Casi tres mil personas se movilizaron desde el Puente Colgante hasta El Molino en una nueva Marcha del Orgullo para gritar: "¡No a la ultraderecha con sus políticas y sus discursos de odio!". En esta nota, el documento completo y las mejores fotos.
Texto y cobertura: Ileana Manucci
Fotos: Victoria Campana
La Marcha del Orgullo de Santa Fe salió este domingo a recorrer el tradicional bulevard de la ciudad para gritar "Ni un ajuste más, ni un derecho menos", la principal consigna de la jornada.
La convocatoria, que siempre se realiza en diciembre pero este año la organización decidió adelantar de cara a las próximas elecciones presidenciales, tuvo su punto de salida en la costanera este, frente al complejo Piedras Blancas. Bajo el fuerte sol de una tarde de octubre que bien podría haber sido de diciembre, lesbianas, maricas, travas, trans, bisexuales, no binaries, iniciaron la movilización llenando de color el Puente Colgante.
En su paso por bulevard, la Marcha del Orgullo ocupó más de dos cuadras, donde organizaciones de la diversidad, agrupaciones políticas y ciudadanes sueltos, levantaron la bandera del orgullo y reclamaron para que no se vuelva atrás con los derechos conquistados ante la avanzada de los discursos de odio y el peligro inminente que representan las ideas del candidato libertario Javier Milei.
La movilización culminó en la explanada de El Molino, Fábrica Cultural, donde hubo feria, dj's, diversas expresiones artísticas y la lectura del documento elaborado por la comisión organizadora de la Marcha del Orgullo 2023 que aquí transcribimos:
"Nos encontramos en la calle por séptimo año consecutivo celebrando nuestras existencias y nuestra libertad. Sí, libertad. Esa palabra que hoy se la quieren apropiar todos esos que no soportan que tengamos derechos. Qué ironía que se digan libertarios, y estén en contra de nuestra lucha. Nuestra lucha, compañeres, es y siempre fue una lucha por la libertad. Se dicen libertarios, y la única libertad que defienden es la de empobrecer al pueblo, violentar y eliminar a todes les que somos diferentes. En este contexto, decimos No a la ultraderecha con sus políticas y sus discursos de odio.
Este crecimiento de la violencia política genera consecuencias, como el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, con la complicidad de la corporación mediática y la judicial, y financiado por los amigos del poder.
Estamos viviendo días críticos para nuestro país. Las personas LGBT somos parte del pueblo, de ese pueblo precarizado y que le cuesta cada vez más llegar a fin de mes. Pero también somos el principal objetivo de una derecha asesina, que no le tiembla la voz para reivindicar a la última dictadura militar. No podemos permitir que esos discursos sigan creciendo en el espacio público. A 40 años de democracia, más que nunca reivindicamos la política de derechos humanos, memoria, verdad y justicia. Nunca Más a la dictadura asesina y a quienes la niegan y la defienden.
Ahí están las compañeras del archivo de la memoria travesti trans, las sobrevivientes, para contarnos cómo se vive en carne propia la persecución de un gobierno militar. Y ahí están las compañeras trans perseguidas en la posdictadura, para mostrarnos que en democracia también se nos persiguió, se nos mató y se nos torturó. Por esas compañeras, hoy exigimos Ley de Reparación Histórica para sobrevivientes travestis trans post dictadura.
Las personas trans mayores también están viviendo en carne propia las consecuencias de las modificaciones corporales caseras, que durante años fueron las únicas que posibilitaban la construcción del cuerpo autopercibido. Eso es lo que pasa cuando el Estado no está presente en la salud de una población, y a cambio expulsa del sistema como durante años lo hizo con nuestro colectivo y en muchos casos lo sigue haciendo. Por eso miramos con muchísimo temor a aquellos candidatos que hacen bandera de los recortes en políticas de salud. Recortar la salud pública es volver atrás con los derechos conquistados, como la cobertura de salud que reconoce la ley de identidad de género. También el año pasado logramos la aprobación de la ley de VIH y ahora nos enfrentamos al riesgo de que el Estado deje de cubrir los tratamientos antirretrovirales. Y no solo las hormonas y las pastillas para el VIH están en riesgo: también, los anteojos recetados, las pastillas para la presión y la diabetes, la insulina, y tratamientos contra el cáncer. Por eso decimos Ni un ajuste más, ni un derecho menos.
Compañeres lesbianas, gays, bisexuales, maricas, travestis, trans y no binaries, estamos viviendo días decisivos. El momento es ahora. Tenemos que ponerle un freno a los sectores que quieren terminar con la educación pública, la salud pública, y los derechos que consiguió nuestro colectivo y que tantos años de lucha nos costó conseguir. Por eso es importante que estemos ahí, en la calle y en las urnas, para defender lo que es de todes.
Compañeres, quizás nos tengamos que encontrar en unos meses, a luchar en la calle por derechos que creíamos conquistados. Por eso, les decimos, ni un paso atrás, nuestros derechos no se tocan, y se defienden en la calle".