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Hoy Javier Milei estaría en segunda vuelta. ¿Tiene hacia dónde crecer Juntos por el Cambio? Massa mira a los ausentes y a Buenos Aires. La elección está abierta y la clave es qué harán los que no fueron a votar para defender al Estado, los derechos sociales, la democracia y tus órganos.

Javier Milei muestra una transformación del voto nunca vista en los 40 años. Un candidato sin estructura electoral alguna, sin candidatos propios para destacar casi en ningún distrito, venció en una elección. Las primarias 2023 serán inolvidables para todos.

Milei ganó en todo el país, menos en los distritos en los que se refugió el peronismo (Formosa, Chaco, Santiago del Estero, Catamarca y Bueno Aires) y Juntos por Cambio (Corrientes, Entre Ríos y CABA). Milei ganó por los votos provinciales. Quedó tercero en provincia y ciudad de Buenos Aires.

La mancha sojera se amplió hacia el lado del libertario. Ganó en todos los departamentos de Santa Fe. Ganó en la Córdoba turística y en la rural. En Salta y San Luis arrasó. En la Tucumán de Juan Manzur ganó con 36%. En la Mendoza radical del candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Luis Petri, Milei ganó con 44,7%.

Milei ganó en Santa Cruz.

Es muy difícil que Milei clave un tercer puesto. Hay voto que no fue, la participación fue baja, y que le puede sumar en tanto objeto para hacer catarsis. No es todo ese voto. Y siendo Patricia Bullrich candidata, hay que ver cuántos votos de Horacio Rodríguez Larreta podría absorber.

Su 30% va a crecer, pero no hay triunfo directo en primera vuelta.

¿Hacia dónde?

Aun cuando Mauricio Macri haya salido a ordenar, algunos votos va a perder Juntos por el Cambio. Algún votante de Patricia Bullrich puede ser encandilado por el triunfo de Javier Milei. Horacio Rodríguez Larreta fue expresión actual del voto radical. Bullrich debe al menos observar hacia Jujuy para ver como Gerardo Morales responde a su vínculo con Sergio Massa.

Del voto faltante, Patricia Bullrich seguramente absorberá una proporción. Tiene que ser mayor que la actual, un 28%. Hoy entraría en segundo lugar a un ballotage. ¿Qué tiene Bullrich para encantar a los desencantados que ni votan? ¿Le sirve el antikirchnerismo como eje, seguir hablando de La Cámpora?

Juntos por el Cambio perdió su hegemonía rural. En los departamentos más amarillos de 2015, 2017, 2019 y 2021, todas y cada una de sus elecciones, perdió ante Javier Milei. Una parte importante de la masa de votos que Milei viene de allí, no en la provincia y la ciudad de Buenos Aires, donde salió tercero. También de la populosa Mendoza, de donde viene el candidato a vicepresidente, Luis Petri.

Juntos por el Cambio pasó del 40% en 2019 al 42% en 2021 y al 28% en estas primarias. Cayó verticalmente en cantidad de votos en todas las elecciones: 5.780.508 hoy, 9.945.804 en 2021, 10.811.586 en 2019.

¿A quién le hablará Bullrich ahora? Por derecha, es más atractivo Milei. Por izquierda no tiene nada para ofrecer. ¿Exhibirá su experiencia en Seguridad para darse perfil de gestión? ¿Esperará un gesto más de Juan Schiaretti, el ex gerente de la Socma del viejo Franco?

Campaña e ilusión

El peronismo hizo la peor elección de su historia y quedó en el tercer lugar, pero tiene chances de pasar a la general. Terminada la elección, Sergio Massa se sentó con Leonardo Santoro y con Axel Kicillof. El grueso de los votos peronistas vienen de la provincia y la Ciudad de Buenos Aires.

La mayor variable de la elección es la diferencia de un 36% y un 32% en la elección de la provincia de Buenos Aires. Hay voto cruzado entre Axel Kicillof y Javier Milei. Hay decenas de miles de votos que allí puede sumar Massa.

Es esperable que Massa retenga muy buena proporción de los votos de Juan Grabois. Hasta puede sumar algunas decenas de miles de votos del FIT, del peronismo cordobés que debe reabsorber de forma urgente. Los 160 mil votos de Guillermo Moreno valen un montón. Hasta los 11 mil de Mempo Giardinelli.

Pero la clave es Buenos Aires y la cantidad de electorado que no fue a las urnas. Votó apenas el 69%, la participación más baja para una elección de rango presidencial. El peronismo gana más volumen y proporcionalmente suma más votos cuando supera francamente el 70% de participación. Para una elección general, el nivel más bajo fue en la Legislativa de 2021, con 71,7%. En la última presidencial general, la participación fue del 81,3%. Es probable que ese incremento en la participación no se repita este año. Quizá se repita el 76% de la primaria de 2019.

Pero eso sucedió en otro universo, sin pandemia, sin crisis, sin corridas devaluatorias, sin precios disparados. El peronismo daba otra ilusión. Y la ilusión es también una campaña, otra campaña, los destinatarios están claros, 68 días de campaña con el Estado de tu lado para superar a Juntos por el Cambio e ir por la buena contra Javier Milei.

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