Los restos del célebre filósofo griego descansan en un jardín reservado de la Academia de Atenas. La información se dio a conocer ayer en Nápoles y surge luego de que científicos lograron descifrar uno de los papiros de Herculano, carbonizados cerca de Pompeya.

Un documento recientemente descifrado reveló el lugar exacto en el que fue enterrado Platón, hace más de 2300 años. Se trata de uno de los papiros de Herculano, un texto carbonizado en las cercanías de Pompeya que demostró que los restos del célebre filósofo griego descansan en un jardín reservado para él de la Academia de Atenas, cerca del Museion o Sacellum, un santuario consagrado a las Musas.

Un papiro carbonizado cerca de Pompeya y recién descifrado revela el lugar exacto donde fue enterrado Platón.

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— Federico Kukso (@fedkukso) April 24, 2024

La información fue presentada ayer en la Biblioteca Nacional de Nápoles, Italia, donde se leyeron más de 1.000 palabras del documento, que sobrevivió a la erupción del Monte Vesubio en el 79 y contiene la Historia de la Academia redactada por el filósofo Filodemo de Gadara. El papiro también revela que Platón fue vendido como esclavo en la isla de Egina en el 404 a. C., cuando los espartanos conquistaron la isla o en el 399 a. C., luego de la muerte de Sócrates; hasta ayer se creía que esto había ocurrido en el 387 a.C. durante la estancia del filósofo en Sicilia, en la corte de Dionisio I de Siracusa.

La investigación fue dada a conocer por el papirólogo Graziano Ranocchia, de la Universidad de Pisa, en el marco de la presentación de la primera fase de resultados del proyecto de investigación Escuelas griegas, motorizado por el Consejo Nacional de Investigación, el Instituto de Ciencias del Patrimonio Cultural y el Instituto de Lingüística Computacional Antonio Zampolli italianos. El mismo comenzó hace tres años y se extenderá hasta 2026, y utiliza rayos X, tomografía, imágenes infrarrojas y microscopía digital de alta resolución.

Los papiros se encontraban en la única librería que sobrevivió íntegra desde la antigüedad hasta el presente, en la llamada Villa de los Papiros, una mansión de una rica familia romana en la ciudad de Herculano, que fue destruida por una lluvia de barro y gas a altísimas temperaturas, lo que permitió que mucha materia orgánica se salvase. Con la ayuda de la inteligencia artificial y la supervisión de papirólogos, filólogos, historiadores y físicos empezaron a desentrañarse algunos de los textos, que habían sido una incógnita durante décadas.