El subteniente Matías Chirino falleció en junio de 2022 luego de que lo obliguen a tomar alcohol, realizar ejercicios extenuantes y sumergirse en una pileta fría. Los nueve integrantes del Ejército implicados irán a juicio oral.

La Justicia Federal correntina ordenó que se lleve a juicio oral a nueve integrantes del Ejército Argentino acusados de provocar la muerte del subteniente Matías Ezequiel Chirino en junio de 2022, luego de un "ritual de iniciación" en el que lo obligaron a tomar grandes cantidades de alcohol, realizar ejercicios extenuantes y sumergirse en una pileta fría y sucia.

En marzo pasado, el fiscal federal de Paso de los Libres Aníbal Martínez había procesado por el crimen a los militares Rubén Ruiz, Claudio Luna, Hugo Martínez Tárraga Reclus, Exequiel Aguilar, Darío Martínez, Luis Acosta y Gerardo Bautista, como coautores de los delitos de "homicidio simple con dolo eventual" y "abuso de autoridad". Además, también había imputado a Claudia Cayata y Franco Grupico como partícipes secundarios.

A pesar de que se les había dictado la prisión preventiva, los siete acusados principales apelaron y la evitaron. Ahora, luego de que se confirmara el juicio oral, Martínez reiteró el pedido para que lleguen al proceso en la cárcel.

No es "bautismo": es tortura

Los hechos ocurrieron el 19 de junio de 2022 en el Casino de Oficiales del Grupo de Artillería de Monte 3, en el kilómetro 10 de la ruta 117, en las cercanías de Paso de los Libres. El "ritual de iniciación" tuvo lugar entre las 00:30 y las 6:30, y los subtenientes Matías Ezequiel Chirino, Jorge Manuel Chaile y Rufino Ezequiel Meza fueron objeto de "órdenes arbitrarias y maltratos", según se registra en el expediente.

En primer lugar, los conminaron "a beber alcohol en exceso, extendiéndoles sus copas, una de ella conteniendo vino con abundante sal, bajo la orden 'tome, tome', provocando que perdieran el conocimiento". Luego, les exigieron que se pongan ropa de verano -a pesar de que la temperatura oscilaba entre los 2 y los 4 grados- y que se sumerjan en una pileta con agua fría y sucia.

A medida que fueron perdiendo el conocimiento, los soldados fueron dejados sobre colchones en el piso, sin asistencia ni calefacción. A las 6:09, la enfermera de la unidad, Clara Fernández, recibió un llamado del teniente Grupico pidiendo que concurra a la Unidad para asistir a uno de los nuevos oficiales "que se había pasado de alcohol". Según la autopsia, Chirino murió por broncoaspiración tras vomitar en estado de inconsciencia y estando acostado. Registraba 1,45 gramos de alcohol por litro de sangre.