La cuarta edición del Premio Literario Municipal de Santa Fe, dedicada al género Poesía, consagró como ganadora a Rosario Caminos y a su poemario "Apgar cero", mientras que las tres menciones honoríficas fueron para María de los Ángeles Chianalino, Candelario Rivero y Claudia María Truchet. La presentación se dio en el Mercado Progreso en el marco de una nueva Feria Mercado Editorial, el evento mediante el cual la Municipalidad acompaña la producción literaria y la práctica editorial de la ciudad y la región.

En esta edición del concurso se presentaron 33 trabajos y el poemario "Apgar cero" resultó ganador por unanimidad. La Municipalidad tendrá a cargo su edición, con un tiraje mínimo de 300 ejemplares, y su autora recibirá un premio dinerario. Rosario Caminos es profesora de Letras por la Universidad Nacional del Litoral, da clases en escuelas secundarias de la ciudad y dicta talleres de escritura creativa. Tiene publicados dos libros de poesía: "Este abismo, todavía" (Ediciones La Gota), de 2018, y "Relicario" (Editorial Alción), de 2020.

La elección del título de su poemario, que concursó con el seudónimo "Madre", retoma el nombre de la prueba de Apgar que se realiza a los recién nacidos para determinar su estado. Su escritura fue a partir de anotaciones tomadas durante su embarazo: "Fragmentos, momentos, rincones de neonatología en los siete meses y siete días en total que vivimos con Félix", relató Caminos.

La obra fue destacada en el fallo del Jurado "por la pulcritud en la ejecución de los poemas que, despojados de todo prejuicio, se adentran en un intenso dramatismo asumido con sobriedad y sencillez, dando como resultado un cuerpo textual conmovedor por su profunda humanidad". "Haber ganado el certamen para mí es una forma de legitimación, sobre todo teniendo en cuenta quiénes integraron el jurado", expresó Caminos, y manifestó: "Deseo que no se pierda esta instancia, que defendamos estos espacios municipales que esperamos para participar".

Además del primer premio, el jurado otorgó acordó otorgar menciones honoríficas a las obras "No tengo fotos de ese verano", de María de los Ángeles Chianalino, "La raíz es una línea que fuga", de Candelaria Rivero, y "Orillas", de Claudia María Truchet.

El Litoral y la poesía de lo cotidiano

La poeta Daiana Henderson, editora en Neutrinos y miembro del equipo curatorial del Festival Internacional de Poesía de Rosario, presidió el jurado que completaron César Bisso  y Pablo Escudero, ganador de la edición 2018 con el libro "Esperando el meteorito y otros poemarios".  Henderson calificó el trabajo del jurado como "agradable y llevadero", y señaló que "no fue nada difícil llegar a un consenso". Tanto en la obra ganadora como en las que recibieron menciones "hay solidez y sensibilidad, y se nota que hay trabajo y dedicación", destacó.

Para Henderson, en la poesía santafesina y litoraleña "prevalecen subjetividades que atraviesan la vida cotidiana con templanza y con una cierta sapiencia alrededor de lo cotidiano, los rasgos urbanos locales y la particularidad de los afectos, pero también hay una relación estrecha con la naturaleza como entidad viva más que como paisaje estático". "Dentro de esta inclinación sensible tienen lugar experiencias de vida muy diversas que marcan a fuego la singularidad de la escritura", sintetizó.

En relación al Premio Literario Municipal, Henderson manifestó que sirve "como impulso para concentrarse en un cuerpo textual y darle a un conjunto de poemas, una forma tentativa de libro",  tarea que "no está muy alejada de lo que se conoce como trabajo de edición". "Muchas veces las obras ganadoras son de autores o autoras que no han publicado libros y consiguen así la posibilidad de hacerlas circular, que es la etapa que completa el trabajo de la escritura: la llegada a lectores", añadió. "Hay mucho de vocación y servicio en la poesía. Los concursos son una instancia de reconocimiento y un incentivo importante para seguir en ese camino, que a la larga nutre nuestra cultura e identidad", finalizó.

Cuatro años de concursos

El Premio Literario Municipal comenzó en 2020 pensado como un estímulo para la producción literaria y alterna en cada edición los géneros narrativa-cuento, ensayo, poesía y dramaturgia. En 2020 se convocaron obras ensayísticas y el primer premio fue para Silvia Susana Beltrán por "Síndrome de Asperger: los más solos de la tierra". Además se entregaron dos menciones a los trabajos de Miguel Gavilán, "El país de Mateo Booz", y de Susana Beatriz Andereggen, "Hacer la América. Un anhelo utópico entre objetos y sujetos".

En 2021 se incorporó la dramaturgia y la escritora premiada fue Marianela Alegre por "…y en medio el río". Las menciones fueron para las obras "Apego", de Cecilia Arellano, "Nunca es basta", de Lautaro Ruatta, y "Los esenciales", de Julieta Vigo.

Finalmente, en 2022 se distinguió a Germán Bartizzaghi por su libro de cuentos "Unos metros de soga", y se otorgaron menciones honoríficas a "Los tlönianos", de Rafael Arce, y "Cosas que se dicen en la Costa (Cuentos nacidos en Colastiné)", de Gustavo Paolucci.