De resultar exitoso, podría transformarse en una herramienta fundamental en la lucha contra el cambio climático.
En la cima de una formación de lava volcánica solidificada hace miles de años a las afueras de Reikiavik, la capital de Islandia, se puede ver lo que parecen ser varios grandes aires acondicionados -del tamaño de contenedores de carga- rodeando un edificio.
Esta extraña visión -que le da el toque final a un paisaje que pareciera extraterrestre- es única no sólo por su apariencia, sino por su función: es el primer sistema viable en el mundo para tomar CO2 del ambiente y atraparlo debajo de la tierra.
El proyecto lo desarrolló la compañía suiza Climework con la idea de que "para poder realmente alcanzar el objetivo de cero emisiones netas globales, necesitamos soluciones para la retirada de dióxido de carbono del aire" y es el primero de su tipo en funcionamiento en la actualidad.
La "fábrica" es imponente: lo que parecieran ser aires acondicionados son realmente un gran número de ventiladores organizados unos encima de otros, que toman el aire del ambiente y capturan el CO2 que contiene a través de filtros.
Es la primera parte de un proceso engañosamente simple que podría ser una importante herramienta en la lucha contra el cambio climático.
Pero la premisa más importante de la que parte el proyecto, según la representante de Climeworks, Bryndis Nielsen, es que la retirada de CO2 del aire no busca reemplazar las medidas de reducción de emisiones.
"Necesitamos tener un papel activo en limpiar todo el desastre que hemos venido dejando desde que empezó la revolución industrial", explica Nielsen, "pero no estamos aquí para reemplazar la reducción de emisiones".
La principal razón por la cual esta tecnología sola no es suficiente para afrontar los riesgos del cambio climático es la capacidad de una planta como Orca.
Así como puede sonar impresionante que una sola planta tenga la capacidad de absorber 4.000 toneladas de CO2 al año, las emisiones mundiales alcanzaron 37,4 gigatoneladas (37 mil millones de toneladas) en 2023.
"Necesitamos estar capturando gigatoneladas para 2050, y para lograrlo, necesitamos empezar ahora", dice Nielsen.
Por eso, el siguiente proyecto de la compañía, llamado Mammoth, es casi diez veces más grande que Orca.