Dice Brecha en su habitual columna: "En el fondo, las inteligencias artificiales son prejuicios hecho código". Lo que es tenerla clara, ¿no?
I
Al parecer necesitaremos rótulos y avisos para todo aquello que se considere objeto o producto de clasificación. Según informa el diario The Guardian: “La UE ha instado a las empresas de redes sociales, incluidas Google y Facebook, a que comiencen "inmediatamente" a etiquetar el contenido y las imágenes generadas por inteligencia artificial como parte de un paquete de medidas para combatir las noticias falsas y la desinformación”. Es más que nada por la Guerra entre Rusia y Ucrania. Aquí necesitamos octógonos de medidas económicas. O Etiquetado de medidas del fondo o del comando sur.
II
Desafiar las metáforas informáticas: AI = Minería de Datos. Aprendizaje automático= optimización estadística. En el fondo, las inteligencias artificiales son prejuicios hecho código.
III
Noel Burch, un teórico del cine, nos cuenta que Los diarios New York Dramatic Mirror y Moving Picture World contribuyeron a prescribir no sólo los contenidos para las clases más “elevadas” y las censuras para el proletariado (Código Hays), sino la conformación de un “lenguaje” en un MRI, similar a otras expresiones burguesas. El cine estadounidense comenzó a construir y a propagar los cánones de belleza eurocéntricos y a objetualizar a la mujer, estereotipándola, como atracción de la mirada falocéntrica legitimada por una forma social estructurante de los géneros (mujer = belleza, hombre = fuerza). Uno de los cronistas del Moving Picture World, Stephen Bush lo decía así: “Apenas nos entretiene contemplar la imagen de un hombre. Si sólo es agradable de ver, lo normal será que resulte poco viril. Si está provisto de fuerza de carácter, en general se deberá a que no es muy hermoso. Para todo aquello que embellece la vida nos volvemos a la mujer, y puesto que el interés que tiene el cinematógrafo es de esencia visual, este interés se concentra naturalmente en la heroína de la historia. Para convenir al papel, debe estar hecha para el amor. Ciertamente, hay que tener en cuenta las exigencias del papel y un buen gusto en materia de vestuario, pero, cuando ella embelesa la mirada, cuando enloquece los sentidos de los hombres más sensatos por medio de una panoplia de potentes atributos femeninos, entonces hemos ganado la partida, puesto que encarnará a la criatura ideal de todas nuestras penas del corazón, de todos nuestros sueños.” Los sesgos que construyen la minería de datos a lo que llamamos inteligencia artificial, no tienen nada novedoso, pero se evidencian más rápidos y se construyen con halo de certeza. “La biología no es el cuerpo, es el discurso sobre el cuerpo”, dijo Donna Haraway, hace un tiempo.