Sobre la muerte del fotógrafo y realizador Héctor “Tito” Bruschini.
Una mañana de neblina sobre la laguna Setúbal. El contraste del perfil de un músico en escena. Una pareja que pasea de la mano por el Puente Colgante o la Costanera. El gesto seguro de una actriz. Las primeras luces del amanecer que barren las sombras de la ciudad.
Se ha dicho que la mirada del fotógrafo transforma el mundo. Y así ocurrió, sin dudas, con la mirada de Héctor Bruschini, nuestro querido “Tito”, el autor de innumerables retratos y registros de la escena cultural de Santa Fe.
La muerte de Héctor Bruschini ha conmovido a los artistas locales que compartieron con él largas jornadas de creación, plasmadas con honestidad y sensibilidad por su cámara, su eterna compañera de aventuras.
Fotógrafo, músico, realizador, cronista de la escena cultural; amante del jazz y del cine; creador de una estética noir que fue su sello ineludible; divulgador del under, de los artistas y de la música.
Héctor Bruschini nos ha dejado una obra singular que va a poder apreciar una y otra vez y que nos va a recordar, para siempre, momentos irrepetibles de la noche, la música y la amistad.
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La actriz Silvana Montemurri le dedicó unas sencillas palabras que describen la huella que dejó “Tito” entre los artistas de Santa Fe: “Allá vas a reencontrarte con tus bandas queridas, con tus músicos amados, con tus fotógrafos admirados, por qué no, a hacer cine con tus directores favoritos. Allá vas, querido amigo”.
“Tito” Bruschini escribió artículos sobre música y publicó sus fotografías en el Periódico Pausa. Algunos de sus trabajos más destacados forman parte de la Serie Gestos (2011). También integró Marea Doc, el equipo de realizadores que alumbraron, a fines de 2017, el documental “Comarca Beat”, un monumental trabajo de reconstrucción de los inicios del rock en la ciudad de Santa Fe.
La mirada de “Tito” va a perdurar por siempre en sus fotos como un registro preciso e irrepetible de su tiempo, que es también el nuestro y el de todos aquellos que tuvieron la dicha de compartir junto a él un recital, una obra o una muestra.
¡Hasta siempre, querido “Tito”!