Así lo aseguró la diputada Lucila De Ponti, al presentar el costo de vida para una familia de los barrios populares de Rosario, que en junio trepó a $1.233.863, lo que significa un aumento del 18% en los últimos tres meses.
El costo de vida para una familia de los barrios populares de Rosario trepó en junio a $1.233.863, lo que significa un aumento del 18% en los últimos tres meses y del 291% comparado de forma interanual.
El dato se desprende de un relevamiento realizado por la diputada Lucila De Ponti junto al Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO), el cual registra y compara regularmente el consumo en barrios representativos como Casiano Casas, La Sexta, Bella Vista y Mangrullo.
El estudio indicó que solamente para cubrir las necesidades indispensables de alimento un hogar debe destinar como mínimo $500.331 y un adulto rosarino necesita $161.920 para no caer debajo de la línea de indigencia. Los mayores incrementos interanuales estuvieron determinados por el arroz +1447%, los fideos secos +1125%, la yerba +850%, los huevos +834%, los panificados +860%, la leche +772% y las carnes +595%.
“Si bien hay una desaceleración en los aumentos, es mentira que los precios generales hayan bajado y seguimos teniendo un aumento anual que supera el aumento de los ingresos”, explicó la diputada Lucila De Ponti.
Para la legisladora del Movimiento Evita, “la brecha entre ingresos y costo de vida es el principal problema, la pérdida del poder adquisitivo es lo que explica el aumento de la pobreza y esto no se ha revertido”.
En este sentido, el estudio muestra que el salario mínimo, vital y móvil (SMVyM) de $234.315 alcanza a cubrir apenas el 47% de la canasta familiar de alimentos. Tampoco lo cubren el salario promedio de un obrero de la construcción ($432.675) ni de trabajadores de casas particulares ($316.688), los cuales cubren respectivamente el 86% y 63%.
“La gran mayoría de los trabajadores no puede asegurar con sus salarios el costo de vida, mucho menos los jubilados que perdieron un 99% del valor de sus ingresos y eso día a día se traduce en mayor desigualdad”, explicó De Ponti.
“Si no se recupera el valor del salario, si no se achica la brecha de los costos y los ingresos, Argentina va a ser todos los días una sociedad más pobre”, finalizó.