Será este fin de semana en el hotel de UNL-ATE, donde regionales de todo el país debatirán en torno a la agenda de derechos humanos. El domingo habrá una marcha contra la impunidad judicial. Dialogamos con Valeria Silva, de H.I.J.O.S. Santa Fe.
Este fin de semana se realizará en Santa Fe el encuentro anual de la Red Nacional de H.I.J.O.S. Las actividades se desarrollarán el 19, 20 y 21 de agosto y tendrán lugar en el hotel de UNL-ATE, donde regionales de todo el país se reunirán para debatir y acordar la agenda de derechos humanos. En concreto, se espera la participación de las filiales de Santiago del Estero, Tucumán, Córdoba, Paraná, Rosario, Escobar-Zárate- Campana, Buenos Aires, Corrientes, Bahía Blanca, La Matanza, Almirante Brown, Chaco, La Plata, Necochea, San Vicente, Pte. Perón, Salta, Lomas de Zamora y Santa Fe.
En el marco del encuentro, el domingo 20 de agosto a las 17 se realizará una marcha en repudio a la impunidad judicial para denunciar las dilaciones y encubrimientos en las causas por delitos de lesa humanidad y para exigir el cese de la criminalización de la protesta social y de la persecución a dirigentes y militantes del campo popular. La misma comenzará en el Tribunal Oral Federal (Primera Junta y San Jerónimo) y terminará en el Juzgado Federal (9 de julio y Monseñor Zaspe).
Pausa dialogó con Valeria Silva, referente de H.I.J.O.S. Santa Fe, sobre lo que será el encuentro y los desafíos que enfrenta el movimiento de derechos humanos en la actual coyuntura.
—¿Cuántos encuentros se han realizado? ¿Por qué este año se decidió que sea en Santa Fe?
—El encuentro se viene realizando hace muchísimos años, con bastante frecuencia,
si bien en algunos años hubo cierta intermitencia. Llevamos alrededor de 25
ediciones en nuestros 28 años como agrupación: el último se realizó en la provincia de Buenos Aires y se decidió que Santa Fe sea la próxima sede, porque nunca habíamos sido anfitriones del encuentro nacional. Esperamos alrededor de 110 compañeros y compañeras.
—¿Cuáles son los principales temas que se van a debatir?
—La agenda es muy nutrida, son dos días en los que vamos a tener una discusión intensa en relación a la coyuntura, que es de suma importancia, porque esta realidad, sobre todo electoral, augura un retroceso en la agenda de derechos humanos, que si bien durante muchos años hubo reclamos y cosas que faltaban, en general seguía avanzando. Sabemos perfectamente que un triunfo de la derecha, ya sea a través de Milei o de Bullrich, presume un retroceso para todo el colectivo de los derechos humanos, porque lo dicen en sus plataformas políticas y en sus propuestas de campaña. El encuentro va a estar muy atravesado por esa agenda. Además están los juicios por delitos de lesa humanidad, la búsqueda y la recuperación de nuestros hermanos y hermanas apropiados y la construcción de la memoria, que son siempre nuestras agendas más importantes. Somos una organización horizontal, y en los plenarios, así como en la lógica asamblearia cotidiana de cada regional, discutimos todos en pie de igualdad hasta poder llegar a consensos.
—Por otro lado, van a estar haciendo una marcha en repudio a la impunidad judicial. ¿Cuáles son las dilaciones y los encubrimientos en las causas de lesa humanidad que hoy están denunciando?
—Hay muchas, en todo el Poder Judicial, no solamente en la Justicia Federal, sino también en muchas provincias. La Justicia es totalmente favorable a los sectores poderosos y no al campo popular. Arrastramos una deuda gigantesca del Poder Judicial en relación al juzgamiento, la búsqueda y la investigación en las causas por delitos de lesa humanidad, porque los juicios llegan tarde. Tenemos un Poder Judicial que no toma la iniciativa de la investigación, entonces la tenemos que tomar los organismos de derechos humanos, que buscamos, encontramos documentales, traemos testigos y demás. Además, recientemente ha habido muchos casos de complicidad. La Cámara de Casación sobreseyó a Massot en la causa de Nueva Provincia; durante muchísimos años también tuvieron complicidad con Blaquier. Nosotros entendemos que esas complicidades con los grandes empresarios a nivel nacional, se repite a nivel micro. Acá en la provincia de Santa Fe, recién ahora, que es una persona muy mayor y que vaya a saber si llega o no a juicio federal, se imputó y se indagó al ex juez Monti, que tendría que haber sido imputado e indagado junto con Brusa, y que tenía muchísimas denuncias, desde el primer juicio que hubo en esta provincia. Entendemos que eso no es una casualidad, no es un mero error, es una decisión política del Poder Judicial de encubrir estas cosas. Ese Poder Judicial que participó y colaboró con la dictadura no ha cambiado su matriz represiva y sigue participando activamente en nuestra realidad política, no solamente persiguiendo a militantes y activistas del campo popular, sino que también es una Justicia clasista, que persigue pibes y no narcotraficantes, que hace poco sobreseyó a todos los imputados por el secuestro, desaparición forzada y asesinato de Franco Casco. Dentro del Poder Judicial hay una matriz profundamente antidemocrática, que no defiende los derechos y los intereses del pueblo, y por eso nos vamos a movilizar.
—Además, de acuerdo al clima de época, uno puede interpretar que si la Justicia hace estas cosas hoy, seguramente con un gobierno de derecha que las aliente van a acelerar aún más.
—Sí, totalmente. Antes de la dictadura del 76 tuvimos antecedentes catastróficos con lo que fue el Camarón, que era un sector del Poder Judicial abocado exclusivamente a armarle causas a los militantes políticos opositores de la dictadura de ese momento. Entonces sabemos que el Poder Judicial ha participado de la dictadura y de la represión durante el terrorismo de Estado y que no ha cambiado su matriz antidemocrática y clasista, y por eso exigimos. Y también le pedimos a los candidatos y candidatas por una política de democratización al Poder Judicial.