Argentina: carne, yerba y leche, afuera

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La crisis recortó los consumos como nunca y trajo un cambio radical de hábitos. ¿Quién gana con tu miseria?

El gobierno repite que el salario real se viene recuperando durante los últimos meses y que ya está por encima de la inflación acumulada desde diciembre, si bien de acuerdo a las mediciones del Indec, todos los trabajadores (activos o pasivos) registran aumentos en sus ingresos por debajo de la inflación, al menos hasta agosto (último dato).

Desde mayo, no obstante, se observa una recuperación pareja en el poder adquisitivo, al menos a partir del cruce de ambos datos del organismo estadístico nacional. A agosto, la caída en la capacidad de compra durante el gobierno de Javier Milei era de 1,7% en los privados registrados, 16,4% en los públicos, 4,8% en los no registrados. Los jubilados de la mínima (con el bono) estaban 3,4% debajo de la inflación acumulada desde diciembre, tomando el último dato de septiembre.

Son cifras mínimas, excepto para los empleados estatales, muy lejanas al mazazo veraniego, que implicó pérdidas de más de 20% para todas las categorías, durante varios meses. Cabe señalar que el Indec es incapaz de ponderar –por una cuestión de rigor– la variación sustancial que produce el aumento inédito en los costos fijos, como las tarifas hogareñas de la luz, el agua o el gas, la nafta, el alquiler, la prepaga o la obra social, el transporte público. Son costos de vida que no se pueden eludir y que cambiaron la composición del bolsillo.

Apenas nomás a principio de mes te queda muy poco para gastar. Por eso vos sentís otra cosa cuando el presidente repite una y otra vez que los salarios le ganan a la inflación. Es porque está pasando otra cosa. Y para eso hay que ver el reverso: el consumo.

Otra Argentina

Asado, mate y dulce de leche. La Santa Trinidad gastronómica nacional está quedando en el pasado. Las ventas para consumo interno de carne vacuna, yerba mate y lácteos en general (o dulce de leche en particular) están en el piso de la historia.

La merma es tal que indica un cambio radical en los hábitos de consumo más básicos, que hacen a nuestra identidad reconocida a escala global. Y en cada caso, hay situaciones particulares que vale la pena atender.

Carne

“El consumo aparente de carne vacuna per cápita promedió 46,8 kilos por persona en los primeros nueve meses de 2024, lo que representa una disminución del 12,3% respecto al mismo período de 2023, equivalente a una baja de 6,6 kilos por habitante”, señala el último informe, correspondiente a septiembre, de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), que concluye que “este es el nivel de consumo más bajo registrado en los últimos 26 años”. O, dicho de otra manera, es el nivel más bajo de la historia.

En cuanto al promedio móvil de los últimos 12 meses, en septiembre se ubicó en 47,5 kilos por persona, un 10,9% inferior al promedio de septiembre del año pasado, con una reducción de 5,8 kilos por habitante.

Este descenso en el consumo se da en un contexto donde, “a pesar del incremento del precio de la carne, este ha quedado por debajo de la inflación general”. El informe de CICCRA omite que los aumentos se dan de golpe a fines de año, por lo que falta el sablazo de 2024.

Sin embargo, como no hay control alguno y las vaquitas son ajenas, la exportación se disparó. Pese a que la producción de carne vacuna es un 6,4% menor a la de 2023, las exportaciones crecieron 7,8%. El 29,5% de la carne producida se exporta, el porcentaje más alto desde 1996. Dicho de otro modo: a los productores les importa poco que los argentinos tengamos el menor consumo de carne vacuna de la historia, porque garantizan ganancia con la exportación. Una vez más, se verifica que la desregulación equivale a mayor desigualdad.

Lácteos

No sólo dulce de leche: la población dejó de consumir cualquier tipo de lácteo desde que llegó Javier Milei al poder. Las ventas de todos los productos lácteos sumados por la Dirección Nacional de Lechería muestran una merma interanual del consumo de lácteos de 15,3% en diciembre, 17,6% en enero, 16,8% en febrero, 21,4% en marzo, 12% en abril, 11,4% en mayo y 23,4% en junio. Son cifras durísimas. En septiembre, último dato, la merma fue de 3,46%.

En volumen, es la menor cantidad de lácteos vendida desde que hay registro. Per cápita debe ser mucho peor. Entre miles de litros y toneladas, suman 1.458.336 en estos nueve meses. Hasta ahora, el peor registro había sido en 2019, con 1.631.321 a esta altura del año. Este año está 10,6% abajo del peor registro y 12,1% abajo de 2023. Nunca se vio una retracción así. Es el peor golpe a la industria láctea y, por supuesto, a los consumidores.

Los dos productos más sensibles para la demanda, las leches fluidas y las leches en polvo, están en sus mínimos históricos.

En el acumulado, la leche en polvo tuvo una caída de ventas del 30,8% en los primeros nueve meses. El peor año hasta ahora fue 2016; 2024 está 24,4% abajo del peor año registrado para la leche en polvo. Sólo en septiembre la caída interanual fue de 47,67%
La leche fluida lleva una merma del 9,7% interanual en lo que va del año, cifra que cobra más dimensión cuando se observa que 2023 fue el año con menor venta de leche fluida. Como la leche en polvo, en estos ocho meses se vendió la menor cantidad de la historia.

Y el dulce de leche, que empezamos por ahí, tuvo una merma interanual del 1,2% en septiembre, acumulando en nueve meses una caída de 11,3%. Hasta ahora, es el año con menores ventas de dulce de leche desde que hay registro.

Las ventas de lácteos de 2024 serán las más bajas desde que hay registro

La pregunta es simple: ¿qué están desayunando las primeras infancias?

O mejor: ¿qué están desayunando las primeras infancias mientras la gran industria láctea se la lleva en pala? Porque mientras vos dejás de darle la leche a tus hijos, Mastellone cerró el primer semestre de 2024 con ganancias (no facturación, ga-nan-cias) por $30.408 millones de pesos, libre de impuestos, declarados a la Comisión Nacional de Valores. Según el producto, Mastellone (La Serenísima) domina del 50% al 90% del mercado. Es decir, impone precios. Y se ve que mucho no le importa si tu hija toma la leche a la mañana o no.

Yerba

Pero quizá el dato más escatológico es el del consumo de yerba. En lo que va de 2024, las ventas de yerba mate al mercado interno, medidas por el Instituto Nacional de la Yerba Mate, son las más bajas desde 2016. Ni mate cocido para los pobres.

Entre enero y septiembre se vendieron 193.430.327 kilos de yerba al mercado interno. Esa cifra sólo supera los 190.366.569 de 2016 y luego hay que ir hasta 2012 para encontrar números más bajos. Claro que había seis millones menos de argentinos en 2012.

La desregulación, de nuevo, fue crucial. Tras una escalada de precios en marzo, hubo una serie de meses con una caída histórica en el consumo. En marzo hubo una merma interanual en las ventas de 29%, que luego fue seguida en los meses posteriores con caídas de 21%, 18% y 14%. Así, en lo que va de 2024 se registra la mayor caída interanual en la venta (8,7% abajo en el acumulado enero a septiembre). Hasta la fecha, la mayor caída anual en las ventas fue en 2021, pero ocurrió después de cuatro años de robusto crecimiento acumulado.

Brasil 2025

La inflación de este año resulta de la megadevaluación de Luis Caputo en diciembre de 2023 y del (no tan) progresivo aumento de las tarifas y el transporte y la desregulación de la salud y los alquileres. Los salarios acompañan como pueden, dependiendo de la fuerza de negociación de los sindicatos. Mientras tanto, el dólar oficial quedó ahí, clavado en un aumento fijo de 2% mensual.

José Alfredo Martínez de Hoz, durante la dictadura militar, implementó una política monetaria y cambiaria casi calcada. Se llamaba “La tablita”: un régimen de devaluaciones mínimas fijas, con tasa de interés en pesos por encima. Es la famosa “bicicleta financiera”. Un ponzi monumental que termina estallando con una nueva megadevaluación, como le sucedió al ministro de los militares, como le pasó al macrismo en 2018.

El dólar está barato y la comida está cara. Es posible que, al mismo tiempo, hayas bajado la cantidad de asados y que te vayas a veranear a Brasil o de compras a Chile o Paraguay.
El espejismo está atado con alambre. Las arcas quedarán exhaustas después de la sangría de dólares que traerá el turismo en enero y febrero. Si La Niña es fuerte –todo indica que puede serlo– la cosecha también caerá. En favor, Milei se puede sostener en 2025 gracias a los dólares que traerá el abastecimiento energético resultante del Gasoducto Néstor Kirchner.

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