Un equipo de científicos de Japón constató que hasta en las nubes hay microplásticos flotando. Cuáles son los efectos en el clima y en la salud.
Un equipo científico de Japón identificó microplásticos transportados por el aire, de entre 7,1 y 94,6 micrómetros. Se trata de nueve tipos de polímeros y uno de caucho, flotando en el Monte Fuji y el Monte Oyama. Los residuos fueron recogidos del agua de la niebla que rodea los picos.
Los resultados de la investigación fueron publicados en Environmental Chemistry Letters. Cada litro de agua de nube contenía entre 6 y 14 partículas de plástico. Los microplásticos son partículas de plástico de menos de 5 milímetros. Provienen de los residuos industriales plásticos, que en su proceso de degradación se van volviendo una suerte de polvillo tóxico.
"Si el tema de la contaminación del aire por plástico no se aborda de manera proactiva, el cambio climático y los riesgos ecológicos pueden convertirse en una realidad, causando daños ambientales irreversibles y graves en el futuro", advirtió el miércoles en un comunicado uno de los autores del paper, Hiroshi Okochi, de la Universidad de Waseda.
El agua de las nubes se recogió en las cumbres de las dos montañas japonesas, a altitudes comprendidas entre 1300 y 3776 metros. La cima del monte Fuji se encuentra en la troposfera libre, mientras que la del monte Oyama alcanza la capa límite atmosférica, ambas en la capa más baja de la atmósfera terrestre.
En las nubes abundaban los polímeros "hidrófilos" o amantes del agua, lo que sugiere que estas partículas desempeñan un papel importante en la rápida formación de nubes y, por tanto, en los sistemas climáticos. Cuando los microplásticos llegan a la capa superior de la atmósfera y se exponen a la radiación ultravioleta de la luz solar se degradan, contribuyendo a la generación de gases de efecto invernadero, añadió Okochi.
"Esto implica que los microplásticos pueden haberse convertido en un componente esencial de las nubes, contaminando casi todo lo que comemos y bebemos a través de la lluvia de plástico", dicen los científicos de la Universidad de Waseda.
"La tropósfera libre es una vía importante para el transporte a larga distancia de contaminantes atmosféricos debido a las fuertes velocidades del viento; se ha observado que los microplásticos transportados por el aire también son transportados en la troposfera libre y contribuyen a la contaminación global", añaden los autores.
Los microplásticos se están encontrando en todas partes: cuerpos humanos –incluso, bebés–, hielo del Ártico, profundidades oceánicas. "Hasta donde sabemos, este es el primer informe sobre microplásticos en suspensión en el agua de las nubes", escribieron los autores en un artículo.
Las investigaciones han demostrado que los microplásticos afectan a la salud humana, ayudando a la generación de cánceres, por ejemplo. Se los ha encontrado en sangre, órganos e, incluso, placenta de embarazadas.