El Presidente comunicó el 1 de marzo, durante la apertura de sesiones de la Asamblea Legislativa, su intención de clausurar la agencia nacional de noticias Télam, que contaba con más de 70 años de historia y un enorme prestigio a nivel internacional. Dos días después se cercaron los edificios de la agencia y se "liberó" al personal de sus responsabilidades laborales, según un comunicado emitido por los interventores designados. Se implementó un programa de retiros voluntarios que, debido a su baja aceptación entre los trabajadores de la agencia, fue extendido por 30 días más el pasado jueves.
Desde ese momento, comenzó a propagarse el miedo entre el resto de los trabajadores de medios públicos todo el país, que abren todas las mañanas sus mails a la espera de encontrar la peor noticia. Radio Nacional ya había sufrido dos tandas de despidos solapados: en diciembre y en marzo se definió no renovar los contratos de gran parte del personal de las emisoras, dejando así a algunas repetidoras en condiciones muy precarias para poner las radios al aire.
En la Tv Pública la situación no es muy disímil: es de público conocimiento que desde hace semanas el canal estatal no cuenta con programación diaria, y subsiste a base de enlatados y repeticiones.
El destino de todo el sistema de medios es incierto. Y en esa incertidumbre, los trabajadores de organizan.
Pablo Jímenez, Secretario General de la Asociación de Prensa de Santa Fe (APSF), explicó: "El Mega DNU ataca a los medios públicos, habilita la posibilidad de la privatización y el desguace de la venta incluso de terrenos que son parte de esos medios públicos para hacer negocios inmobiliarios. Y a su vez se vuelve a insistir con esa ley ómnibus que también tiene en su fondo la posibilidad de que estos medios pasen a privatizarse, que sean definitivamente perdidos para el conjunto de la sociedad argentina".
La historia indica, además, que las privatizaciones usualmente traen aparejados despidos, vaciamiento e incluso la quiebra total de esas empresas privatizadas.
Jiménez también remarcó que la situación es preocupante también en términos de libertad de expresión, de acceso a la información, y de soberanía: "No hay que olvidar que los medios públicos cumplen un rol social, que son objetivo de soberanía comunicacional para el país. Radio Nacional tiene 49 emisoras en los lugares más recónditos del país, donde no hay otros medios, donde no hay medios privados porque no hay un interés económico, porque no hay un rendimiento económico. Bueno, ahí está Radio Nacional cubriendo un espectro de soberanía limítrofe y llevando la información a todo el país con el interés último de que la gente y la ciudadanía se entere de las cosas que están pasando en el país a lo largo y a lo ancho de todo el territorio".
Cintia Mignone, delegada de la emisora y Secretaria adjunta de la APSF, también remarcó la importancia de la radio en términos federales: "Tenemos una novedad de las últimas horas y es que a partir del lunes Radio Nacional Santa Fe y el resto de las 49 emisoras de todo el país dejan de transmitir las noticias locales, por la frecuencia de AM, que es la tradicional frecuencia de Radio Nacional Santa Fe en este caso. Con lo cual, bueno, cualquier persona que escuche la radio se va a enterar de lo que pasa en el obelisco, pero no de lo que pasa con el puente carretero. Esto atenta contra el federalismo. Venimos teniendo gobiernos nacionales que son muy porteño-centristas y esto no hace más que reafirmarlo".
Las emisoras se distribuyen a lo largo y a lo ancho de todo el país. En algunos lugares, es el único contacto con el mundo que los pobladores rurales o de las zonas cordilleranas tienen. De hecho, la emisora emplazada en la Antártida es la radio más austral del mundo. Sobre este punto, Mignone explicó: "Radio Nacional es federalismo puro, es que nosotras y nosotros como trabajadores que conocemos a nuestras audiencias, que conocemos nuestras ciudades, nuestras provincias, podamos proyectarnos, en el caso de Santa Fe, a Chaco, a Entre Ríos, a Santiago del Estero, a La Pampa, a Buenos Aires incluso".
Las y los trabajadores se encuentran en estado de asamblea permanente desde diciembre, y continuarán con el plan de lucha. Tanto en la radio (Juan de Garay 2960) como en la sede de la APSF (Amenabar 2655) las y los ciudadanos se encontrarán con una planilla en la que se juntan firmas en defensa de todo el sistema de medios, y de los puestos de trabajo.