En la primera jornada del juicio por el brutal asesinato y abuso sexual de la activista LGTBI, Héctor Barrero asumió su culpabilidad, aunque dijo que no sabe “cómo” mató a quien era su pareja.
El juicio oral y público por el transfemicidio y abuso sexual de Alejandra Ironici comenzó este martes 12 de marzo con una declaración que sorprendió a todos los presentes en la sala de audiencias N°6 de los tribunales santafesinos: el imputado, Héctor Barrero, confesó el asesinato de la icónica militante LGTBI ocurrido el 21 de agosto de 2022 en su casa de barrio UPCN.
En esta primera jornada del proceso estaba previsto que se escucharan sin solución de continuidad los alegatos del bloque acusador y de la defensa. El primero, compuesto por el MPA, de la mano de Alejandra Del Río Ayala, y por dos querellas: la del Centro de Acceso a la Justicia (mediante las abogadas Laura Gerard y Vivian Galeano, en representación de la hermana de Ironici); y la de la Asociación de Abogadas Translesbofeministas y Asociación Civil para las Políticas Públicas LGBT (con las Dras. Sofía Basso y María Dolores Robledo). La segunda, encabezada por Nicolás Mosconi, del Servicio Público de Defensa Penal de la provincia. Pero lo que ocurrió es que una vez que alegaron la Fiscalía y la parte querellante, Barrero pidió la palabra y cambió —al menos en parte— el curso del debate.
“Vengo a hacerme cargo de lo que hice. Sé que lo hice. No recuerdo cómo pero sé que lo hice. Yo me hago cargo de haber atentado contra la vida de Alejandra”, dijo el hombre de 33 años, según la crónica de Ignacio Mendoza para Aire de Santa Fe. Ante esto, el abogado defensor de Barrero pidió un cuarto intermedio antes de hacer su alegato.
Más allá de la conmoción que generaron los dichos de quien fuera pareja de la víctima al momento del crimen, fuentes del Ministerio Público de la Acusación indicaron a Pausa que “el juicio sigue, porque la fiscal tiene la obligación de probar aquello por lo que acusó”. Además, el imputado no reconoció el abuso sexual previo al crimen, que le atribuye el MPA.
Esto último (el abuso sexual), junto con otras circunstancias vinculadas al transfemicidio, son parte de los elementos por los cuales desde la parte acusadora buscan instalar como agravante la figura del transfemicidio, y no solo la del femicidio. Es decir: que Alejandra fue asesinada, y de manera brutal, por el odio de Barrero hacia la identidad de género autopercibida por ella.
En ese contexto, surge una pregunta: esto de “sé que lo hice, pero no sé cómo”, ¿será una estrategia defensiva para que el acusado asuma lo que era indefendible pero no los agravantes? Se sabrá en las próximas audiencias. De momento, lo que sí es claro es que con la confesión de Barrero el debate se acortará, porque hay varias pruebas e incluso testigos que no hará falta convocar. Lo demás, está por verse.