Un tren en la llanura santafesina de la década del 60. El entrenamiento de un jovencísimo Carlos Monzón. Los pensamientos atormentados de una maestra rural de los 70. Junto a Fernando Martín Peña, el Taller de Cine de la UNL recuperó y restauró tres films de la época gloriosa del Instituto de Cine.
Por Augusto Bode
El Taller de Cinematografía de la UNL sumó tres nuevos títulos a la videoteca del Instituto de Cine de la Universidad Nacional del Litoral. Se trata de Reportaje a un Vagón (1963, Jorge Goldenberg), Monzón (1970, Julio Toledo) y Florentina (1971, Jorge Tobías Colombo). Pueden verse de manera virtual en la Videoteca de la UNL y se suman al patrimonio audiovisual de la provincia de Santa Fe.
Desde el Taller de cine UNL, especificaron que la restauración y recuperación de los films: “Es otro resultado concreto del convenio celebrado entre la Universidad Nacional del Litoral y el historiador y conservador Fernando Martín Peña. Se partió de material fílmico (negativos o copias), que se digitalizó en Buenos Aires, de acuerdo a parámetros técnicos actualizados. Irene Mansilla, en el Taller de Cine UNL, realizó los trabajos finales para que puedan verse copias en el mejor estado posible”.
Se suman a títulos conservados por la UNL tales como López Claro, su pintura Mural Americana (1960), La Pampa Gringa (1964), Hachero nomás (1966), La vieja Ciudad (1969), Reservas Forrajeras (1964), Gaitán a Casa (1964), Un Acto (1962), Sin Tregua (1966), Hoy-Cine-Hoy (1965), Vestigios (1964), Quinto Dedo Varo (1958), Puerto Piojo (1969), Idilio (1961), El Asesino (1971), y Cuando Febrero Llega (1975).
Estas películas se llevaron a cabo en el seno del Instituto de Cinematografía de la UNL y hoy son parte de la memoria audiovisual de la provincia. Con la fundación de la Escuela Documental de Santa Fe (1956) se comienza a establecer una nueva búsqueda estética, centrada en una cinematografía realista, cuyo método principal era el foto-documental, es decir, el registro fotográfico de aspectos de la realidad social local y la generación de apuntes para futuros films desde una mirada grupal. A través de esta pieza, los cineastas testimoniaban la realidad para trabajar en en el reconocimiento y construcción de la identidad nacional, dentro del marco regional caracterizado por el subdesarrollo. (Maria Aimaretti; Lorena Bordigoni; Javier Campo; 2009).
Con la visibilización mundial de la película de Fernando Birri, Tire Dié en 1960, la Escuela Documental de Santa Fe sentaría las bases del Nuevo Cine Latinoamericano.
En las tres nuevas películas restauradas por el Instituto de Cine UNL encontramos ecos a figuras como Antonio Berni, Birri y el Tire Dié, Dziga Vertov, Emile Zolá o Bertold Brecht, además una forma muy particular de pensar el género autobiográfico. Estas referencias indican una línea de pensamiento, una estructuración mediante la cual se piensa la praxis cinematográfica, o como señala el narrador de Florentina, la transmutación de la realidad en signo fílmico.
Mil rostros para una historia
Reportaje a un vagón
La película comienza con una secuencia de títulos en forma de viñetas que remite de cierta forma al cuadro Manifestación (1934), de Antonio Berni. Tanto en la secuencia mencionada, a cargo de Roberto Onofrio y Hector A. Capurro, como en la construcción pictórica de Berni, pueden verse rostros duros que se funden unos a otros en la muchedumbre. En el caso de Reportaje a un Vagón, película dirigida por Jorge Goldenberg, esta sucesión de rostros se amontonan en un vagón de tren. Así queda sentado el tema de la película: la muchedumbre de familias trabajadoras que se traslada en el vagón.
En primera instancia, la película se plantea como el contraplano de Tire Dié (1956), la mítica película de Fernando Birri que dio comienzo a la proyección del pensamiento latinoamericano en el cine. Tire dié es la historia de los pibes que se acercan al tren a pedir unas monedas que le arrojan los viajantes. La narración se ocupa de todo aquello que sucede por fuera del tren, y aunque en el momento más dramático de la película (donde el sonido se multiplica en ruido metálico y aullidos de niños pidiendo las moneditas) la cámara se sitúa dentro del tren lo hace solo para mirar a través de la ventanilla hacia afuera. En el caso de Reportaje a un Vagón, la cámara decide mirar hacia el interior, hacia los pasajeros. Y lo que encuentra no es una realidad contraria a la de los pibes del tire dié. Además de esta referencia explícita –Goldenberg y su equipo dedican la película al Tire Dié– podríamos agregar que la forma en que la cámara “flota”, corta y se mueve en el vagón tiene resonancias con Dziga Vertov y la cámara-ojo.
Reportaje a un Vagón encuentra su estética en la inscripción de primeros planos y planos detalle de corta duración que se suceden unos a otros encuadrando rostros, acciones de viajeros como comer caña de azúcar, jugar a las cartas, niños alimentándose, elementos de viaje, vendedores ambulantes, reiterativas miradas a cámara, guitarras y coplas, etc y en el montaje sonoro de un relato que pertenece a todos los viajeros y a la vez a ninguno, ya que no hay sincronización con la imagen, sino que se cuenta una única historia para un centenar de rostros y cuerpos que cobran presencia en la imagen. Ese relato es acerca de la migración en busca de una vida trabajadora mejor, en una problemática de fondo entre el campo y la ciudad.
Puede ser que en esta imagen del pueblo, en esta construcción coral y pluriforme, el tren sea la metáfora del destino que llegará a varias estaciones pero nunca a un destino final. En todo caso, un paisano dirá: “metale otra guitarrero, que la noche es larga y hay mucho tiempo para llorar”.
FICHA TÉCNICA. Autor: Instituto de cine UNL; Fecha: 1963; Descripción: Composición y ejecución musical: Irineo Cuevas. Voz: Marta Gam Títulos: Norberto Onofrio, Héctor A.Capurro; Este film fue realizado con el aporte de un subsidio otorgado por el Instituto Nacional de Cinematografía Se agradece la colaboración de Lázaro Pikman Serlín y Osvaldo Fiorino Dedicada al Tire dié 16mm. blanco y negro; 24 minutos; 1963 Idioma: Español ; Dirección: Jorge Goldenberg; Fotografía: Diego Bonacina - Gustavo Moris Cámaras: Diego Bonacina - Gustavo Moris - Montaje: Jorge Goldenberg
De puño y letra
Monzón
Monzón es una película que retrata al boxeador centrándose en los primeros años de carrera del deportista. Así, el documental presenta un arco dramático en el que se ve a un Carlitos joven, de alpargatas, que deambula por el centro de la ciudad de Santa Fe. También se lo verá a Monzón, más maduro, entrenando en un galpón y subiéndose al ring a guantear con sus compañeros o ejercitándose al aire libre en Parque Garay de la ciudad de Santa Fe, en una deliberada interpretación performática. Hasta plantear que el “campeón sudamericano” peleará por la corona mundial frente a Nino Benvenutti aunque ese episodio no llega a mostrarse en el film. Estas imágenes son acompañadas por una suerte de autobiografía del mismo Monzón ya que sus palabras no provienen de una entrevista o testimonio sino que están leídas (y escritas) por él mismo. Este punto de vista narrativo deja entrever el vínculo de Javier Toledo con Carlos Monzón y la intención de mostrar la crudeza con cierta ternura a través de una íntima autobiografía y las ansias de superación a través del boxeo.
El hallazgo del corto documental de Javier Toledo probablemente se deba a la presentación inédita de imágenes del boxeador y a la construcción épica de la figura de Monzón con el sacrificio que lo llevó a estar desde lo más bajo, en el pueblo de San Javier donde su padre changarín ni siquiera conseguía trabajo, a lo más alto posible en los términos de su carrera deportiva. Además, la cercanía con la que está narrada, por las propias palabras de Monzón, potencian el film en una dimensión autobiográfica, al tiempo que demuestran la cooperación necesaria entre Carlos y el director Javier Toledo en la elaboración del guión y montaje de la película.
El resultado es una obra digna de disfrutar que permite conocer más acerca de Monzón y los entretelones de su carrera deportiva narrados con una cercanía que solo el cine puede elaborar.
FICHA TÉCNICA. Autor: Instituto de cine UNL; Fecha: 1970; Descripción: Fotografía de escena: Héctor M. Ortiz. 16 mm. blanco y negro; 11 minutos; 1970; Idioma: Español; Dirección: Julio Toledo; Asistentes de dirección: Luis A. Benito; Fotografía: Iberia Gutiérrez ;Guion: Julio Toledo; Sonido: Germán Romani; Producción: Osvaldo Gutiérrez - Héctor M. Ortiz.
Sueño y pesadilla de una maestra rural
Florentina
Es un viaje a la escuela normal del siglo XX desde el punto de vista de Florentina, una maestra rural de la localidad de Ataliva que ha devenido en directora y que representa cierto empoderamiento a través de la educación pero también cansancio personal, una vida que se acaba al menos en el personaje que Florentina ha interpretado durante toda su vida: ser maestra. Ante el ocaso de la profesión es donde el film destila poesía acerca de ella, su vida y el trabajo que ejerce.
Florentina es una película en la que el director Jorge Tobías Colombo despliega una interesante conciencia cinematográfica, sobre todo en la utilización de la figura del narrador introduciendo aquí y allá observaciones comparables al naturalismo de Emile Zolá y estableciendo una distancia al estilo de Bertold Brecht que nos permite escapar a la romantización de la maestra y se plantea casi como un antidiscurso de esa idea.
La película deconstruye constantemente la situación del rodaje y es notable el trabajo acerca de lo no-dicho en el testimonio de Florentina. Es allí donde el film consigue filtrar fantasmas y expandir la realidad más allá de los estereotipos. La vida de la maestra se disemina, entonces, en una vida de pueblo cuyo medio no corresponde a una mujer que siempre luchó por superarse pero que tampoco un título le indicó que era maestra, sino que era maestra mucho antes de eso.
En una estructuración semanal la película desarrolla distintos estados de ánimo cuyo eje es Florentina: de lunes a viernes, la vida de la directora transcurre con cierta monotonía nostálgica, el sábado se presenta elegíaco y el domingo, siniestro.
Con esa estructura de base el film propone observar el mundo de Florentina y así destilar poesía. En este sentido se podrían notar escenas descriptivas donde la directora ingresa a la oficina de dirección (recuerda antes de abrir la puerta que ya no es maestra, sino directora y no tendrá contacto con los alumnos) abre la puerta, la ventana y se funde por unos instantes con la luz del amanecer. Otras escenas cargadas de una emoción que desborda el cuadro en el baile del pericón de unos alumnos o ya de forma plástica y expresionista como una niña se mece en una hamaca de la escuela hasta encontrarse con su propia figura de adulta.
Florentina es la deconstrucción de la imagen de una maestra rural, cuya herencia es el modelo de escuela normal para expandir los límites y explorar el efecto de una vida dedicada a ese rol social.
Autor: Instituto de cine UNL; Fecha: 1971; Descripción: Participan: Florentina Mugna, Henry Milesi, Eugenio Chatelet, Beatriz de Chatelet, Leonilda Mugna, Lermo Balbi. 16 mm. blanco y negro; 17 minutos; 1971; Idioma: Español; Dirección: Jorge Tobías Colombo; Fotografía: Raúl Boggio - Leopoldo Daviña - Norma Saito; Sonido: Germán Romani - Darío Daniel Fazzio Producción: Ana Trajtemberg - Raúl Bertone - Guillermo Courault - José Cettour; Escenografía: Lermo Balbi.