Seguridad, paritarias y educación, las prioridades en el inicio de la nueva gestión provincial. Al mismo tiempo, el nuevo gobernador busca abroquelarse con sus pares para pelear por los recursos nacionales.
Los chicos en la escuela, la policía en la calle y los narcos presos. Si bien no lo dijo con esas palabras, el gobernador electo de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, ya tiene definida la hoja de ruta para el inicio de su gestión. Educación y seguridad figuran al tope de las prioridades. Para todo lo demás, habrá tiempo.
Electo el 10 de septiembre con más de un millón de votos, el nuevo líder de la UCR santafesina llega a la Casa Gris con legitimidad suficiente para poner en marcha las reformas que, imagina, ayudarán a la provincia a levantarse después de la fallida experiencia de Omar Perotti.
Más allá del apoyo conseguido en las urnas –que empezará a ponerse en juego ni bien asuma el gobierno–, el nuevo mandatario cuenta con todos los resortes políticos para llevar adelante su plan de acción: el frente Unidos para Cambiar Santa Fe controla las dos cámaras legislativas y comandará también las principales ciudades de la provincia.
Con ese respaldo, Pullaro tiene en mente una serie de reformas ambiciosas sobre las que ya habló durante el proceso de transición: entre ellas, cambios profundos en el funcionamiento del Ministerio Público de la Acusación, la desfederalización del delito de narcomenudeo, la sanción de una ley provincial de educación –un tema que ya había sido discutido durante los gobiernos socialistas– y la conformación de un nuevo bloque de poder compuesto por los gobernadores de Juntos por el Cambio para llevar adelante lo que, se supone, será una compleja relación con el presidente Javier Milei.
En el armado de esa suerte de “liga de gobernadores” de Juntos por el Cambio, Pullaro es uno de los actores centrales junto a Rogelio Frigerio, Jorge Macri, Alfredo Cornejo y Gustavo Valdés. Al igual que sus colegas peronistas, tienen como prioridad lograr una compensación de impuestos para equilibrar los recursos que perdieron las provincias a partir del nuevo piso de Ganancias y de la eliminación del IVA para productos de la canasta básica.
Ese nuevo bloque de poder no resulta antojadizo: de acuerdo a los anuncios realizados por el presidente electo, el “plan motosierra” va a afectar en forma directa y desde el primer día a las administraciones provinciales, que deberán dar una dura batalla contra la Nación para evitar políticas de desfinanciamiento que –en el corto plazo– podrían generar situaciones de tensión social difíciles de contrarrestar.
No en vano, durante la primera reunión ampliada de gabinete, el pasado 30 de noviembre, Pullaro les encomendó a sus futuros funcionarios políticas de austeridad acordes a los tiempos que se avecinan. Según el dirigente radical, la marca de su gestión será “trabajar sin privilegios, con austeridad y honestidad”.
“En la provincia de Santa Fe tenemos desafíos inmensos. Es un momento muy difícil acá y en toda la Argentina, porque la gente no la está pasando bien. Nuestros ciudadanos están siendo víctimas de la inseguridad, víctimas de la inflación, víctimas de un Estado que ha sido ineficiente”, enumeró Pullaro durante aquel discurso pronunciado en el Teatro Luz y Fuerza de Santa Fe.
Allí, el nuevo gobernador les pidió a sus funcionarios que “sean abiertos, escuchen, atiendan a todo el mundo. Demos las respuestas. La gente lo sabe valorar. Y aseguremos que esta sólida confluencia de partidos políticos que nos llevó a hacer la elección más importante de la historia de Santa Fe, cumpla con las expectativas que despierta”.
Educación
Las primeras medidas que tomará el nuevo gobernador en materia de educación ya fueron planteadas durante la campaña y las reafirmó en las últimas semanas, en medio del proceso de transición:
- Vuelve la repitencia. Pullaro señaló en una entrevista reciente con Aire de Santa Fe que su primera decisión será eliminar la resolución por la cual los alumnos de primaria y secundaria podían pasar de año aún sin haber cumplido los objetivos mínimos. “La no repitencia fue algo que les hizo mucho daño a todos los estudiantes de la provincia de Santa Fe. Porque es un daño cultural. Cuando vos les decís que vale lo mismo estudiar que no estudiar, ir a la escuela que no ir a la escuela, los chicos tienen que ir a la escuela a aprender. Y tienen que saber que el que no aprende, va a tener un costo”. La decisión de eliminar la repitencia fue una de las medidas más polémicas de la gestión de Omar Perotti y mereció un largo debate –aun no saldado– entre docentes, pedagogos y referentes de la comunidad educativa. Según anunció Pullaro, a partir de 2024 ya no tendrá más vigencia.
- Paritarias. El nuevo gobierno pretende adelantar las negociaciones salariales con los sindicatos docentes con el objetivo de lograr un acuerdo que facilite el inicio de las clases en la fecha prevista: el lunes 26 de febrero. Para ello, el nuevo ministro de Educación de la provincia, José Goity, convocará a los docentes en la primera semana de enero para iniciar las negociaciones paritarias con margen suficiente para que no entorpezcan el inicio del ciclo lectivo. Respecto a la política salarial para 2024, Pullaro ya dio algunas pistas: “Vamos a trabajar para que los trabajadores del Estado no pierdan ante los índices altísimos de inflación que están teniendo. Vamos a tener actualizaciones salariales permanentes, pero en función de cómo evoluciona la coparticipación nacional y los recursos provinciales, porque si no, no las vamos a poder pagar. Es una obviedad y lo vamos a hacer a cara descubierta. No vamos a ocultar las cuentas del Estado, cómo están las finanzas”.
- Educación de calidad. El ministro Goity anticipó días atrás cuáles serán las líneas de trabajo para el mediano y largo plazo: “Mi obsesión es que cada estudiante aprenda y tenga una alfabetización de calidad. Cuando hablamos de alfabetización de calidad, no nos referimos solamente a que aprendan a leer y escribir, sumar o restar, sino que la prioridad será potenciar la capacidad de aprendizaje que cada ciclo demanda. Queremos un futuro de excelencia en formación profesional y capacitación”.
Seguridad
Además de la educación, la otra prioridad del gobierno de Pullaro es la seguridad. El mandatario electo ocupó ese ministerio entre 2015 y 2019 bajo la gestión del socialista Miguel Lifschitz y pretende, de la mano del nuevo ministro Pablo Cococcioni, reimpulsar una serie de políticas que fueron dejadas de lado por el actual gobierno.
- La Policía, a la calle. “A la Policía primero la tenemos que ordenar, tiene que funcionar. No puede ser que tengamos cerca de 23 mil agentes y que no los veamos en la calle. Con lo cual, primero habrá una reforma administrativa, que el agente que lleve una pistola 9 milímetros a la cintura esté en la calle, previniendo, investigando o llevando adelante funciones de policía. Después, por supuesto, ordenar a nuestra Policía. Hay que generar las carreras, la escuela de especialidades, la escuela superior, la escuela de investigaciones, para formar en cada una de las ramas a la persona que va a dedicar su vida a la seguridad pública. Una rama táctica, una rama investigativa y una rama preventiva. Desde ese lugar se va a mejorar la Policía de la provincia de Santa Fe. La primera decisión que voy a tomar como gobernador es sacar a la Policía a la calle, que hoy está dentro de las comisarías”, señaló Pullaro pocos días antes de asumir.
- Ley de narcomenudeo. Fue uno de los grandes debates políticos durante la gestión de Pullaro como ministro de Seguridad y ahora, con respaldo mayoritario de la Legislatura, el nuevo gobernador está en condiciones de implementar la adhesión de la provincia de Santa Fe a la ley nacional de narcomenudeo, según la cual el delito de microtráfico de drogas –hoy bajo competencia federal– pasará a estar en la órbita de la Justicia provincial. Si se aplica ese cambio, el MPA santafesino deberá restructurarse y sumar recursos para perseguir el delito de narcomenudeo. “No es un delito menor –definió Pullaro–. Por supuesto, no vamos a perseguir a los consumidores. La ley de narcomenudeo nos va a permitir ir sobre las organizaciones criminales violentas en un pueblo o en un barrio. Todos los vecinos saben dónde venden droga. La policía sabe dónde venden droga. Hoy tenemos una Justicia Federal con muy pocos fiscales y jueces para avanzar en esas investigaciones. La ley de narcomenudeo permitirá romper rápidamente con esto. Si viene un vecino nos da datos concretos, va a la policía, investiga, inicia una acción penal y va al punto de venta de drogas de manera inmediata. En un lugar donde, en este momento, quien vende droga parece que es impune, con esta ley vamos a poder actuar rápidamente”.