La asunción de Javier Milei, el 10 de diciembre, coincidió con la conmemoración de los 40 años de la recuperación de la democracia en la Argentina. El inicio del gobierno de La Libertad Avanza es un llamado de atención que obliga a repensar el pacto vigente desde 1983, cuyos puntos principales fueron puestos en duda por la nueva gestión.
En sus primeros días, el gobierno libertario lanzó un nuevo protocolo “anti protestas” que limita seriamente los derechos consagrados en la Constitución, entre ellos la libertad de expresión, el derecho de reunión, el derecho de peticionar ante las autoridades y la asociación con fines útiles.
Milei ganó las elecciones haciendo campaña contra esos derechos y una amplia mayoría votó ese programa. El pacto democrático deberá resetearse para enfrentar la nueva etapa institucional, sin dejar de observar su esencia: la decisión unánime tomada cuatro décadas atrás por el pueblo argentino a favor de la convivencia pacífica y el respeto por las diferencias.
La educación y la salud públicas, la ayuda social, las políticas de defensa del empleo y de fomento a la producción y la seguridad democrática están en serio riesgo y es deber de todas las fuerzas democráticas defenderlas de la motosierra libertaria.