“A rey fundido, Santa Fe fundada”, la obra con la que De Tripa Corazón representará a nuestra ciudad en el Encuentro Nacional de Teatro Comunitario, se presenta el viernes 29 de septiembre en El Birri. Dialogamos con su asistente de dirección, Hilda Cardozo.
De Tripa Corazón, el grupo de teatro comunitario de El Birri, presentará allí el próximo viernes 29 de septiembre "A rey fundido, Santa Fe fundada", la obra con la que luego viajarán a representar a nuestra ciudad en el Encuentro Nacional de Teatro Comunitario, que se realizará el fin de semana del 13 de octubre en diversas sedes de la ciudad de Buenos Aires. La pieza, que reconstruye la fundación de Santa Fe, está dirigida por Ulises Bechis y Maximiliano Jenkins y cuenta con un elenco de 25 personas en escena.
"A rey fundido, Santa Fe fundada" se presentará en El Birri el viernes 29 de septiembre a las 20, con entrada libre y salida a la gorra. Pausa dialogó con Hilda Cardozo, asistente de dirección de "A rey fundido, Santa Fe fundada", que amplió detalles sobre la obra y lo que será la experiencia en el Encuentro Nacional de Teatro Comunitario
—¿Cómo surge De tripa corazón?
—El grupo surgió en 2011. Yo tenía un grupo de teatro escolar que se llamaba "Otra piel" en una escuela de San Lorenzo, y Ulises, por su parte, estaba con intenciones de querer formar un grupo de teatro comunitario en El Birri. Había leído de qué se trataba el teatro comunitario y creía que podía ser una forma de generar mayor participación barrial. Entonces nos juntamos nosotros dos y Cielo Parodi, que daba obras en escuelas, y formamos el grupo de teatro comunitario De tripa corazón, y nunca cesó de funcionar hasta la actualidad; este año cumplimos 12 años.
—¿Y de qué se trata el teatro comunitario? ¿Cuáles son sus características?
—El teatro comunitario en Argentina surgió después de la democracia y viene a recuperar el lugar que dejó vacante lo que se llamaba el teatro popular, que tenía una impronta política muy fuerte y cuyos actores fueron muy perseguidos en la dictadura; muchos de ellos desaparecieron. Podemos decir que es un teatro de vecinos para vecinos, de pobladores de un barrio. Y sus temáticas tienen que ver con problemas cotidianos, obviamente atravesados por la política y por lo político en un sentido no partidario. Pero no solo tiene que ver con las temáticas, sino con la forma de crear. La forma por excelencia es la creación colectiva, y allí es donde ingresan las problemáticas del barrio y de los vecinos. Y también tiene que ver con los lugares donde se presentan las obras. El objetivo fundamental del teatro comunitario no es presentarse en salas del centro, sino en los bordes de la ciudad, en los barrios, en salas a las que puedan asistir los vecinos y después de ver las obras sumarse a los elencos, que generalmente son muy numerosos.
—¿Cómo surge esta corriente?
—El primer grupo de teatro comunitario lo funda Adhemar Bianchi, que es un uruguayo que llega a La Boca, en Buenos Aires, y funda Catalinas Sur, hace 40 años, que tiene mucha impronta de la murga. Después se empiezan a replicar grupos en las distintas provincias y ahí va modificándose, haciéndose una mixtura de estéticas, porque ya no es canto de murga, sino que en el norte le meten folklore, vestimentas típicas, en el litoral también. De hecho, la primera obra que nosotros presentamos se llamó "La cumbia, fa! Qué historia", y contábamos desde la época de la colonia hasta la creación de la cumbia santafesina con guitarra. El teatro comunitario se impregna de las características de cada lugar y de cada comunidad, no solo en las temáticas, sino en lo musical, lo escenográfico, los vestuarios, que se hacen entre todos los títeres. Y otra de las cosas propias del teatro comunitario es usar mucho material reciclado, porque tiene que ver con utilizar lo que está al alcance en los barrios. Entonces se hacen escenografías con cartón, con papel maché, con cosas que tenemos a mano.
—¿Cuántas personas conforman De tripa corazón?
—Ahora somos 31. Cada año se modifica, hay algunos que permanecen siempre, muchos tienen que dejar y vuelven después de dos o tres años, a veces vuelven con los hijos. Ahora somos 31 en total y 25 en escena. Somos personas de todas las edades, gente de la tercera edad, adolescentes, jóvenes y niños muy chiquititos; desde 3 hasta 70 años. De los niños que hay, también participan grupos de hogares, que van a actuar en Buenos Aires y este 29 de septiembre van a estrenar con nosotros también. Son cuatro niños de entre 9 y 12 años, que además han participado en la construcción de los títeres gigantes y de todo eso que a ellos les encanta. También tenemos una niña llamada Clara Méndez Moreno, que tiene 12 años y canta en la obra.
—¿Cómo se da la posibilidad de viajar a Encuentro Nacional? ¿Es la primera vez que van?
—Sí. En Santa Fe hemos actuado en muchísimos escenarios con muchas obras, generalmente una por año, y todos los años vamos a Victoria, Entre Ríos. Nunca habíamos participado del encuentro nacional porque siempre se hizo en provincias alejadas. El año pasado presentamos un proyecto que tenía que ver con una obra que recordara los 450 años de la fundación de Santa Fe con el objetivo de viajar, ganamos y recibimos un apoyo económico del Instituto Nacional de Teatro.
—¿Y qué nos podés contar de la obra que van a presentar?
—Se fue creando desde los ensayos. Queríamos armar una comedia y destacar que, a 450 años de la fundación, algunas cuestiones, algunos problemas de la ciudad han persistido en el tiempo. También queríamos poner énfasis en el proceso que empezaron algunos imperios, como el español, que estaba bastante desgastado ya en esa época, cuando empezó la etapa de conquista de esta zona de América. Y nos metemos un poco en las problemáticas de la ecología y de la cuestión racial. Santa Fe fue un lugar con muchas castas, con una enorme división y clasificación que hicieron los españoles de los colores y las etnias y su consecuente categorización social. En cuanto a lo visual, aprovechamos mucho la estética de nuestra zona litoraleña para pintar el paisaje antes de la llegada de los españoles y mostrar una instantánea del encuentro-desencuentro, plasmar desde el humor algunas de esas vivencias.
—¿Ustedes son la única delegación de acá de Santa Fe?
—De la ciudad somos los únicos. Hay grupos de muchas provincias, de Salta, del Litoral, de Tucumán, del Sur. Los encuentros se van a desarrollar en tres salas principales. Nosotros vamos a actuar y a quedarnos en Flores. El galpón de Catalinas va a ser una sede, y después va a haber plazas y lugares abiertos, porque son tan grandes los grupos de teatro comunitario que los teatros no tienen tanta capacidad como para alojarlos. Es un encuentro más amplio que otros años, porque se están cumpliendo 40 años de la democracia y de la creación del teatro humanitario. Queremos destacarlo, justamente, porque los 40 años de la democracia implicaron que volviera el arte popular y esperamos poder sostenerlo.