El corte del puente Carretero es una dura piña para Santo Tomé, que agrava el contexto de crisis. Los comerciantes tienen las ventas por el suelo y quienes viajan todos los días a Santa Fe están gastando un tanque de más por mes. Unas mil personas marcharon por una 7 de Marzo sin autos, al grito de "Puente ya".
"En esta marcha no estamos interrumpiendo el tránsito, porque no hay tránsito", bromeó ante las cámaras Victoria Del Sastre, comerciante santotomesina. Y es verdad. Desde las cinco esquinas, donde arranca la Luján, hasta los parapetos que impiden el paso hacia el Carretero, una columna de mil personas con globos rojos y pocos y prolijos carteles avanzó por la avenida 7 de Marzo, la Siete, sin molestar casi a nadie. Porque nadie anda por la avenida desde que el puente fue cortado.
El puente Carretero que une a Santo Tomé y Santa Fe está cortado desde el 29 de marzo. "Al principio, como institución, sentíamos que iba a ser bueno para el comercio de Santo Tomé porque dijimos 'Bueno, la gente no va a poder pasar a Santa Fe y vamos a potenciar nuestro nuestro comercio'. Apostamos a que el comercio floreciera porque la gente se iba a quedar en la ciudad. Después nos dimos cuenta, a medida que iban pasando los días y que nos íbamos acercando al comerciante, que cada vez las ventas caían más y más", explica Nanci Boccolini, presidente del Centro Comercial e Industrial de Santo Tomé.
Nadie ignora que la mayor parte de la población de Santo Tomé trabaja, estudia, sale de paseo o tiene al resto de su familia en Santa Fe. Por eso el Carretero es vital para los más de 70 mil habitantes de la segunda ciudad más importante del departamento La Capital.
El cambio total en el tránsito vehicular vació las arterias comerciales principales de la ciudad y llenó transversales antes tranquilas. En un cálculo simple, los al menos 15 kilómetros extra de trayecto para ir a la capital representan, contando 20 días hábiles en el mes, cerca de 40 litros de nafta adicionales, en un coche de buen rendimiento. Es un tanque, 40 mil pesos más de gasto por mes.
¿Cuántos santotomesinos usan su auto para ir una vez por día hábil a Santa Fe? ¿Serán 10 mil? Seguramente, más. Para el caso: ese número menor implica que Santo Tomé está perdiendo 400 millones de pesos por mes en nafta. Es una feroz transferencia de riqueza y un yunque para la ciudad, que pesará en los próximos meses.
Sin embargo, pese a tener una estación de combustible, don Néstor (lleva boina, es un don) está muy enojado. Quiere protestar delante de Vialidad Nacional, quiere salir a cortar la avenida Alem y a prender gomas. El resto de los comerciantes de la marcha lo aplaca. Don Néstor es el dueño de la Axion que está en la 7 marzo. "Yo estuve en la Municipalidad hablando con la Secretaria de Hacienda, advirtiéndole: o pago los sueldos o le pago a ustedes. Es así. Yo estoy preparado para vender de 12 a 15 mil litros por día. Estoy vendiendo 4000", se lamenta.
Con sus rigurosos buzos polares carmesí y pantalones de grafa azul, los cuatro empleados de la Axion caminaron siempre en el frente de la marcha. Un poco más atrás de la bandera estaban los familiares y amigos de Nahuel Andrés Robles, el joven de 19 años que murió acuchillado en un robo, recientemente. Llevaban carteles pidiendo justicia.
Un piñazo
"Estamos en una macroeconomía donde el comercio ya viene a diezmado", aclara Boccolini. El corte del puente se produce en el peor de los contextos. "Los cierres de comercios se están dando. Pero a nivel general también en Santa Fe está pasando. Yo tengo una reunión con el Centro Comercial de Santa Fe el lunes, por la cuestión económica general. Los cierres de comercios se vienen dando de un tiempo esta parte, pero por una cuestión de presión fiscal, el aumento de los alquileres, la paritaria de los empleados de comercio..."
Junto a otros comerciantes, Boccolini recurrió a diferentes estamentos estatales para buscar alivios. "Hicimos una presentación en el Estado municipal y también en la provincia para la eximición de los impuestos respectivos, llámese DREI y también Ingresos Brutos. También empezamos a trabajar en gestiones para potenciar el comercio desde el punto de vista de reactivar al comerciante". Todavía no hay respuestas concretas.
"Necesitamos que los funcionarios tomen cartas en el asunto, que no es algo desconocido, hace 20 años que la situación del puente es algo que se conversa", sentencia la joven comerciante Del Sastre. "Hoy llegaron las facturas de todos los servicios de Santo Tomé con 100% de aumento, y no tenemos nuestra vía de tránsito. Hay una contradicción. Nos llegan los aumentos y las calles están todas rotas. Esto pone en relieve la ausencia del Municipio, del Concejo y de todos los cargos políticos".
La movilización fue autoconvocada por los comerciantes, sobre todo. Se puede ver al dueño de la Ferretería San José, un establecimiento que queda a dos kilómetros del carretero, hacia el sur. También esta la propietaria de Droopy, la mejor pizza a la piedra de todo el departamento La Capital, por lejos.
Oculto en alguna casa de la avenida, no faltó el cobarde estúpido que alzara su grito de "¡Vayan a laburar!".
En la marcha no se identifica ninguna figura política local. Sí camina la santotomesina Caren Tepp, colgada del brazo de una mujer mayor, probablemente una familiar. Junto a su pareja, Juan Monteverde, la concejala de Ciudad Futura en Rosario había desembarcado en Santa Fe por la mañana para una actividad en Festram, junto a referentes del peronismo como Eduardo Toniolli y Lucila De Ponti (Movimiento Evita de Rosario) y otro santotomesino, Leandro Busatto.
Consigna: ir el sábado 11
A través de un comunicado, que fue replicado por las redes de la Municipalidad de Santo Tomé, Vialidad Nacional notificó que "entre la primera y segunda semana de mayo la contratista instalará el obrador y movilizará los primeros elementos para ejecutar los trabajos de rehabilitación del viaducto. Las tareas iniciales consistirán en el montaje de los andamios, que estarán colgados de la estructura del puente para realizar las reparaciones de los apoyos en el tramo afectado".
Parece ser que las obras sobre el puente van a comenzar. La plata viene del Ejecutivo nacional, comandado por un presidente que no tuvo miramientos en dejar abandonada toda la obra pública en Argentina.
–No hace mucho que yo estoy en la presidencia la institución, recién seis meses, y me tocó bailar con todos estos acontecimientos –musita Boccolini con transparente pesar–. No solamente la crisis económica, sino que tenés que salir al ruedo, gestionar, gestionar para que no se caiga el comercio, que es una de las fuerzas más importantes de la economía local.
–La promesa del plan de obra dice que en 90 días el puente está arreglado. ¿Cómo ves el comercio local dentro de tres meses?
–No soy de las tipas pesimistas, soy optimista –se repone–. Es lo que yo le transmito a los asociados: juntos hay que salir de las grandes crisis, hay que ser creativos. Bueno, ya te digo, vamos a hacer un evento en las 7 de marzo, el día 11 de mayo, y lo vamos a llevar a las distintas arterias. Hay que apoyar al comerciante y hay que estar con todo lo que se pueda, para que pueda subsistir y después proyectarse en la vida local. Este próximo sábado 11 vamos transformar algunas cuadras de 7 de marzo en peatonal, con espectáculos, eventos callejeros para poder llevar gente al lugar.
¿Cuántos son mil santotomesinos?
En Santo Tomé, la gimnasia de reclamar no está adquirida. El trayecto de nueve cuadras casi que se hizo al trote, con descansos en las esquinas para cantar "Puente ya, puente ya" y "Queremos el puente, queremos el puente". En menos de una hora estuvo todo resuelto. Aun así, la del sábado 4 de mayo fue una de las mayores marchas de la historia reciente de una localidad que casi nunca genera protestas por su cuenta; en las fechas de salir a calle, los manifestantes santotomesinos se van para Santa Fe.
"El que tiene que dar la cara es el presidente de Vialidad Nacional de acá, a ver qué le dijeron en Buenos Aires", vocifera Don Néstor. Santo Tomé padece por doble partida la histórica discriminación centralista, por la que se demoró la construcción de un nuevo puente, y la actual oleada de ajuste.
En la marcha se escucha a los vecinos reclamar al Estado por sus "derechos". Las comillas resaltan una palabra inusual para época. En la propia piel están verificando que el mercado no resuelve virtuosamente por sí mismo absolutamente nada. Los comerciantes están padeciendo exactamente los efectos de vivir en una sociedad expuesta a la intemperie de la pura oferta y demanda. Pero la música de lo mejor de la tradición democrática argentina, la protesta social que desborda a cualquier gobierno, late incluso en una ciudad donde los libertarios ganaron por afano.