Movimientos sociales, trabajadores de la economía popular, la UTEP y las CTA se manifestaron en la Municipalidad y presentaron una ordenanza para que el gobierno atienda la situación crítica que atraviesan comedores y merenderos en la ciudad.
Organizaciones y movimientos sociales y barriales, trabajadoras y trabajadores de la economía popular, vecinales, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), la CTA de lxs Trabajadorxs y la CTA Autónoma se manifestaron ayer en la Municipalidad y presentaron un proyecto de Ordenanza para declarar la Emergencia Alimentaria en la ciudad de Santa Fe.
La iniciativa busca que el gobierno atienda las necesidades de comedores y merenderos, que atraviesan una situación crítica. Además, plantea la creación de un Registro de Comedores y Merenderos, la conformación de una mesa de diálogo y la implementación de un Fondo para Alimentos, Equipamiento e Infraestructura.
El proyecto fue presentado luego de un acto y conferencia de prensa en la explanada de la Municipalidad, en la que participaron el MOB, el MUP, Nuestramérica, La Poderosa, la CCC, el Movimiento Evita, el MTE, La Casita de Luján y la Asamblea Ni Una Menos, entre otras organizaciones.
Uno por uno, las y los referentes que están en la línea de fuego para paliar el hambre cada vez mayor en los barrios empobrecidos narraron las urgencias y dificultades que atraviesan sus territorios. "En una provincia donde sobran los alimentos, con la mayor cuenca lechera de Sudamérica, los niños hoy comen mal, hoy se nutren mal. Son esos chicos que van a sufrir las carencias en la educación, en la formación, en el desarrollo", se escuchaba desde el parlante, mientras, a sus espaldas, una hilera de ollas escritas con los nombres de cada barrio intentaba expresar la magnitud del trabajo que realiza cada organización para garantizar el plato de comida diario.
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Los relatos en primera persona se sucedieron, como el del comedor de Nuevo Horizonte que sólo puede darle de comer a los 190 chicos que asisten una vez por semana: "Señor Poletti, usted recorrió el barrio y prometió que se iba a ayudar a los merenderos, cumpla su palabra". La situación se repite en los merenderos del MTE, que pasaron de cocinar cinco días a hacerlo solamente uno: "A los chicos les estamos llenando la panza con harina".
En Santa Rosa de Lima, lo mismo: "Servir cada porción, llegar a la mitad de la fila y decirle a la gente 'no hay más'. ¿No comprende, doctor Poletti? Lo invito a que recorra cada comedor y que nos ayude a decir 'no hay más'. Santa Rosa de Lima lo espera. Lo esperamos para que nos venga a ayudar a servir las raciones y para que vea que no nos alcanza".
Las referencias a las promesas de campaña del presidente Javier Milei también se hicieron escuchar: "Dijeron que el ajuste lo iba a pagar la casta y la gente se está cagando de hambre: hay más de 700 personas en situación de calle que esperan respuesta, que no tienen comida, que no tienen donde bañarse; hay un montón de pibes y pibas que no tienen ni siquiera un plato de comida. Le pedimos al señor intendente que se ponga los pantalones, porque para eso lo votaron: que se declare ya la emergencia en alimentos".
"Vamos a exigir que este proyecto no se guarde en ningún cajón como muchos otros, no hay tiempo, porque estamos restringidos en la compra de alimentos", manifestaron desde la CTA de lxs Trabajadorxs. "Los fondos que recorta Milei a esta provincia, a la clase trabajadora, a las paritarias, no van a mejorar la ración de comida que nuestros pibes y pibes necesitan para poder empezar en condiciones de salud adecuadas la escuela", añadieron desde la CTA Autónoma, de cara a un inicio de clases que se avizora complicado para muchas familias santafesinas.
Desde la Asamblea de Ni Una Menos, Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans se expresaron sobre cómo, en las situaciones más críticas, el género se vuelve una cuestión preponderante: "El cuerpo de las mujeres es el que primero se deja de lado, el primero que privilegia darle de comer a los hijos". A continuación, la referenta de La Dignidad manifestó con desesperación que "los comedores estamos dando mate cocido, porque no tenemos leche, porque no nos mandan nada; solo nosotros, los comedores de cada barrio, vemos la realidad que hay en cada chico".
Sólo en la ciudad de Santa Fe hay 170 comedores a los que asisten cerca de 50 mil santafesinos. Mientras la inflación se dispara, el trabajo escasea y el gobierno criminal de Javier Milei cierra la canilla de los fondos públicos, las mujeres que cocinan para todo un pueblo exigen una declaración de emergencia que les permita, al menos, seguir sobreviviendo.