Presupuestos congelados, cargos acéfalos y atletas haciendo rifas, a 120 días de los Juegos Olímpicos.
“Comprendo que no hay plata @JMilei pero no entiendo y, siento, que es una falta de respeto a todo el deporte Nacional que no tengamos una estrategia ni plan a seguir. Falta hasta el sub Secre en deportes. No todo es “SAD” hay un deporte olímpico ahí afuera”. Esa es, textual del pasado 16 de febrero, la publicación que hacía en sus redes sociales Ariel Suárez. “Más que un deporte, el remo es mi pasión. finalista olímpico, finalista mundial, campeón panamericano”, así se presenta en X, ex Twitter.
Suárez no es un militante kirchnerista, no simpatiza con el Polo Obrero y está en las antípodas de cualquier idea de izquierda. El remero que nació en Tigre votó a Javier Milei. Hoy critica la política deportiva del actual gobierno, pero en sus publicaciones se puede observar un festival de anuncios y actos que realiza la ultra derecha gobernante, y ahí van sus aplausos a los movimientos represivos de Patricia Bullrich, al quite de la pauta nacional a los medios de comunicación, su foto con Jorge Macri y el festejo por la motosierra, entre tantos posteos.
La paradoja es que un deportista que abraza los ideales de la ultraderecha nacional critique las políticas que está ejecutando el presidente que él mismo votó. El vaciamiento que sufre el deporte argentino es el más importante desde que retomamos la democracia.
“Me encanta que se hable, el deporte Olímpico no puede pasar desapercibido. Necesitamos un plan, una estrategia y un norte a seguir. Sin sub Secre IMPOSIBLE. País fundido, que explote la gestión!!! Es hora de que los políticos TRABAJEN!!! #ConelDeporteNO”, publicó tres días después (19 de febrero) de su primera crítica en redes sociales.
Me encanta que se hable, el deporte Olímpico no puede pasar desapercibido.
Necesitamos un Plan, una estrategia y un norte a seguir.
Sin sub Secre IMPOSIBLE.
País fundido, que explote la gestión!!!
Es hora que los políticos TRABAJEN!!! #ConelDeporteNO— Ariel Suarez (@suarezrow) February 19, 2024
En una charla que mantuvo con el periodista porteño Ernesto Tenembaun, manifestó que el área está “sin conducción y a la deriva, no hay plata pero tampoco hay intención de gestión. Sólo les interesa la Sociedad Anónima en los clubes de fútbol y no el deporte olímpico. Muy triste todo”.
En sus críticas a la administración nacional, el deportista disparó: “El deporte olímpico está huérfano, hasta ahora no tenemos subsecretario de deportes, es una vergüenza y eso me preocupa, porque si no tenés un cabecilla, quien tome las riendas, no tenemos norte, no tenemos a donde ir, no tenemos proyección, no tenemos nada”.
De aquellos días de febrero a éstos de marzo la situación del deporte argentino no tomó ningún rumbo esperanzador. Daniel Scioli guardó sus ideas –por un tiempo desconocido– para sacar otras más acordes con estos tiempos ajustadores y violentos, y en esa línea abandonó Brasil y se convirtió en secretario de Turismo, Ambiente y Deportes de la administración Milei.
La llegada del ex gobernador de Buenos Aires, con pasado en el deporte (deportista y funcionario público en el área), todavía no aceleró los tiempos de la designación oficial de Julio Garro (ex intendente de La Plata) como subsecretario de Deportes. Por ahora la cabeza del deporte argentino no cuenta con la aprobación del ex arquero y actual presidente.
El inicio de la presidencia de Milei en el deporte está en línea con la idea básica del economista: desarmar el Estado y que en la libertad de cada individuo se las arregle como pueda. Hasta ahora hay cargos acéfalos, presupuestos congelados con la inflación más elevada del planeta, torneos suspendidos, giras en peligro, becas deshechas y deportistas que venden rifas para solventar sus gastos para poder competir. Todavía las quejas con potencia no se escucharon, apenas el ejemplo del remero militante de derecha y muy pocos más. El silencio de la mayoría y de los dirigentes empieza a generar mucha tensión en el deporte olímpico argentino.
La primera preocupación radica en el futuro cercano, los Juegos Olímpicos que empiezan el 26 de julio. Aunque los recortes afectarán a los representantes en París 2024, la mayor inquietud se centra el después de los JJOO, por ahora todos los caminos conducen al desfinanciamiento feroz para con la gran mayoría de los y las deportistas, sobre todo los no olímpicos.
Si bien Daniel Scioli afirmó que “la delegación argentina en los Juegos Olímpicos y los Juegos Paralímpicos está garantizada”, la preocupación de los atletas pasa por conocer qué sucederá luego de la competencia, también la falta de recursos para aquellos que están cerca de clasificarse a París.
Vale destacar que muchos atletas aún no consiguieron la clasificación y necesitan del apoyo económico para poder competir. A los Juegos Olímpicos se clasificarán cerca de 130 deportistas argentinos, y algo más de 1.000 quedarán afuera, pero estarán entre el nivel panamericano y sudamericano, que cobrarán el mismo salario que en 2023 hasta París 2024 y el plan de becas podría dejar de funcionar luego de la competencia.
El famoso DNU que alteró la sociedad argentina no hace mención al presupuesto para el deporte, y mucho menos en el trascendental discurso en el Congreso de la Nación el pasado 1 de marzo.
Pocos pesos
El sistema de becas del ENARD puntualiza que un deportista clasificado a los Juegos Olímpicos/Paralímpicos recibirá una beca mensual de 204.000 pesos que podría extenderse hasta los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina 2026 (Juegos de Invierno). El monto ascenderá a los 355.680 para los deportistas que tengan “resultados que pronostiquen condiciones objetivas de podio olímpico”. Por último, la beca de Excelencia es de $468.000 y aplica al “medallista olímpico o paralímpico de Tokio 2020, revalidado en el último Campeonato Mundial”.
Si ese monto les pareció poco, la suma para aquellos que compiten en Juegos Panamericanos baja más. En esta categoría se concentran más de 1.000 deportistas. Los del nivel “Sudamericano” cobran 187.200, los de la categoría “Proyección” ascienden a 224.640 y por último está el nivel de “Excelencia”, con un monto de 262.080.
“Al 14 de febrero de 2024 el valor de 1 (una) Canasta Básica Total tipo 2 según INDEC es de $596.823,18.”. Dato oficial del Gobierno que lidera Javier Milei.
El director del ENARD, Diógenes de Urquiza, les trasladó a los deportistas que el Presupuesto está garantizado hasta los Juegos Olímpicos y con la promesa de aumentar las becas un 20 por ciento para los atletas olímpicos. La inflación y el desguace en todo lo que tiene que ver con el Estado no da ninguna garantía a los deportistas para creer en un futuro mejor.
Heridos por la motosierra
Joaquín Arbe es un atleta de Chubut que busca conseguir su boleto para viajar a París. Según su descargo, el ENARD no le dará fondos para costear los gastos de preparación, actualmente solo recibe los aportes del ente “Chubut Deportes” por representar a la provincia, según destalló Diario Jornada.
“Estoy a 6 semanas para poder intentar la clasificación a los Juegos Olímpicos. Mi última chance es el Maratón de La Pampa el 14 de abril, el cual es Campeonato Argentino y suma puntos para los Juegos. El tema es que en 10 días tendría que estar subiendo a Cachi (Salta) para entrenar las últimas 4 semanas y poder llegar de la mejor manera, y me avisan (hoy 27 de febrero) que de parte del ENARD no me pueden ayudar con nada en la preparación ni pasajes”, asegura el atleta.
Hay más testimonios, otro ejemplo es el de Victoria Granatto, jugadora de hockey sobre césped y medallista de plata en Tokio 2020 –hoy alejada de la selección–, lanzó un lamento similar: “Las primeras consecuencias del deporte se dejan ver: mismo presupuesto que en 2023 pero con devaluación e inflación”.
Las consecuencias de la motosierra funcionando a pleno son estas: “En diciembre nos dijeron que, por falta de financiación, no podríamos competir en ningún torneo en el exterior durante el año”, dice Iván Nikilajuk, representante del seleccionado argentino de tiro con arco.
También es categórico el comunicado firmado por las autoridades de la Confederación Argentina de Atletismo (CADA), donde comunican a las Federaciones que la integran sobre el preocupante estado presupuestario con el que cuenta la entidad. Señala que se mantendrán las becas pero deberán “establecer prioridades en la asignación de recursos para este año”, lo que denota un recorte en pleno año olímpico y paralímpico.
El último ejemplo del desastre que se causa a partir de las políticas de desinversión es la cancelación de la Copa del Mundo de Esgrima que se iba a realizar en Buenos Aires. “En la actual situación económica, y teniendo en cuenta que ni el Enard ni la Secretaría de Deportes tienen asignado un presupuesto, nos hemos visto en la necesidad de cancelar la organización. Lamentamos tener que cancelar este evento que desde 1995 organizamos”, publicó la Federación local sobre la competencia que debía realizarse en marzo.
A exterminar como lo hizo Julio
Javier Milei reivindica a Julio Argentino Roca cada vez que habla de sus líderes nacionales y asegura que “esa Argentina era potencia mundial”. Hacia ese país de 1880 nos quiere llevar. Teniendo en cuenta sus lineamientos históricos, económicos y políticos, es muy coherente entre sus dichos y sus hechos. Cuando gobernaba uno de los primeros genocidas argentinos todavía no existían los Juegos Olímpicos modernos, la primera competencia como hoy la conocemos se realizó en el año 1896, en la ciudad de Atenas.
Si por Milei fuese, que Argentina y sus deportistas tengan la misma visibilidad internacional que tuvieron entre 1880 y 1886 (presidencia de Roca): nula.