A 20 años de la peor inundación de la ciudad en 2003, aún faltan las obras para la convivencia con el río.
Este año, en la Plaza del 29 de abril se recordaron los nombres de las 158 personas que faltan desde hace 20 años de sus casas. El movimiento de inundados volvió a reclamar justicia contra la impunidad por el crimen hídrico del 2003: que el ex ministro de Obras Públicas, Edgardo Berli, y el ex director de Hidráulica, Ricardo Fratti, sean declarados culpables. La muerte ya salvó al ex intendente Marcelo Álvarez y al ex gobernador Carlos Reutemann. El principal responsable político y material, cuya defensa fue decir que nadie le había avisado, falleció en 2021. Era senador nacional.
Mientras la impunidad garantiza que la herida siga abierta, la organización colectiva es la que sostiene la lucha y la memoria. La
historia se sigue escribiendo −y comprendiendo− gracias a proyectos como el de Niñas y niños de la inundación, que recoge testimonios de quienes vivieron en su infancia la inundación, registrados y editados por Larisa Cumin y Emilia Spahn. Pueden leerse en las columnas de pausa.com.ar y en el libro del mismo título editado por Vera Cartonera. También se lanzó este año el sitio web Archivo Inundación, un repositorio fotográfico y audiovisual colaborativo y libre.
Pausa comenzó a construir un archivo y memoria de la inundación a través de la cuenta en Twitter (ahora X, se sabe) Inundación 2003. En septiembre, se presentó el primer título de Ediciones Bajo el Fresno, el sello editorial del periódico: Sin defensa. Reportaje fotográfico de la inundación de Santa Fe de 2003, de José Almeida, coeditado con Ediciones UNL.
El libro reúne 66 fotos, algunas icónicas, recordadas en volantes, carteles y redes sociales, muchas inéditas, que han sido guardadas por el autor como negativos durante 20 años. Santafesinos sobreviviendo en los techos, huyendo de la creciente, pidiendo una explicación, una respuesta, refregando las paredes. Las imágenes recuerdan todos los años la impunidad que es denunciada cada 29 de abril en la plaza.
En la plaza de este año, también, se avisó: que el río iba a volver a subir, que El Niño iba a llegar. Que los barrios del Distrito de la Costa, los de Rincón y los de Arroyo Leyes necesitan obras de defensa y para la urbanización. Que había que sacar la basura del lecho de la Laguna Setúbal porque la costa no es basural.
En noviembre, un comunicado de la Coordinadora de Organizaciones No Gubernamentales de la Costa recordó: “tenemos proyectos para nuestros barrios, y los hemos presentado en numerosas oportunidades a los tres niveles de gobierno. En nuestro nombre se han hecho contrataciones millonarias. Pero las obras no están hechas”.
Ahora, es diciembre y otra vez hay módulos habitacionales a la vera de la 168, como si evacuarse entre la ruta y los boliches fuera una solución para quienes viven en La Vuelta del Paraguayo. El gobernador Maximiliano Pullaro y el intendente Juan Pablo Poletti hablan de bombas y de milímetros caídos, de vientos y de emergencia hídrica. Como si nadie les hubiera avisado.