura y que borra la sensación de tener un horizonte seguro y de un Estado al que aún le falta para garantizar plenamente todos los derechos.
En el aniversario 40º de la democracia, hay en Santa Fe jóvenes que inician su vida política entendiendo que el voto fue un derecho que hubo que conquistar. Con reuniones, con asambleas, con organización. Son los pibes que fueron a la Legislatura a exponer por qué querían votar.
Esa es una marca de identidad que atravesará sus formas de ejercer la ciudadanía, más allá del espacio que los acoja en la participación. En esa línea, conquistada la posibilidad de elegir a sus candidatas o candidatos, buscan organizarse y construir una voz colectiva que sepa manifestar lo que les falta. La patria se hará joven en la medida que sepa escuchar.