Debido a la emergencia hídrica, al país vecino sólo le resta un 1% de agua apta para beber. Según estimaciones del gobierno, en menos de dos semanas ya se habrán agotado las reservas.

Debido a la emergencia hídrica, a Uruguay sólo le queda un 1% de agua potable apta para beber. Según estimaciones del gobierno, en menos de dos semanas ya se habrá agotado la totalidad de las reservas.

La sequía extrema que sufre Uruguay provocó que los depósitos de Paso Severino -la principal fuente de agua dulce para la zona más poblada del país, con una capacidad de 67.000.000 m³- disminuyeran a un piso histórico: 1.255.326 metros cúbicos, es decir, un 1,87%. Para empeorar el panorama, el Instituto Uruguayo de Meteorología anunció que recién en septiembre podría comenzar a haber precipitaciones en la zona.

La semana pasada, el presidente Luis Lacalle Pou declaró la emergencia hídrica para Montevideo y el área metropolitana y anunció la eliminación de los impuestos al agua embotellada, aprobada por el Congreso el 21 de junio pasado. "Si no llueve, va a haber un lapso en el cual el agua no sea bebible", adelantó en aquella ocasión. Por este motivo, el Ministerio de Desarrollo Social comenzó a entregar agua embotellada gratis para menores de 2 años, embarazadas, beneficiarios de asignaciones familiares y personas con insuficiencia renal crónica y cirrosis.

¿Qué gusto tiene el agua? Salada

El carácter crítico de la situación provocó que Obras Sanitarias del Estado, la empresa encargada del suministro en Uruguay, mezclara el agua de Paso Severino con otras más salobres, lo que produjo un aumento temporal -autorizado por el gobierno hasta el 20 de julio- de los niveles de cloruro, sodio y trihalometanos. Según informes difundidos por el gobierno, hay hoy un promedio de 845 mg/l de cloruro en la línea de bombeo 4, 837 en la 5 y 842 en la 6; en todos los casos se excede el nivel máximo autorizado por el Ministerio de Salud Pública, que es de 720 mg/l. Con el sodio sucede lo mismo: el máximo autorizado es de 440 mg/l, y los niveles medidos hoy son de 501 mg/l en la línea de bombeo 4, 497 en la 5 y 499 en la 6.

Mientras tanto, el gobierno aguarda la finalización de las obras que se están llevando adelante en Paso Belastiquí, con el objetivo de llevar agua dulce desde el río San José hasta el Santa Lucía, medida que no solucionará el problema pero servirá para paliar sus consecuencias, ya que aportará entre 150.000 y 200.000 m³ de agua. Si los trabajos avanzan según lo estipulado podrían finalizar en un mes.