La inflación de mayo fue del 4,2% y alcanzó el 115,6% en la era Milei

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Foto: Gabriela Carvalho

Así lo informó el Indec. Comunicación y Educación, los rubros que más aumentaron. La inflación se desacelera, pero el costo es altísimo: recesión brutal, producción, comercio y consumo en niveles pandémicos y caída en el poder adquisitivo de los salarios.

Según el último Índice de Precios al Consumidor del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la inflación en mayo fue del 4,2%. De esta manera, acumula un 71,9% en lo que va del año y un 115,6% en la era Milei. En la comparación interanual, el incremento alcanzó el 276,4%.

Los rubros que más aumentaron fueron Comunicación (8,2%), por las subas en los servicios de telefonía e internet; Educación (7,6%), por los incrementos en todos los niveles educativos; y Bebidas alcohólicas y tabaco (6,7%) por el alza en los cigarrillos.

Como suele suceder, Alimentos y bebidas no alcohólicas fue la división con mayor incidencia en todas las regiones: 4,8%. Al interior de la misma se destacaron los aumentos en Verduras, tubérculos y legumbres; Leche, productos lácteos y huevos; y Aceites, grasas y manteca.

Los dos rubros que menos aumentaron, por su parte, fueron Salud (0,7%), por las bajas en las cuotas de medicina prepaga, y Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (2,5%).

La región que sufrió más inflación fue la Patagonia, con 4,5%, y la de menor registro fue el Noreste, con 3,7%. La región Pampeana se ubicó levemente por debajo de la media nacional, con un 4%.

La receta del gobierno para lograr desacelerar la inflación es sencilla: una recesión que llevó al comercio, la producción y el consumo a niveles pandémicos -el 24 de junio se publican los datos del PBI y Mercado de Trabajo del primer timestre, que se espera sean calamitosos- y caídas récord en el poder adquisitivo de los salarios, que perdieron por paliza contra los precios desde que asumió Javier Milei.

En junio se aguardan nuevos incrementos en las tarifas de los servicios públicos, con lo cual la caída de la inflación podría detenerse; y eso sin tener en cuenta una nueva devaluación, que parece inevitable. ¿Hasta cuándo podrá ajustarse el cinturón la gente? Lo sabremos muy pronto.

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