Chancho arriba: un “anti-álbum”

Franco Bongioanni

Franco Bongioanni presentó “Tierra dentro”, su ópera prima. Se trata de un viaje introspectivo, con ocho canciones que bailan entre el realismo y la dimensión simbólica, entre lo íntimo y lo épico.

Como abrir una tranquera y mandarse derecho, Tierra dentro nos invita a darle para adelante por un camino donde hay un poquito de bardeo, sentido del humor y muchas imágenes poéticas y que derivan en este “anti-álbum” que fragmenta y reconstruye la memoria.

Definido como una obra de “fragmentos inconexos” que persisten en la búsqueda de una identidad múltiple y en constante movimiento, Franco Bongioanni navega entre lo íntimo y lo épico, piloteando el rumbo en todo momento a su antojo. Con el respaldo del sello rosarino Kuikatl, el material está disponible en Spotify, YouTube y Bandcamp, entre otros, listo para ser reproducido.

La apertura satírica es con "Chancho Chino", que con muchos de los trucos digitales que el autor tiene bajo la manga logra una ambientación oriental medio pícara, al estilo Kill Bill, que es un poco lo que pide la letra. La lírica, por si el título no es lo suficientemente claro, apunta a la destrucción de la naturaleza en favor del negocio inmobiliario y de los sojeros.

Además de la instrumentación juguetona, se exploran muchos matices vocales, distintos registros que le imprimen una intensidad que favorece a la transmisión del mensaje: el frenesí de la productividad va dejando atrás cada vez con más rapidez a lo más primitivo que no por viejo es menos elemental. Como a lo largo de todo el “anti-álbum”, el acompañamiento de Cintia Amorela Bertolino le da un plus a la propuesta, aún actuando en segundo o en tercer plano. Una de las frases destacadas de este inicio: “Quizás si nos perdonan, después de tanto agravio podamos vivir juntos, dignos, libertarios”. Escrita hace más de diez años, el espesor de este verso rapeado es una refe a uno de los anarquistas argentinos más queridos y recordados, el entrañable Osvaldo Bayer.

“Mar de gestos” arranca con un goteo suave de la guitarra, mientras Franco recita. “Será una canción íntima, a lo mejor breve, de él con su instrumento de cabecera”, podríamos llegar a pensar durante el primer minuto. Hasta que Cintia entra a tararear a la par del bajo de Memo Beltzer, que mandó desde Australia una interpretación tope de gama. A esta altura, todo Ginkgobiloba ya está subida a la canción, con Jorge Mockert en batería y Demian Pozzo que también se suman a la ronda para terminar de leudar la canción hasta ser un jazz rioplatense épico al que no le faltan tampoco los colores del saxo tenor de Agustina Cortés.

Franco Bongioanni

Lo que sigue es “Vuelo leve de agua”, que prácticamente cuenta casi con banda distinta a la canción anterior (repiten Mockert y Cortés) y que podemos emparentar como prima hermana del “Vals inicial” de Los Piojos. La marea sube con Ivana Papini y su clarinete, Diego Núñez en saxo barítono, Nicolás Serrano al flugelhorn y la profundidad del contrabajo de Gonzalo Carmelé. Se experimenta durante toda la audición una sensación de rescatar tesoros pequeños (“ idea de poema en el bolsillo de la campera, nota de voz un par de acordes en un celu que ya no enciende, esa foto gastada”, dice Bongioanni) que estaban esperando el momento de congeniar para responder esa pregunta tan cotidiana: ¿para qué guardamos esto? En cajón de músico, para hacer canciones, pues. De ahí desprende también lo de “anti-álbum”, que es la autopercepción del autor sobre el material.

“Simple” tiene un diálogo directo con “Hoy”, canción de Fábula Blanca, el disco de 2023 de Bertolino producido por Bongioanni que explora muchos sonidos orgánicos (en el caso de “Simple”, el poner la pava al fuego) acompañados de observaciones domésticas (la presión del reloj, la alienación tecnológica y la desconexión interpersonal). Desde ya, esta dupla está forjando un legado que tendrá su capítulo propio en la historia de la música santafesina. Caso parecido es el de la siguiente canción, “Espejo”, con él solo usando piano, sinte y una grabación de una pequeña Valentina Bongioanni. A pesar de ser esta una de las canciones aparentemente más sencillas, hay mucha mano de productor a la vista que, aunque no fue mencionado antes, es evidente pues cada antojo, cada detalle, cada destello está puesto con el oficio que solo puede ostentar un piloto con miles de horas de vuelo en consola.

Aunque históricamente Franco Bongioanni acumuló credenciales, cultivó con igual éxito un perfil bajo. Ahora bien, musicalmente no se le puede decir tímido ni a palos: en “Canción de ver (o estar)”, que a la vez es para dar gracias y a la vez es una flor, en tándem con “Despedida”, son dos en las que entrega todo con su voz de cantor santafesino con acento. Resumido en estas 2 pistas, entre la memoria emotiva, la posición política sobre los temas que sensibilizan y el lenguaje metafórico es el material con el que Bongioanni compuso esta, su propuesta estética, durante las 8 canciones de Tierra dentro grabadas obviamente por él mismo entre 2020 y 2021 en La casita rodante.

El cierre psicodélico es con “Todas las manos” que arranca con una bocanada de aire y un arpegio inmediato, al que (por lo menos con auriculares) se le nota hasta las yemas raspando las cuerdas metálicas. A su manera, es un descanso para todos los que colaboraron para que el anti-álbum llegue al río y de ahí al mar y por eso a lo mejor también será que Bongioanni es el único intérprete acreditado de esta canción, en voz, guitarra y programación.

Tierra dentro es más que una colección de canciones; es un viaje introspectivo, un conjunto de elementos que, al amalgamarse, forman un cuerpo que sigue en movimiento, siempre incompleto y en formación. Bongioanni invita con esta publicación a no abandonar nunca los terrenos de la memoria y a permitirnos abrazar la identidad que deseemos, a plantar contenido y cosechar las formas.

Franco Bongioanni en vivo

Franco Bongioanni presentará “Tierra dentro”, su primer disco solista, el viernes 25 de octubre a las 21.30 en el Foro Cultural Universitario (9 de Julio 2150). La apertura estará a cargo de Mate Yacy.

La propuesta será en formato “solo set”: voz, piano acústico, guitarra eléctrica y pista. Con Cintia Amorela Bertolino como invitada en voz.

El show tendrá lugar en la Biblioteca Gálvez del Foro Cultural Universitario de la UNL y la apertura estará a cargo del trío Mate Yacy, en versión acústica. Las entradas anticipadas pueden adquirirse a $5000 y en puerta su costo será de $7000. Las anticipadas se reservan llamando al 3424877660.

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