José Torres Gil llegó a lo más alto del podio en los Juegos Olímpicos 2024 en el BMX Freestyle. Además del aporte privado, la disciplina cuenta con un importante apoyo del gobierno de Córdoba.
En el sello social de Córdoba está el humor, y en sus variantes para llegar a la risa está el apodo. No existe cordobés que no tenga un apodo. “La Mona”, “El Potro” y ahora “El Maligno”, un apodo extraordinario para que nadie se olvide de vos, para que te quedes con el centro de la escena.
La historia del olimpismo argentino dirá que el 31 de julio de 2024 José “El Maligno” Torres Gil se adueñó de la escena nacional por ganar la medalla de oro en BMX Freestyle. Para los que tuvimos infancia en los años ochenta el cordobés podría ser un personaje salido de Los Bicivoladores, la película australiana que tenía a tres adolescentes como protagonistas, dos chicos y una chica (Nicole Kidman). Eran tiempos donde nos creíamos inmortales, saltábamos los cordones para caer al asfalto y teníamos la sensación de volar por largo tiempo. La plaza de Las Banderas, con su puente central, era lo mejor que nos podía pasar para los que pedaleábamos toda la tarde. Cada uno puede armar la historia de su infancia en bicicleta y creerse un Maligno de oro.
La cuestión cambia cuando el juego y el divertimento se transforma en deporte, y hay varios escalones más cuando el deporte se convierte en tu trabajo, también conocido como “profesional”.
El cuándo y cómo empezó José arriba de la bici que lo llevó a su modo de vida tiene respuesta: en la adolescencia descubrió esta rama del ciclismo, de casualidad, en el Parque de las Naciones de Córdoba, a pocas cuadras de su casa. “Tenía 14 años y estábamos con mi hermano mellizo (Francisco) pateando la pelota ahí, porque los clubes de fútbol estaban de vacaciones y a lo lejos vimos que había muchos chicos saltando en bici y en skate. Nos acercamos y cuando uno hizo una prueba girando de cabeza, que se llama ‘Flair’, nos generó una gran atracción y adrenalina. Nos generó mucha intriga. Le pedimos prestada la bicicleta y ahí empezó todo… no hubo vuelta atrás”, recordó Maligno en una entrevista con La Nación.
Torres Gil nació el 28 de marzo de 1995 en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, donde sus padres argentinos trabajaban. Diez años después se radicaron en la Córdoba natal de sus progenitores, en el barrio Urca, a pocas cuadras del Parque Kempes, donde empezó todo. Aunque es futbolero (hincha de Belgrano), la práctica del deporte más popular del mundo quedó de lado para el Maligno. Con su hermano mellizo (Francisco) se embarcaron en el mundo de las bicis y el BMX freestyle los atrapó para siempre.
Quince años después hizo estallar en aplausos la histórica “Place de la Concorde” de París, y se transformó en el atleta olímpico argentino en conseguir la medalla de oro número 22 para nuestro deporte. El puntaje del oro fue de 94.82, por encima del británico Kieran Reilly (93.91) y del francés Anthony JeanJean (93.76).
A medida que las horas iban pasando y ese último día de julio se hacía hermosamente interminable, en un tono de voz muy bajo, el cordobés decía: “Voy a llegar a la habitación de la Villa Olímpica y, cuando esté un poco más en silencio viendo la medalla, comprenderé lo que acaba de suceder”. El domingo 3, José volvía a pisar suelo argentino. En el aeropuerto de Ezeiza un periodista tomaba la medalla de oro entre sus manos y le preguntaba si había entrado en razón de lo que había conseguido; “todavía no caigo”, respondía.
Volvemos al 31 de julio. Argentina quiere conocer al que nadie registraba hasta que llegó el oro. “Trato de no mostrar mucho mis emociones porque no quiero dar pena a nadie, pero estoy derrumbado en este momento y a la vez contento”, decía Torres Gil y seguía: “Todo lo que hago es para representar muy bien a mi país y a los latinos: somos todos lo mismo a la hora de salir afuera, pero jamás tenemos la misma posibilidad de presupuesto a la hora de competir”.
En la última frase de José Torres Gil flota la angustia de no poder contar con los recursos necesarios para competir de igual a igual, sobre todo con los poderosos, donde el Estado y el privado invierten en el deporte.
En tiempos de motosierra, donde todo lo estatal debería ser destruido (junto a otros sectores políticos que lo están permitiendo), emerge la figura de “El Maligno”, el pibe que en plena adolescencia se encontró con un deporte que contó con todos los recursos del Estado de Córdoba para la construcción del mejor parque de BMX del país.
Estado sobre ruedas
El gobierno cordobés sostiene circuitos de BMX y Skate hace más de 15 años, construyó varios “skateparks” en toda la provincia y hasta financió el acceso a las bicis.
“Con el objetivo de promover la práctica y ser una ventana para quienes deseen conocer y participar en el fascinante mundo de los deportes alternativos, la Agencia Córdoba Deportes creó el programa CBA X. El mismo tiene como objetivo agrupar, organizar y difundir la gran cantidad de disciplinas extremas que se llevan a cabo en Córdoba”. En esa introducción del proyecto que lleva adelante el gobierno cordobés se abren las puertas para cientos de “Malignos” que probarán la adrenalina de volar arriba de una bici.
El gobierno de Córdoba tiene un programa que se llama “Club de Ruedas”, que tiene el propósito de “construir parques públicos destinados a la práctica de actividades deportivas sobre ruedas, tales como skateboarding, rollers y bicis, promoviendo entre los jóvenes valores de vida activa y saludable relacionados con la buena alimentación y el cuidado del ambiente, entre otros”.
Actualmente Córdoba cuenta con el SkatePark de Parque Sarmiento, ubicado en el pulmón del Parque Sarmiento, que es la pista más grande del país y una de las más importantes de Latinoamérica. Posee 3000 metros cuadrados y su diseño estuvo a cargo de arquitectos de la Asociación Cordobesa de Skateboarding.
El BikePark de Parque del Kempes de Córdoba sirve para la práctica de BMX en la capital cordobesa. Con 420 metros cuadrados y forma de 2 bowls, se construyó en el Parque del Kempes con asesoramiento de la Asociación Cordobesa de BMX. Ahora, al bikepark olímpico se lo conoce como el “Maligno Park”.
En Río Cuarto está el Skate Park y Bike Park de Parque del Centro Cívico, los primeros espacios creados y desarrollados para la práctica de skate y BMX en el sur de la provincia de Córdoba. El parque ya cuenta con circuito de bicicletas, una cancha de Street Basket (también construida por la Agencia Córdoba Deportes) y un playón de patinaje. La pista de skate posee una superficie de 500 metros cuadrados y la de BMX 400 metros cuadrados.
Además, los cordobeses cuentan con un plan que se llama “Escuela sobre ruedas”. El Estado puso en funcionamiento en las ciudades de Córdoba y Río Cuarto las Escuelitas de Skate y BMX para menores: “Las clases son dictadas por reconocidos deportistas de ambas localidades y se les provee, a los participantes, de los materiales de protección personal adecuados y necesarios para la práctica de dicho deporte”.
¡El pedido es ya!
Con la medalla de oro colgada y con la masividad que alcanzó por su logro, “Maligno” pidió por la construcción de nuevos parques de BMX en Argentina porque “el único apto para entrenar y competir es el nuestro, el que está en Córdoba; así podremos sacar atletas de todos lados del país”. En Blender Olé, Torres Gil solicitó abiertamente a Nación: “Necesitamos que el Gobierno apueste en predios para hacer rampas”.
Cuando le preguntaron si le alcanzaba con el apoyo económico, señaló: “Yo no pienso frenar todavía: me gustaría ir a Los Ángeles 2028. Hoy estoy viviendo de los patrocinadores privados, que son los que me dejan vivir y seguir cumpliendo un sueño. Tengo ayuda del gobierno y de algunas entidades, pero uno intenta buscar un poco más porque nuestra vida útil es muy corta en comparación con todo el sacrificio que le metemos. Quizás la gente no lo ve, no se da cuenta, pero invertimos muchos años en buscar una medalla. Y también hay muchas lesiones, como en mi caso. Y son frustraciones fuertes. Yo he llegado a quedar inconsciente por un golpe con la bici. Esa desesperación no se la deseo a nadie. Te agarra una depresión maldita que no podés controlar”.
“Maligno” será el abanderado argentino en la ceremonia final de los JJOO París 2024 este domingo 11. Seguramente centenares de pibes y pibas pedirán por una bici para volar entre rampa y rampa; seguramente el Estado, aunque hoy quieran detonarlo, seguirá colaborando para que los sueños se hagan realidad. Mientras tanto Milei hace su juego para la tribuna y lo invita al campeón olímpico a Casa Rosada. El cordobés le pide la construcción de más pistas y la respuesta del presidente ya la sabemos: solamente hace falta repasar cuántas obras públicas hizo el gobierno libertario.
Mligno y la escalera al oro
Los antecedentes deportivos de “El Maligno” son brillantes. En 2017 ganó el Campeonato Nass Pro Park, dos años después, en 2019, obtuvo su primera medalla (de plata) en los Juegos Panamericanos Lima 2019. En julio de 2023 se convirtió en el primer argentino en conseguir una medalla de oro en los prestigiosos X Games, en California, al imponerse en la prueba de Park de BMX freestyle. Meses después, conquistó la medalla de oro de los Juegos Panamericanos Santiago 2023.
Hasta último momento tuvo que esperar para asegurarse este cupo olímpico, ubicándose en el 12° lugar en la clasificación general de las Series de Clasificación Olímpica y consiguiendo su cuota gracias a una reasignación de plazas por parte de la Unión Ciclista Internacional (UCI).