Dice Brecha: "Quieren que estemos tristes, sin un mango y discutiendo entre nosotros. Si te pasaste al pollo, estás en este lado. Si usas la bici y nunca fuiste ecologista, date un abrazo con tu vecinx que es igual de croto que vos".
Es difícil ser parte de la historia. Aún más complejo es la contemporaneidad con Mirtha. Lo terrible es que la salud de su majestad sea mejor que la nuestra. Estamos en un momento en el que las ideas de la diva de los almuerzos construyen algo más que el sentido común, por mucho que nos pese. “La llegrand” podría incluso considerarse un movimiento de centroizquierda.
Mientras la generación X gobierna y envejece, luchamos contra una inflación de los precios que no parece calmarse. Antes se le llamaba puja distributiva, pero aparentemente nadie sale ganando con la inflación de los precios. Con una docena de huevos se pueden pagar 10 (diez) pasajes de colectivo. Una heladera tiene el mismo precio que un sillón de calidad media. Comprar un calefón tiene un costo similar al de un libro importado de alta gama. Mientras las calles se llenan de dormitorios que revelan la precariedad, también puede comprar un colchón para el confort de su mascota. Los pet sommiers se pueden adquirir con el 10 % del salario de un docente precarizado.
Quieren que estemos tristes, sin un mango y discutiendo entre nosotros. Si te pasaste al pollo, estás en este lado. Si usas la bici y nunca fuiste ecologista, date un abrazo con tu vecinx que es igual de croto que vos.
Si alguna vez se dijo que vivíamos en la era de la pizza con champagne, no te dijeron que ni siquiera nos deja-ron las migas. La época de culos y avispas eléctricas, donde la dureza de los rostros era más fuerte que la idea de inclusión. Nunca se olvide que la dureza cambia de forma, pero los platos siguen siendo los mismos duelos.
Si pasaste del Philips al Pier, no le des muchas vueltas; la ceniza cae del mismo lado.
Nos falta la cerveza Diosa, demos un tiempo. Nada más rico que un rifle con cola de una marca de cuarta. Dejar de comprar lo innecesario, que siempre estará cerca del arte y el buen vivir.
Hace tiempo que nos enfrentamos a la situación de qué dejar, ya no elegimos y nos vamos perdiendo a nosotros mismos.
La salud va y viene, lo importante es el dinero. Ponete a quemar cables de cobre para tu cuotaparte de un fondo común de inversión, y con la diferencia, pasa a cripto.
No hay paisajes que nos sorprendan, pero los climas cambian. Si alguna vez tocaste fondo, sabe que los abismos son eternos y sin salida. Pero siempre hay un momento que nos hace reír, como aquel que se cree el lobo de Wall Street y especula en la bolsa, jugando a sacar los secos los días viernes.