Arce y el pueblo boliviano sofocaron un nuevo intento de golpe de Estado

Foto: Gustavo Ticona.

Un grupo militar liderado por el General Juan José Zúñiga intentó tomar la Casa de Gobierno en La Paz. La gente copó la plaza y el presidente ya lo destituyó del cargo. Milei fue el único presidente latinoamericano que no condenó el levantamiento.

A cinco años del derrocamiento de Evo Morales, un grupo militar liderado por el General Juan José Zúñiga intentó tomar la Casa de Gobierno, en La Paz, Bolivia. El levantamiento fue velozmente sofocado por el presidente Luis Arce, quien destituyó a Zúñiga y nombró a un nuevo Jefe militar, con el inestimable apoyo del pueblo boliviano, que salió a copar la Plaza Murillo y corrió a los uniformados sublevados.

La asonada militar fue condenada por presidentes y ex presidentes de toda Latinoamérica, con una poco sorprendente excepción: la de Javier Milei, que pareciera ser muy rápido para calificar como golpe de Estado a cualquier manifestación popular, salvo a un intento literal de golpe de Estado.

Desde nuestro país solo se expresó la canciller Diana Mondino, quien manifestó en su cuenta de X: "Los gobiernos, sean buenos o malos, gusten o no, se cambian únicamente en las urnas. No se cambian con violentos golpes de Estado. La democracia no se negocia".

Cronología de un golpe fallido

Los hechos iniciaron alrededor de las 16 del miércoles, cuando el comandante general del Ejército Juan José Zúñiga ingresó dentro de un tanque al Palacio Quemado -la Casa de Gobierno boliviana-, rodeado de un grupo de soldados, y amenazó con tomar el edificio.

En declaraciones a la prensa, Zúñiga aseguró estar "escuchando el clamor del pueblo" y afirmó que las Fuerzas Armadas pretendían "reestructurar la democracia". También pidió por "la inmediata liberación de todos los presos políticos", mencionando dos nombres propios: Luis Fernando Camacho, ex gobernador de Santa Cruz y uno de los principales artífices del golpe a Evo en 2019, y Jeanine Áñez, ex presidenta interina en dicho período.

En respuesta a la asonada, el presidente Luis Arce se mostró junto a su vicepresidente y sus ministros y afirmó que el país estaba de cara a "un intento de golpe de Estado": "Hoy el país enfrenta una vez más intereses para que la democracia en Bolivia se trunque". Además, convocó al pueblo boliviano a que se "se organice y movilice en contra del golpe de Estado y en favor de la democracia".

Cerca de las 18:30, cuando la gente ya se acercaba a la Plaza Murillo para manifestar su repudio a la asonada militar, Arce removió a la cúpula de las Fuerzas Armadas y ordenó a los oficiales sublevados que vuelvan a sus unidades.

El presidente protagonizó, incluso, un tenso diálogo con Zúñiga en el Palacio Quemado, del que, finalmente, este último se retiró. Zúñiga fue finalmente detenido por la Policía boliviana, frente a quienes declaró que el levantamiento fue un "autogolpe" ordenado por el propio Arce.

Imágenes para la historia. El presidente Arce enfrentándose a los militares golpistas en Bolivia. pic.twitter.com/kW94Nv7ATE

"Saludamos y expresamos nuestro más sincero agradecimiento a nuestras organizaciones sociales y a todo el pueblo boliviano, que salieron a las calles y se expresaron a través de distintos medios de comunicación, manifestando su rechazo a la intentona golpista, que lo único que hace es dañar la imagen de la democracia boliviana a nivel internacional y generar incertidumbre innecesaria en momentos en los que las y los bolivianos necesitamos trabajar para sacar adelante al país", expresó más tarde Arce en su cuenta de X, en la que también agradeció los apoyos recibidos por presidentes y organismos internacionales.

Dejar respuesta

Por favor, ¡ingresa tu comentario!
Por favor, ingresa tu nombre aquí