El candidato a gobernador sostuvo que los 19 efectivos absueltos por la desaparición y muerte del joven en Rosario fueron víctimas de una "injusticia". Para la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el fallo "legitima la violencia policial".
Luego de la absolución de 19 policías investigados por la desaparición forzada seguida de muerte de Franco Casco en Rosario, el candidato a gobernador de Unidos para Cambiar Santa Fe Maximiliano Pullaro sostuvo que los efectivos fueron víctimas de una "injusticia" y aseguró que "muchos deberían pedirles disculpas". Fue en el marco de la visita a Rosario de Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales, aspirantes a presidente y vicepresidente respectivamente, para la presentación de su plan en materia de seguridad.
“La Justicia habló y habló con mucha claridad después de que seis años policías estén detenidos, en función de la mirada de la Justicia, injustamente", afirmó Pullaro, quien consideró que "cuando las causas se politizan, termina pagando gente inocente". El candidato a gobernador, que venció ampliamente en las elecciones primarias en la provincia, expresó haber sentido "mucho dolor porque hubo policías que estuvieron presos en cárceles federales”. “Se cometió una injusticia contra los policías y muchos deberían pedirles disculpas a esos policías”, concluyó.
El fallo
Los diecinueve efectivos fueron absueltos el martes pasado por el Tribunal Oral Federal en lo Criminal 2, luego de un juicio que durante un año y medio investigó las causas de la desaparición forzada seguida de muerte de Franco Casco, un joven de 22 años detenido en la comisaría 7° de Rosario en octubre de 2014 y cuyo cadáver fue encontrado luego en el río Paraná. Catorce de ellos enfrentaban posibles penas de prisión perpetua.
Gran repudio a la absolución de los 19 policías en la causa Franco Casco
El fallo fue dictado con los votos a favor de los jueces Eugenio Martínez Ferrero y Ricardo Moisés Vázquez y con la disidencia del magistrado Otmar Paulucci, que pidió "condenar a Diego Álvarez, a Franco Luciano Zorzoli y Romina Anahí Díaz como coautores penalmente responsables del delito de privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por funcionario público con abuso funcional con el delito de imposición de tortura seguido de la muerte". Sin embargo, los tres fueron absueltos junto a Cecilia Contino, Walter Benítez, Fernando Blanco, César Acosta, Guillermo Gysel, Cintia Greiner, Rocío Hernández, Marcelo Guerrero, Enrique Gianola Rocha, Esteban Silva, Ramón Juárez y Ramón Juárez, policías que trabajaban en la comisaría 7º; Pablo Síscaro y Daniel Escobar, agentes de Asuntos Internos; y Daniel Crespo, vecino del barrio Luis Agote. De esta manera Álvarez, Benítez, Blanco, Contino, Acosta, Gianola Rocha, Greiner, Guerrer, Gysel y Silva, que se encontraban en prisión preventiva, fueron liberados inmediatamente.
"Un fallo que legitima la violencia policial"
La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que fue querellante en la causa, expresó en un comunicado que "fallos como este legitiman la violencia policial e incentivan la repetición de estos hechos, donde fuerzas de seguridad detienen a jóvenes pobres por portación de rostro, los torturan y –cuando 'se les va la mano'- los matan".
En el texto, el organismo enumera testimonios de testigos que corroboraron que Casco sufrió torturas en la Comisaría 7º, como el de D.O.N., quien "relató que esa noche se escuchaba que el joven pedía agua, que le dolía, que le pegaban"; el de M.O.N., que "afirmó que esa noche se escuchaban muchos gritos fuera de lo normal, gritos de un pibe que decía basta, y después no se escuchó más nada"; el de C.A.O., que contó que esa noche " escuchó gritos desgarradores de alguien a quien le estaban pegando mucho", y que "los golpes duraron un buen rato, hora, hora y media"; el de P.D.A., que manifestó que a Franco "le estaban tirando agua, estaba gritando y después dejó de gritar"; y el de J.E., que sostuvo que "se asomó a la reja y les dijo a los policías que lo dejaran de golpear, que no podía soportar que lo torturaran, que lo sacudieron por todas las paredes, lo golpeaban exageradamente".
Además, la secretaría resaltó la existencia de "un informe pericial odontológico del cual surgió la pérdida de tres piezas dentales de Casco mientras estaba con vida, compatibles con trauma". "Sin embargo, a pesar de la prueba y los testimonios tan exactos, dos de los tres jueces del Tribunal avalaron tales conductas con una absolución masiva de todos los imputados", cuestionó el organismo, que manifestó que "acompañará las instancias recursivas correspondientes a fin de continuar en la búsqueda de Verdad y Justicia para que hechos como estos no se repitan".