Virus II

palabras virus barista

Quienes tenemos la costumbre o desgracia de prestar atención a las palabras que escuchamos o leemos; a menudo notamos que algunas nos cansan o saturan, otras nos deprimen, nos disgustan, nos perturban, nos inspiran desconfianza, perplejidad, risa o furia… En cualquier caso, siempre hay algo más que una mera sensación en esas palabras y expresiones que resuenan por encima o por debajo del sentido, por algo las escuchamos así. Se me ocurrió entonces preguntarle a gente cercana qué palabras o frases abollaban su paciencia. Transcribo.

Lo que la gotita

—Creo que no me joden las expresiones en sí sino los usos de moda que se viralizan de un modo feroz, vienen y se imponen con una demencia, como un virus. ¿No? Y después desaparecen. Eso me resulta por momentos aterrador.

Holis /fiera /tipo/ capo /nena/ nene/ same/ buen finde”/ “tutu bem?/“brody /pa /rey/negri/digamos/cabe destacar/una sumatoria de cosas.

—Me deprime la palabra influencer. “Hoy en día”. Esa me hincha las bolas. Cuando te dicen “hoy en día”.

—Me desespera el “Como yo siempre digo”. Expresión de gente acomplejada. Me dan ganas de responder: ¿nunca te cansás?

—A mí me enferma cuando dicen “vamos por parte” e inmediatamente tienen que agregar “como dijo Jack”. También cuando alguien nombra Mendoza y en menos de dos minutos alguien encuentra la forma de decir “vino”.

—Una muletilla que se me pegó y odio y digo más de veinte veces por clase es “de alguna manera”. Es como una diarrea mental diría Albert Pla.

—Gente grandecita en los medios no usa más “totalmente”, usa “total” como si ya fuera un adverbio.

—Me molestan principalmente las que se me pegan a mí “de hecho”, “obviamente”, “o sea” y esas muletillas nefastas. De todas formas, no se me ocurre ninguna que supere a “puesta en valor”, la odio con toda mi alma, casi más que a “fingir demencia”.

Fina Estampa

—Pena capital para quién diga EXPERTISE. Inhabilitar licencia de conducir a quien diga OFF DE RECORD.

—Una que me molesta mucho: "conectar con". Usada para decir cualquier tontería y pretender estar diciendo algo profundo. Acabo de escuchar “disponibilicé”.

—En mi trabajo les encanta “trazabilidad”: 1.nombre femenino Posibilidad de identificar el origen y las diferentes etapas de un proceso de producción y distribución de bienes de consumo. Son palabras que te hacen parecer que sabes.

—Las en inglés me molestan poco tiempo y luego las acepto. Tipo ghostear. Últimamente me molesta “barista”. Barista es barman, barwoman, lo que pasa es que ahora, viste cuando aparece una palabra y la empiezan a usar y hay toda una tribu de gente que para referirse al gin o elementos para el gin o el café: ah el quid barista o el qué se yo, todo barista te dicen ahora, medio cheto es.

Quiméricas

Contundente o contundencia en “queremos señalar con contundencia” cuando el poder de esa palabra deviene del macro discurso, no de la palabra en sí. Es pretender que el sentido equivalga al efecto. Decir gato y que haya un gato.

Cambio de paradigma/ tríada/ narrativa/ procastinar. La forma “estaría” más gerundio, como reemplazo de verbo. “No pude/ no puedo” es ahora “no estaría pudiendo”. Es decir, la misma y novedosa fórmula sugiere la “procastinación”, en este caso se procastina la conjugación de verbos. Gerundio mata tiempo. Quizás sea una forma derivada del ya clásico “voy a estar tocando/actuando/presentando” como una efectiva y consolidada manera de complicar más el futuro.

Todo verbo asociado a operaciones cognitivas al que se le agrega el prefijo re: repensar, redefinir, rever, reaprender, resignificar

Nuevas formas verbales que pretenden dar nueva entidad, trascendencia y sentido a viejas acciones: intencionar, fluir, transitar, vivenciar, maternar. Incluso alguien mencionó: sentipensar/sentipensares, neologismos que nublan mi pensar y sentir. Por eso la destacada de hoy es una conocida metáfora con rango de tecnicismo de amplio espectro: me hace ruido.

Alguna vez a alguien se le ocurrió esa frase, seguramente para expresar que algo no le parecía bien, correcto o deseable pero que aún no lograba establecer con precisión qué era exactamente ese algo o por qué le generaba tal sensación.

Es posible que esa expresión, al ser dicha por primera vez, no haya logrado su principal propósito comunicativo ya que su impacto tiene que haber deslumbrado de tal forma que lo más probable es que el hipotético e incierto auditorio haya olvidado ipso facto el tema de la charla y en sus cabezas solo resonara ese encantamiento, como una música intrusiva.

Cuando nos cuentan un buen chisme o un buen chiste, nos queda como chispeando en el cuerpo y hay que contárselo a alguien urgente, antes de que las chispas empiecen a quemar. Así mismito tiene que haber pasado con “me hace ruido”. Que además de multiplicarse exponencialmente, abandonó por completo su sentido figurado y pasó a representar diagnóstico, juicio y argumento.

Me hace ruido vale como razón clara y suficiente para cuestionar, reprobar, rechazar o impugnar cualquier cosa. La episteme te la debo. Consejo útil: si quiso el destino que usted trabaje con o para gente que adhiere a esta corriente, tenga siempre a mano un paquete de hisopos y un blíster de antipsicóticos. Ante la irrupción de la temida e inapelable sentencia, ofrezca como toda respuesta ambas cosas en pleno silencio.

Dejar respuesta

Por favor, ¡ingresa tu comentario!
Por favor, ingresa tu nombre aquí