Es oficial: este país hace una fiesta del deber cívico

¿Votó Spiderman? Si. ¿Votó gente que tenía pedido de captura? Si. ¿Votó Flavio Mendoza? Obvio. La novedad: una comadreja en un cuarto oscuro. Mientras no tengamos resultados, nos vamos a divertir con las escenas más bizarras de estas PASO 2023.

En estos 40 años de Democracia podemos haber tenido algún que otro traspié, nos hemos peleado y hemos propuesto miles de "acuerdos nacionales" (aunque no sepamos muy bien qué significa eso) pero en lo único en que podemos ponernos de acuerdo es que cada dos años, en contexto de elecciones, competimos a ver quién hace la pavada más grande.

Y no, no nos referimos a lo que sucede en las urnas.

La jornada electoral comenzó con el blooper de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que quiso estrenar el sistema de voto electrónico y terminó convirtiéndose en el hazmerreír de todo el país (algo que hubiera puesto muy felices a nuestros caudillos federales). Twitter, particularmente, fue una usina de memes durante toda la jornada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La dama de hierro Bullrich tuvo, de hecho, hartos problemas para votar. Esto la transformó en el epicentro de una linda tanda de placas de Crónica Tv.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El mejor meme, igual, vino de Twitter (como era de esperarse):

La siguiente categoría de este tour por los momentos más inexplicables de las elecciones es una que se repite siempre: los que van a votar teniendo pedido de captura.

¿Cuál es el nexo entre tener pedido de captura y mantener la necesidad de cumplir con el deber cívico? Desconocemos. De todas maneras, es una tradición magnífica.

La novedad de estas elecciones fue la irrupción de las boletas truchas (y de alta producción, debemos agregar) que proponían en diversas fórmulas al único candidato que puede llegar a juntar hoy por hoy más del 80% de los votos de nuestro país: Lionel Andrés Messi Cuccitini.

 

 

 

 

 

 

 

Contamos también con dos novedades que, durante un ratito, nos hicieron creer que el mundo es menos peor: Cristina (como todos nosotros) pispea por arriba del hombro de la gente para chusmear conversaciones de Whatsapp; y además: en Corrientes, hasta las comadrejas votan.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Visto y considerando que todo parece indicar que el candidato más votado es un señor que dice hablar con su perro muerto, aprovechemos para fingir demencia por un ratito y quedarnos con la idea de que este pueblo, con sus bemoles, sigue siendo maravilloso.

 

 

 

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