Entre los datos recogidos por los investigadores, la ansiedad se destaca con el 91 por ciento, seguida por el agotamiento 60 por ciento y la depresión, con 50 por ciento. También se encuestó a rescatistas y voluntarios.
Nueve de cada 10 habitantes de Rio Grande do Sul, estado del sur de Brasil que sufre desde hace 43 días la peor catástrofe climática de la historia, están psicológicamente afectados por la tragedia. Padecen ansiedad y depresión vinculadas a las pérdidas y al temor de sufrir nuevas inundaciones, según un estudio divulgado por la prensa local.
El trastorno de estrés postraumático, la ansiedad, la depresión y el agotamiento (síndrome de "burnout") son enfermedades de salud mental citadas por quienes respondieron a una encuesta que llevan adelante los profesionales psicólogos de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS) y del Hospital de Clínicas de Porto Alegre. La capital de Rio Grande do Sul hace frontera con la Argentina y Uruguay.
Según las variadas respuestas de los sobrevivientes a las inundaciones iniciadas el 29 de abril y que comenzaron a retroceder a inicios de junio, la ansiedad se genera por ejemplo al encontrar un grifo abierto y escuchar el ruido del agua o con pesadillas de que la vivienda se está inundando.
Entre los datos recogidos por los investigadores, la ansiedad se destaca con el 91 por ciento, seguida por el agotamiento 60 por ciento y la depresión, con 50 por ciento.
La coordinadora del estudio, la psiquiatra Simone Hauck, explicó a la cadena de noticias RBS, de Porto Alegre, que la catástrofe ambiental que generó al menos 175 muertos, 38 desaparecidos y por al cual siguen evacuadas casi 450.000 personas, afectó incluso a quien no fue víctima de las inundaciones.
Existen reacciones similares entre las víctimas y los voluntarios socorristas, quienes respondieron que sueñan que entra agua al apartamento y piensan que "pocas cosas valdrán la pena obtener en la vida si se pueden perder en cualquier momento", explicó. La especialista especificó que estos síntomas aparecen en forma temporal, con lo cual deberían disminuir a medida que pasa la tragedia, con la resolución de problemas de vivienda u otros problemas vinculados a la inundación.
Según la cadena televisiva, los expertos alertaron que la mayor tasa de suicidios de Brasil es la de Rio Grande do Sul, incluso antes de la tragedia. El Ministerio de Salud del Gobierno federal de Brasil conformó un equipo de 300 profesionales de la salud mental para atender a los afectados de las tormentas y de las inundaciones en Rio Grande do Sul desde finales de abril pasado.
La encuesta sobre la salud mental de los sobrevivientes tiene como objetivo hacer un mapa sobre los barrios y regiones que deberían recibir prioridad en la inversión pública en el área de salud mental, como la construcción de centros de atención y la contratación de psicólogos y psiquiatras, aclaró finalmente un informe de la agencia de noticias Xinhua.