Mano a mano con Gustavo Chara, precandidato a senador por La Capital en la interna de Juntos Avancemos (peronismo), en la lista que lleva a Leandro Busatto para la gobernación.
Gustavo Chara es un abogado de 37 años, hijo de peón del norte de la provincia que despertó a la política con la 125 y que hoy va de precandidato a senador por el departamento La Capital dentro del peronismo, con Leandro Busatto como gobernador. “Nací en Las Toscas, un pueblito que ir al norte a más de 400 kilómetros de acá de la capital, toda mi infancia pasé en un pueblito casi rural, donde uno podía salir a jugar a la esquina el potrero con amigos de amigas del barrio. Hice toda la primaria ahí en Las Toscas después fui a una escuela técnica en la secundaria, quizás ahí pueda encontrar la primera experiencia de trascender desde lo individual a lo colectivo cuando tuvimos la posibilidad, con un grupo de compañeros y compañeras de curso, de armar el Centro de Estudiantes de la escuela. Fue en cuarto año, tenía 16 años, ante la necesidad, me acuerdo patente, de comprar un equipo de música para los actos, el que teníamos en la escuela era muy viejo y ya no servía”.
Chara se vino a Santa Fe para estudiar en el 2003. “Yo viví concretamente que había como una irrupción en la política nacional o que se inició un proceso nuevo en la posibilidad de una política pública, en este caso una beca que me permitió estudiar, con una contraprestación de aprobar mínimo cuatro o cinco materias en el año para poder mantenerla. Sin entender mucho, ni comprender qué sucedía en ese momento, pero bueno, la inversión en educación pasó al 6%”, dice vinculando su vida personal con el surgimiento del kirchnerismo.
Las noches de peñas universitarias y de militancia en la Juventud Universitaria Peronista tomaron otro color cuando estalló la disputa por las retenciones. “Conozco en profundidad las asimetrías que tiene la provincia de Santa Fe, vinculadas a la tierra y sus recursos. Si bien con la 125 hubo un error técnico que después fue reconocido, quedó sobre la mesa que era una política que intentaba de alguna manera generar un proceso de distribución de riqueza, sacarle a los que más tienen para poder distribuir”, explica Chara, “Yo viniendo el norte, conozco de primera mano muchas injusticias que están vinculadas al acceso a los recursos estratégicos de nuestra provincia, lo que se genera con esos recursos, un excedente de riqueza muy grande. Si el Estado no tiene la capacidad de intervenir y generar procesos de distribución es muy difícil que cambiemos la matriz, no solamente de nuestra provincia sino en términos generales para nuestro país”.
“Nosotros estábamos iniciando una experiencia con el peronismo universitario en la Facultad de Derecho, pero no atada a lo que se discutía a nivel nacional, sino que era más algo vinculado a algunos voluntariados y trabajos territoriales. Cuando se genera un debate profundo sobre qué modelo de país se empezaba a discutir en la Argentina, con nombres propios y sin eufemismos, yo ahí entendí que tenía que tomar un posicionamiento mucho más comprometido, más profundo, con un modelo de país que genere un proceso de inclusión”, agrega.
Por los votos
“Tengo una gran experiencia vinculada a participar en procesos colectivos de militancia, donde pensamos soluciones colectivas para los problemas comunes, como me gusta decir a mí. Hice una experiencia del 2019 del 2022 en la gestión provincial, me tocó ser Secretario de Integración Social e Inclusión Social Productiva del Ministerio de Desarrollo Social, donde generamos algunos procesos virtuosos, pero con mucho voluntarismo, diría yo. Quisimos transformar algunas realidades injustas, pero sin un acompañamiento estratégico o una decisión política de tocar algunos intereses profundos, sin salir de la mirada asistencialista de una política social”.
–Eso es una crítica a la gestión provincial.
–Sí, es una crítica, claramente. Nosotros teníamos mucha expectativa de generar procesos de inclusión a través del Estado provincial, alineado con el gobierno nacional, sobre todo en el centro norte, un territorio con muchas desigualdades y muy pocas oportunidades. Yo entendía que era momento para generar otra cosa y no pudimos hacerlo, aún falta una visión estratégica de gobierno.
–Ahora vas por los votos, no es lo mismo que ser nombrado como funcionario.
–Nunca tuve la posibilidad, por distintos motivos, de exponerme a través de una propuesta a que la sociedad pueda verme como una alternativa a ocupar un lugar estratégico. Es poco común encontrar un ciudadano, un vecino, una vecina, que sepa qué hace el senador y la verdad que es un lindo desafío intentar caminar el departamento de La Capital sobre la base, primero, de generar un sentido común que pueda acercar a una institución tan importante como es el Senado. Hay un exceso de representación de los más poderosos en el Senado, a contrapartida de la falta de legislación a través de proyectos que puedan de alguna manera involucrar a la vida cotidiana de la gente común. Esto es algo también que va más allá la coyuntura. Queremos poder trabajar a largo plazo ideas, propuestas, proyectos, en términos generacionales también, y salir de la improvisación que tiene la política en general, planificar algunas ideas ya en clave de metropolitana. Desde la senaduría se pueden hacer muchas cosas para transformar la realidad, me parece que hay que recuperar ese rol estratégico que el Senado perdió, no solamente el Senado del departamento.
–La senaduría de La Capital también es del peronismo.
–Hoy el senador del departamento de La capital se dedica solamente a hacer lo mínimo que le puede exigir una agenda institucional, pero claramente no es la agenda de la sociedad. El Senado actual se resume a hacer una ayuda institucional, un fortalecimiento adicional, hay un desaprovechamiento de una oportunidad histórica para trabajar sobre las asimetrías que tiene el departamento de La Capital.
La campaña y la antipolítica
–¿Ves una reacción antipolítica en el electorado, cuando hacés recorrida de campaña?
–Siento que hay frustración. Una frustración concreta con respecto a que la política no puede resolver algunas cuestiones mínimas, generar certeza en el presente, alguna oportunidad de trabajo a estas familias jóvenes, sobre todo. Encuentro en las recorridas esta insatisfacción democrática, de la que nos habla Cristina. El Estado no muestra que es eficiente para resolver esta microrrealidad. Si piensa solamente en la macroeconomía, no puede bajar de los buenos índices, la macroeconomía a la microeconomía, para que las familias puedan tener un poquito más de certeza. No me resigno, soy optimista. Creo que se pueden cambiar las cosas sobre la base de tres ideas. No puede faltar, primero, animarse a pelearse o a discutir con los poderosos, con los que más tienen. Pensar cómo hacemos para descomprimir esa concentración tan grande que hay de riqueza en nuestro país y en nuestra provincia. Segundo, formarse generacionalmente. Formarse, pero sin dejar de recorrer el territorio, sin dejar de comprometerse con el contexto. Tercero, tener capacidad de convocar, de organizar y de gestionar. En estas tres cosas, en términos generacionales, nosotros podemos aportar mucho, pero no sobre la base de nombres propios, sino sobre la base de propuestas colectivas y entender que lo colectivo siempre es mucho más potente que los nombres propios. Tener la capacidad desde lo colectivo de generar proyectos disruptivos, animarse a salir de ese posibilismo. Todas las políticas públicas que nosotros pensemos tienen que tener algunos ejes transversales en los que nosotros no podemos retroceder: sustentabilidad ambiental e igualdad de género.
–Es todo un dato lo que decís, sobre todo teniendo en cuenta que se cumplen 40 años de vida democrática
–Otra de las cosas que al menos en mi generación ve y que por ahí nos frustra es que la democracia en términos formales es muy linda, pero a la hora de generar mecanismos que puedan concretar derechos o garantías es muy difícil que se concreten en la práctica. Nuestra generación tiene que pensar algunas ideas superadoras para que la democracia no sea solamente letra muerta o algo formal, sino que sea "más plebeya" como dice Álvaro García Linera, que pueda realmente meterse en la cotidiana de la gente común. El dirigente político tiene que estar de cuerpo presente, caminando en el territorio. El otro día estuvimos recorriendo Villa Canario, un barrio de Laguna Paiva, donde nos encontramos con un pibe de 30 años muy enojado con la política, con mucha razón. Él nos decía que la política en general juega con sus sentimientos, eso me quedó muy grabado porque estaba muy frustrado, con 30 años no encontraba una oportunidad de trabajo que le dé certeza para tener un proyecto de vida para él y su familia. Había puesto un emprendimiento de ladrillería, que da laburo a cinco pibes más. ¿Cómo hacer para que la política, en el peor de los casos, no sea un impedimento para que él progrese, por una mala decisión o por una falta de planificación? ¿Cómo hacer para que la política pueda tener un proyecto estratégico, una planificación para fortalecer esos emprendimientos?
Las propuestas
“Tenemos que poder pensar estratégicamente cuatro o cinco ejes que vuelvan a poner a Santa Fe de cara al futuro, liderando la región”, afirma Chara.
Territorio y hábitat. “Hay que repensar el desarrollo territorial y el hábitat en un departamento que tiene mucha concentración. En la ciudad de Santa Fe, del 100% del suelo habitable, el 5% es público, del Estado nacional, provincial o municipal. No hay un banco de tierras públicas para que familias jóvenes puedan tener acceso a un lote y que el Estado pueda estratégicamente planificar qué hacer con ese suelo público. Para mí, hay que planificar lotes con servicios, para que eso genere el primer pasito para que familias jóvenes puedan hacer ahorro estratégico, comprarse ladrillo a ladrillo, levantarse su casa. Hay una clase media que puede a fin de mes ahorrar unos pesos, pero los terminan consumiendo. Hay más de 50 hectáreas que corresponden al Estado nacional, provincial, municipal, que están dentro de lo que es la categoría de suelo habitable en Santa Fe. Si el Estado no interviene ahí, el negocio inmobiliario avanza. El negocio inmobiliario es inmoral en el departamento, en nuestra ciudad. Hay una concentración de tierras estratégicas en Santa Fe con la base de apropiarse de tierras para construir grandes torres que después a las que no puede acceder ninguna persona común que por más que tenga un salario.
Educación. En la provincia de Santa Fe hay más de 5200 establecimientos educativos, nosotros los hemos recorrido todo el tiempo con Leandro Busatto. La política educativa no es una política de Estado sino que se resuelven cosas a través de parches. Un ejemplo claro es el deterioro que hay en términos de edilicio de las escuelas. Queremos un Plan Quinquenal para refaccionar las 5200 escuelas, decimos Plan Quinquenal porque excede un plan de gobierno, que dura cuatro años. Mil escuelas por año se pueden refaccionar tranquilamente.
Deporte. Para el deporte, creemos que Santa Fe necesita un Ministerio de Deporte. El deporte genera inclusión para los pibes, queremos que puedan tener clubes con condiciones mínimas de accesibilidad, agua caliente, cuestiones edilicias, equipamiento, cosas que nosotros vemos en las recorridas que en los clubes no hay. Ni siquiera pueden pagar la luz. Hay una proporcionalidad entre el deterioro del club y el deterioro de los lazos sociales. Planteamos la creación de una ley de financiación deportiva cobrándole el 1% de la tasa de importación y exportación a la cerealeras. Nosotros decimos qué es lo que queremos hacer y de dónde vamos a sacar los recursos.
Seguridad. También la cuestión de la seguridad ya no es un problema solamente de Santa Fe o de Santo Tomé como ciudades grandes de La Capital, sino que también empezamos a tener problemas de inseguridad en otras localidades más pequeñas. Tenemos que recuperar el eje, es una cuestión transversal. Un laburante que sale a tomarse el colectivo a las 5 de la mañana no debe sufrir algún tipo la inseguridad. La política tiene que pensar algunas cosas con una mirada a largo plazo, fortalecer e incrementar el presupuesto vinculado al deporte, la educación, la cultura, pero también hay que mirar a corto plazo. Queremos recuperar las Juntas Barriales, donde todos los actores sociales puedan tener un espacio común donde puedan encontrarse y tener una mirada común sobre la problemática cotidiana de la seguridad.
Conectividad. Creemos que el departamento de La Capital tiene que tener una mirada vinculada a la conectividad, a la accesibilidad. Un gran plan de pequeñas obras de infraestructura para conectar el departamento La Capital, con un plan estratégico vinculado a la conectividad. Santa Fe recibe muchas familias del área metropolitana, todo el tiempo. Necesitamos salir de la idea matriz de un auto, una persona, y pensar un transporte multimodal. Nosotros estamos rodeados de ríos, ¿por qué no tenemos una mirada estratégica con respecto a generar acceso a la ciudad a través de la laguna o el río?
Sustentabilidad ambiental. En cómo explotamos los recursos naturales, por ejemplo, la tierra, el monocultivo, la soja, vemos claramente cosas negativas. Nosotros tenemos que pensar que, si hay fumigación en nuestro departamento, hay una idea de que hay vidas que no importan porque se fumigan. Nosotros no podemos tolerar esas cosas si pretendemos convertirnos en dirigentes. Con Leandro Busatto estamos trabajando en una idea de generar una ley para prohibir las fumigaciones aéreas. Hay proyectos, pero no avanzan. Claramente ahí hay una puja de intereses.