El calentamiento global y el derretimiento de la Antártida resultó en una pérdida del 100% de los bebés de pingüino emperador en cuatro colonias. Murieron ahogados o congelados, porque no habían alcanzado su desarrollo. “Fracaso catastrófico en la reproducción”, dicen los científicos.
Cuatro de cinco colonias de pingüinos emperador, ubicadas en la región del Mar de Bellingshausen, en la Antártida, registraron una pérdida del 100% de sus bebés en el verano austral de 2022. El fenómeno se debe al derretimiento extraordinario del hielo marino, producto del calentamiento global y la crisis climática. La mortandad fue cruenta: los animalitos murieron ahogados o congelados porque todavía no habían alcanzado a desarrollar las plumas que les permiten nadar en las aguas heladas.
Un estudio publicado en Communications Earth & Environment dio a conocer la matanza. “Este es el primer incidente registrado de una masiva falla de reproducción de los pingüinos emperador que esté claramente vinculada a las contracciones de gran escala de la extensión del hielo marino”, reza el texto en su comienzo.
Para sobrevivir por sí mismos, los pingüinos emperador bebé deben desarrollar sus plumas impermeables, un proceso que normalmente sucede en diciembre y que dura un par de semanas. El hielo del Mar de Bellingshausen se quebró y comenzó a desaparecer ya en noviembre de 2022. Se estima que la pérdida fue de 10.000 ejemplares.
Cabe recordar que el derretimiento de la Antártida es cada vez más grave. En julio de 2023 se batió el récord: se registró la menor cobertura de hielo de su historia. La Antártida se achicó cerca de 2.589.000 kilómetros cuadrados respecto del promedio de 1991-2020. Es una superficie de hielo equivalente a toda la Argentina. Y este verano austral 2024 promete ser uno de los peores de la historia.
Las colonias de pingüino emperador de Bellingshausen representan menos del 5% del total. “Pero, en general, cerca del 30% de las colonias fueron afectadas por la pérdida de la cobertura de hielo marino en el 2022. Debe haber habido muchos más pingüinos bebé que no sobrevivieron”, le dijo a AP uno de los autores del estudio, Peter Fretwell.
“Las reducciones abruptas de la cobertura de hielo marino pueden tener efectos profundos en ecosistemas y especies que dependen de ellos para la cría, el cambio de piel o la alimentación. Una de esas especias es el pingüino emperador (Aptenodytes forsteri), que depende del hielo marino para todos los momentos de su ciclo vital. Casi todas las colonias de pingüino emperador dependen de extensiones estables de hilo marino”, dice el estudio, que explica además que los emperadores llegan a reproducirse entre marzo y abril y ponen huevos entre mayo y junio. Para julio y agosto los bebés rompen el cascarón y empiezan a desarrollar su plumaje, que suele estar listo para diciembre y enero.