La Justicia no consigue determinar qué pasó con la mujer que era explotada sexualmente. Provincia y Nación ofrecen recompensa. Siguen las protestas: “Estamos hartas de seguir contando desaparecidas”.
A más de tres meses de la desaparición de Mónica Estefanía Aquino, todavía no hay pistas firmes sobre el paradero de la mujer de 30 años oriunda de Varadero Sarsotti que era sometida a explotación sexual por parte de su pareja.
En los últimos días de julio la Prefectura Naval Argentina halló una bolsa con ropa que podría haber pertenecido a Mónica, pero hasta el momento la Justicia no logró determinarlo en forma fehaciente. El paso del tiempo parece atentar contra la idea de que puedan surgir nuevas pisas que ayuden a esclarecer qué pasó con la joven mujer.
Tres personas están detenidas por el hecho: su pareja Mario Pérez, su cuñado Hugo Pérez y su suegra María Rosa Aguirre. Así lo dispuso la Fiscalía de Delitos Sexuales del Ministerio Público de la Acusación (MPA), que tiene a su cargo la causa judicial. Sin embargo, ninguno de los detenidos aportó hasta el momento información concreta que pueda ayudar a encontrar a Mónica o a conocer qué pasó con ella.
La fiscal a cargo del caso, Alejandra Del Río Ayala, aguarda el informe sobre la ropa encontrada en aguas del río Salado, cerca de Varadero Sarsotti. Las tareas de búsqueda –que incluyeron al menos una decena de allanamientos en el barrio donde vivía Mónica y rastrillajes con perros de rastreo– hasta ahora no arrojaron resultados.
Mónica Aquino fue vista por última vez en la madrugada del 5 de mayo en la zona sur de la ciudad de Santa Fe, donde ejercía la prostitución explotada por su propia pareja. Desde el mes de mayo, poco después de la desaparición de Mónica, los hermanos Mario y Hugo Pérez y su madre, María Rosa Aguirre, fueron detenidos por orden de la fiscal Del Río Ayala, que les imputó la coautoría del delito de explotación de la prostitución ajena agravada. A Mario Pérez también le atribuyeron el delito de promoción de la prostitución ajena agravada y lesiones dolosas calificadas por el vínculo y por violencia de género.
La hipótesis de la Fiscalía es que la pareja de Mónica la obligaba a intercambiar sexo por dinero con personas indeterminadas en al menos dos puntos de la ciudad de Santa Fe: la esquina de San Lorenzo y Amenábar y la esquina de Moreno y Urquiza. De las primeras pesquisas llevadas adelante por la Justicia surgió que los hermanos Pérez se quedaban con todo el dinero que obtenía Mónica por su actividad sexual.
No obstante, y pese a los avances de la Justicia, ninguno de los detenidos dio precisiones sobre el paradero de Mónica. A casi 100 días de su desaparición, nadie sabe dónde está ni qué le pasó a la mujer.
Detalles de la causa
Hasta ahora, desde la Fiscalía se limitaron a señalar que “hay elementos suficientes para demostrar que, al menos durante los últimos seis años, (Mònica) Aquino estuvo en circunstancias de extrema vulnerabilidad que los investigados acrecentaron (...) Toda la evidencia que recabamos hasta el momento da cuenta de que los imputados generaron el contexto propicio para la desaparición de Aquino”.
Mario Pérez, ex pareja de Mónica, también es investigado por lesiones dolosas calificadas, producto de haberla atacado con un cuchillo en abril, poco antes de la desaparición de la mujer. “El imputado de 30 años vigilaba todos sus movimientos, le impedía contactarse con su familia de origen, la amenazaba con matarla a ella y a sus seres queridos y la sometía a golpizas constantes”, indicaron desde el MPA en una de las audiencias realizadas a lo largo de la investigación.
Por su parte, el papá de Mónica Aquino relató que cuando la joven llegaba de trabajar, su pareja y su cuñado la revisaban para sacarle la plata que había obtenido en la calle. Testigos que fueron citados por el MPA declararon que, en ocasiones, le exigían entre 24 y 30 mil pesos por día.
Un reclamo que no se detiene
Familiares, vecinos y amigos de Mónica vienen exigiendo desde el primer día que se esclarezca el caso. Organizaciones sociales y feministas se han sumado al reclamo en las últimas semanas y piden por su aparición con vida.
El lunes 7 de agosto alrededor de 600 personas volvieron a marchar, esta vez desde la Legislatura provincial hasta Saavedra y General López, donde funciona la Fiscalía de Delitos Sexuales del MPA.
“Estamos hartas de seguir contando desaparecidas en democracia. Estamos hartas de que el Estado nos siga fallando una y otra vez. Necesitamos respuestas urgentes y queremos a Mónica con vida, para que pueda volver con sus hijos que la esperan”, señalaron a través de un comunicado difundido por la Corriente Clasista y Combativa.
Ofrecen recompensas
El Ministerio de Seguridad de la Nación ofrece una recompensa de 5 millones de pesos para quien brinde información que ayude a establecer el paradero de Mónica Aquino, quien fue vista por última vez en la madrugada del viernes 5 de mayo en el sur de la ciudad de Santa Fe.
La recompensa fue solicitada por la Fiscalía de Violencia de Género del MPA. La resolución nacional que establece la recompensa explica que está destinada a “aquellas personas que, sin haber intervenido en los hechos delictuales, brinden datos útiles que permitan dar con el paradero de Mónica Estefanía Aquino”. Allí se precisa que “al momento de su desaparición, (Mónica) vestía calza negra, saquito negro y zapatillas negras”.
Desde el MPA también le pidieron al gobierno de la provincia de Santa Fe que ofrezca una recompensa para quienes puedan brindar información sobre la mujer desaparecida. A través de la resolución 307/23, la ministra de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos de Santa Fe, Celia Arena, dispuso la suma de un millón de pesos como recompensa para quienes aporten datos útiles que permitan avanzar con la investigación.